La concentración y los precios: Es necesario un Estado más activo para frenar los abusos de los oligopolios


Por Bernardo Tirelli
Publicada en Buenos Aires Económico el 29 de agosto de 2008

Cuando las crisis, como las del 2001, son provocadas por retrocesos sociales y profundización de las desigualdades generalmente traen consigo la desesperanza. Por lo contrario cuando los conflictos se producen en épocas de crecimiento provocan la percepción de que es posible una Patria más justa e igualitaria y alientan y movilizan a las fuerzas sociales detrás de estos fines. Es acostumbrado medir estos avances con la distribución del ingreso y entonces resulta pertinente la observación, control y acción sobre sectores que actúan regresivamente.
Con la devaluación y fin de la convertibilidad el salario real cayó un 25% acompañado de la reformulación de precios. La posterior creación masiva de empleo amplió la masa salarial y trajo consigo nuevos aumentos de precios provocados por una mayor demanda de bienes y servicios de sectores económicos que no siempre aumentaron su oferta. Para que la Argentina pase del crecimiento al desarrollo es necesaria una mayor tasa de inversión y, en momentos en que el desempleo se acerca a valores bajos estructurales, es obligatorio lograr mejores salarios reales, o sea que aumenten por encima de la productividad.
Si la respuesta de los sectores concentrados de la economía no es más inversión para aumentar la oferta y lo que se aumentan son los precios se está en presencia de puja distributiva para defender tasa de ganancia que en muchos casos dista de ser beneficio razonable para ser renta extraordinaria o, porque no, abusiva. Aquí es cuando resulta indelegable e insustituible la acción directa del Estado en defensa de los trabajadores y de los pequeños empresarios.

Formación de precios y distribución de los ingresos
La capacidad de incidir en la formación de precios está asociada a la posibilidad de ser dominante en el mercado. El Índice Herfindahl - Hirschman (HHI) es una medida comúnmente aceptada para estimar concentraciones del mercado que se calcula ajustando la cuota de mercado de cada empresa que compite. El número de HHI puede extenderse de cerca de cero a 10.000. Cuanto más cerca está un mercado de ser un monopolio la concentración es más alta y es más baja cuando es más competitivo. Si, por ejemplo, hubiera solamente una empresa en una industria, que tiene una cuota de mercado del 100%, el HHI igualaría a 10.000 (100% al cuadrado), indicando un monopolio.
El Ministerio de Justicia de los EE.UU. utiliza el HHI para la evaluación de las fusiones donde un resultado de 1.800 o mayor, indica un mercado altamente concentrado.
Veamos algunos casos criollos superiores a 1800.
En la siderurgia plana el índice HHI es 7234 y 9802 para laminados en caliente y frío respectivamente, siendo Siderar la empresa dominante; en la siderurgia no plana el HHI es 2946 siendo Acindar dominante con el 48,5% del mercado; en cemento el HHI es 3647 siendo Loma Negra la principal con el 48,55%.
En petróleo, refinación, estaciones de servicio, etileno y tolueno los HHI son 3551, 1981, 8674, y 5072, con Repsol y Petrobrás como dominantes.
En agroquímicos, fertilizantes nitrogenados, curasemillas, defoliantes, nematicidas, acaricidas, herbicidas e insecticidas, los HHI son 5996, 4073, 6014, 3130, 4116, 2468, 2110 y los actores son Profertil, Bayer, Aventis, BASF y Dow.
En telecomunicaciones Telefónica y Telecom se reparten el mercado en fija y en celular, con un HHI de 3290, son controladores.
La TV por cable está dominada por el grupo Clarín.
El pan industrial tiene HHI de 6477 y 3999 donde Fargo no tiene competencia.
En galletitas dulces y saladas los HHI son 2852 2953 con Danone, Arcor y Kraft controlando.
En leche fluida, chocolatada y yogures los HHI son 3248, 3828 y 4172 donde una vez más Danone tiene el control.
En cervezas el HHI es 6802 con Brahma, en gaseosas el HHI es 4219 con Coca Cola.
En supermercados dominan Norte y Carrefour tanto en el Gran Buenos Aires como en el Gran Rosario y los HHI son 2598 y 2546.
Así se podría seguir con los gases medicinales y muchos otros productos. La lista, que no es exhaustiva muestra la incidencia de estas empresas en actividades claves como la industria metalúrgica, la metalmecánica, la construcción, la producción y la industria agropecuaria, la salud, las comunicaciones, la alimentación, la distribución y comercialización de alimentos. A esto hay que agregarle que casi todas estas empresas son extranjeras, su objetivo es maximizar ganancias y girar divisas a sus casas matrices que están en el exterior. Si la toma de sus decisiones no está en la Argentina resulta muy conveniente un Estado desregulado tal como diseñó Martínez de Hoz, Menem y Cavallo. Resulta fundamental la recuperación de un Estado activo, evitando los abusos de los sectores concentrados dominantes con la falsa libertad del zorro dentro del gallinero.

El zorro y el principito
El Pueblo argentino acaba de terminar con otro monopolio que no respondía a sus intereses mediante la nacionalización de Aerolíneas Argentinas. Entre los pioneros de la aviación está el francés Saint Exupery que había sido designado como jefe de tráfico de la Aeroposta Argentina en su período inicial, últimos meses de 1929 hasta 1931, y ahí recoge las vivencias, la dura experiencia de enfrentar la fuerza intensa del viento en la Patagonia con los modestos Laté 25 de cuatro plazas. Pero es más conocido como escritor ya que fue el autor de El Principito. Un libro para grandes y chicos en el que se evocan de manera sencilla y clara los valores más arraigados y esenciales del humanismo, donde quedan de manifiesto la solidaridad, bondad, entereza, tenacidad, compañerismo y entusiasmo por el conocimiento y en cuyas páginas hubo otro zorro que lejos de ser predador le deja al Principito profundas enseñanzas.
Explica lo que es domesticar, o sea crear lazos: “-sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!” Para finalmente dejar su secreto de que sólo se conoce con el corazón porque lo esencial es invisible a los ojos. ¿Será está falta de lazos y de corazón por la cual se miran más los indicadores de precios que a los responsables de formarlos?
Los gobiernos liberales del 90 desarmaron el Estado, no sólo de técnicos o académicos, sino de funciones y orientación, lo cual es peor. La estructura de análisis y control de costos ahora comienza a formarse después de años de inacción y pérdida de experiencia y memoria. Sin costos es imposible saber si un grupo dominante fija precios abusivamente. Sin costos y sin competencia no se pueden establecer beneficios y lo que queda es renta irrestricta.
En este ejercicio de no ir a lo esencial se inscribe el artificial conflicto del Indec. Los defensores académicos del Indec de Cavallo lo hacen con los argumentos de los especuladores del índice del riesgo país y no van a lo profundo del debate que son los intereses y la defensa del consumo del Pueblo argentino.
Entonces no debe sorprender que hasta hace no mucho tiempo el Indec medía como precio el salario de la empleada doméstica. Una aberración conceptual, primero al considerar el salario como inflacionario y segundo al circunscribirlo sólo a ese salario señalando que la empleada doméstica no es una trabajadora sino un consumo. Al plantearlo así, y para sortear las dificultades técnicas de medición, la consulta se hacía con una lista de confianza de amigas y no con encuesta científica.
En esta dirección conceptual de país abierto irrestrictamente al mundo podía considerarse en la consulta de precios como precio de referencia de las flores, no las del mercado argentino, sino la rosa de más de un metro importada. Entonces, en turismo resultaba pertinente consultar la evolución de precios de Cancún.
Los EE.UU. no miden los precios de los combustibles por considerar que su alteración responde a otros mercados. El concepto de medir en función del consumo interno masivo es una aceptación universal. ¿Porqué el Indec de Cavallo medía el consumo de artículos suntuarios, importados o de actividades en el exterior? ¿Cuál es el modelo de sociedad y país que subyace detrás de esos comportamientos académicos o no?
La corrección de la falta de domesticación de que nos habla el zorro del principito es una tarea de la política, en estos aspectos también desarticulada por las prácticas liberales. Junto con la recuperación del rol del Estado en la búsqueda de una mejor distribución del ingreso es hora de ver lo invisible a los ojos, lo esencial que se ve con el corazón.

No hay comentarios:

Foro en defensa del Proyecto Nacional y Popular

El Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, fue el invitado especial del primer Foro en Defensa del Proyecto Nacional y Popular, que contó con más de 250 militantes.