Mientras los gobiernos europeos sigan priorizando los intereses de los especuladores, no habrá salida-

Sin embargo, esto no fue homogéneo para todos los países ya que mientras los desarrollados disminuyeron su tasa de crecimiento (2,3% vs 2,8%) los periféricos la duplicaron pasando del 3,7% al 7,4 por ciento. En ese marco fue posible que una cantidad enorme de seres humanos mejoren sensiblemente su calidad de vida. Si bien el ritmo de crecimiento volvió a ser importante en 2010 y 2011, la continuidad de la crisis internacional, como consecuencia de las políticas de contracción de demanda que se aplican en los países centrales y fundamentalmente en Europa, condiciona la posibilidad de mantener ese sendero de crecimiento. La decisión política de la Eurozona de que los gobiernos reduzcan sus gastos con el objetivo de alcanzar la "consolidación fiscal" recuerda la imagen del perro que intenta morder su propia cola. Esta analogía viene a cuenta de que la merma en la actividad económica provocada por los recortes repercute en los ingresos del gobierno impidiendo alcanzar el resultado esperado. De esta forma, la necesidad de seguir tomando deuda para hacer frente a los desequilibrios sumado a la recesión autoinflingida va configurando un escenario de empeoramiento de los indicadores fiscales. Por ese motivo, en agosto del año pasado, el BCE manifestó su voluntad de intervenir comprando títulos de deuda de los países en problemas evitando un final explosivo para esta situación habida cuenta del incremento en las tasas de interés. Lamentablemente esta ayuda vino acompañada de compromisos de reformas estructurales en la economía que condicionan aún más las posibilidades de salida. La superación de la crisis en Europa impactaría positivamente sobre el crecimiento global ya que sus importaciones motorizan la producción de otras partes del mundo permitiendo relajar la restricción externa que enfrentan los países que no emiten una moneda de reserva internacional. De esta forma sería posible continuar reduciendo la pobreza y mejorarían las condiciones para alcanzar el desarrollo en el mundo periférico. Sin embargo para eso se necesita que los gobiernos europeos empujen la demanda a través del gasto público, algo que, dado el arreglo institucional vigente que prioriza los intereses del capital financiero, no se avizora en un horizonte cercano.

La economía cotidiana de los pobres.

El dinero y los pobres, sospechados- Fuente de corrupción, puerta a la degradación moral, ácido que corroe la vida social: esa negatividad predomina en las miradas sobre la moneda, más aún cuando se la ubica entre los pobres. El dinero es mendigado, robado o cobrado por mercaderías robadas o por tráfico de drogas, recibido de punteros o en planes sociales que eliminan la dignidad del trabajo… etc., etc., etc. La marginación, desde las ciencias sociales y el arte El mismo tema que Ariel Wilkis trata desde la sociología –la sospecha sobre los pobres y sobre el dinero– aparece en la obra de Yoska Lázaro y el Grupo TeatroATresVelas, Vago. Ambientada en un barrio precario del Conurbano a finales de los ’90, la obra presenta a un grupo de personas expulsadas y atrapadas en la marginación y la incertidumbre. Miradas al Sur pidió a Wilkis, a Gabriela Cabezón Cámara (autora de la novela La Virgen cabeza, que aborda los mismos problemas desde la ficción en una historia de amor) y a Lázaro que hablaran sobre los cruces de enfoques. “Quisimos compartir la epopeya de quien es un mito viviente” John Naranjo es un diseñador gráfico que está en la producción de libros desde hace 20 años. Con su esposa, Carolina Rey, hace tres años creó Rey+Naranjo Editores, una editorial con sede en Bogotá que ahora asoma al conocimiento global con el cómic de García Marquez. “Me imagino que este cómic va a dar pie para que los argentinos hagan su Borges. O los mexicanos a sus autores”, dice. Como fanático de Gabriel García Márquez, no sorprende que haya echado a andar el proyecto de Gabo: memorias de una vida mágica. Corrupción, plaga política La política brasileña siempre se alimentó del dinero de la corrupción. No todos los políticos. Muchos son íntegros, tienen vergüenza en la cara y sinceridad en el bolsillo. Pero las campañas son caras, el candidato no dispone de recursos o evita reducir su economía, y los intereses privados en la inversión pública son voraces… De ese modo se teje la trampa. El candidato promete, por debajo de la mesa, facilitar negocios privados a la par de la administración pública… y como por arte de magia aparecen los recursos para la campaña. Otro grupo de tareas Roberto Andrada es un trabajador que, desde siempre, vive en Villa Gesell. Nunca sospechó que en su ciudad le podría pasar lo que le pasó. La noche del 17 de febrero, mientras se bañaba luego de una jornada de trabajo, oyó que llamaban a la puerta. Apenas tuvo tiempo para la sorpresa de ver a dos policías uniformados (una mujer y un hombre). “Me empujaron hacia adentro y me empezaron a pegar, me pedían dos mil pesos y el celular”, dice Andrada. Una vez que lo ataron, cuenta, el policía sacó su arma reglamentaria y procedió a un simulacro de fusilamiento. La reforma financiera de Obama Luego de un año de debate la Cámara de Representantes aprobó la versión final de la mayor reforma de Wall Street en más de 80 años. Obama instó al Senado a que la apruebe rápidamente y se la envíe para que pueda sancionar la ley la semana entrante. La reforma está diseñada para evitar repetir la crisis financiera del 2008, que desató la peor recesión del país desde la Gran Depresión Existe la falsa creencia de que el dinero es tema para quien lo posee. El director de la carrera de Sociología de la Unsam la desmiente. Su trabajo muestra cómo las circulaciones llamadas marginales generan riqueza colectiva, conflictos y sueños en las barriadas humildes. No veo mi ganancia”, dice Mary en voz alta para que la escuchen sus nietos. Ellos revolotean alrededor del refrigerador de tergopol que transporta los helados que elaboró con un polvo sintético que consiguió en el almacén de la villa. Se enoja y sonríe a la vez al ver cómo los helados desaparecen en las manos de sus nietos. Esta mujer de 58 años vive hace veinticinco en Villa Olimpia. Su casa actual, menos precaria que la anterior, presenta igualmente un sinfín de problemas por la falta de agua corriente, de cloacas y de un techo que evite las filtraciones. Llegó desde el Paraguay al Oeste del Gran Buenos Aires junto a sus cuatro hijos. La esperaban dos hermanos, ya instalados en Villa Olimpia, quienes trabajaban como albañiles. Como tantas otras familias, los establecidos y los recién llegados a la periferia relegada de la ciudad de Buenos Aires integraban un movimiento migratorio que crecía a la par de las esperanzas de encontrar una vida mejor en el país vecino. Al abandonar la pieza que le prestó uno de sus hermanos, sintió que sus anhelos se concretaban: el sueño de la casita propia parecía posible. Pero nada fue fácil. Para comprar su terreno, Mary le pidió una ayuda a su hermano menor. Este dinero prestado quedaría grabado en su memoria y en su dolor porque nunca logró devolver el préstamo. A veinte años de aquel episodio, no puede perdonar cuando alguien de su familia le reclama esa deuda, originada por su condición de inmigrante, mujer, madre soltera y pobre. Cada noche antes de dormir, Mary hace sumas y restas. En esos pequeños montos de dinero, en esos cálculos de escala minúscula, concentra su deseo y su imaginación para mejorar un presupuesto que permanece en déficit permanente. Mary imagina nuevas fuentes de ganancias. Piensa visitar la feria de La Salada para comprar ropa a precios módicos y luego revenderla. Muchos vecinos de la villa prefieren quedarse en sus casas antes que trasladarse al mercado popular gigantesco que se despliega sobre la vera del río más contaminado de la región. Ella replica un modelo de negocio que realizan muchas otras mujeres, que ganan su dinero mediante la intermediación entre los consumidores y los vendedores de las ferias populares. Estas mujeres forman un eslabón más en las redes de comercialización de mercancías que provienen de China, Brasil, Paraguay, o de los talleres de costura que inundan la periferia de la Ciudad de Buenos Aires. También imagina cómo aumentar ese dinero ganado mejorando su venta de bebidas y alimentos, todos los fines de semana, en la cancha de fútbol de la villa, el lugar y el momento de mayor efervescencia. El deporte se mezcla con las apuestas de dinero y el consumo de bebidas y comidas. Mary se ha ganado el respeto suficiente para que nadie invada su lugar en el estadio, un respeto que alcanza incluso para que medie cuando los equipos rivales dejan de lado el balón y regulan sus pasiones a golpes de puño. (...) No siempre hace falta salir a buscar las oportunidades: a veces llegan hasta la puerta de la casa de Mary. Cada tanto, la visitan unos jóvenes del barrio que le ofrecen objetos robados. Para Mary es una ocasión para equiparse con teléfonos celulares, televisores nuevos, reproductores de DVD. O puede, a su vez, revender los bienes robados entre sus vecinos. Presta atención: espera que los jóvenes pasen presurosos, como si transportaran algo que les quema las manos, y le digan: “Doña, ¿quiere…?”. Estos muchachos se parecen a sus hijos mayores. No sólo por la edad. Cuando sus hijos llegan del frigorífico donde trabajan, sacan de un bolso unos cuantos kilos de carne. Antes de cambiarse la ropa manchada de sangre, preparan varios paquetes pequeños con fracciones; poco tardan en llegar los clientes, que negocian la cantidad dinero que pagarán por cada envoltorio. El dinero y la carne se intercambian bajo la mirada atenta de Mary. Una vez finalizadas las ventas, les pide a sus hijos una parte de lo recaudado. “Ellos saben que me tienen que dar el dinero, ¡yo pongo también!”, me dice en guaraní primero, y luego lo traduce al español. Mary aplica este principio al dinero que proviene de la venta de carne robada y a todos los ingresos de sus hijos. Para ella, la fuerza y unidad de su familia descansa en este principio de equidad distributiva. El dinero, piensa y siente Mary, debe ser cuidado; sólo así se cuida a la familia. La memoria del dinero que marcó la historia con su hermano pauta estos valores que quiere transmitirles a sus hijos. Sus hijos son, además, su sostén. Mary está enferma, tiene un tumor desde hace algunos años. A veces el mal se hace sentir, y mucho: en esos momentos debe dar un paso al costado y descansar. Sus hijos la ayudan y la acompañan. Los vecinos saben que cuando Mary no visita sus casas junto a Luis Salcedo, el líder político de la villa, es porque su salud se lo impide. Ella recibe un sueldo por su trabajo de militante, “un sueldo político”, aclara. Este dinero militado tiene dos tiempos: la expectativa de recibirlo es constante, el monto y el día del pago varían. Mary hace su trabajo (visita las casas de sus vecinos, les resuelve problemas en nombre de Salcedo, los invita a algún acto o movilización al centro de la Ciudad de Buenos Aires y aguarda. La espera del dinero también pauta sus sentimientos. Cuando se prolonga mucho, Mary se enoja con Salcedo y por unos días evita encontrarse cara a cara con él. Cuando se encuentra “deprimida”, como ella dice, se acerca a conversar con el cura de la villa. Los problemas materiales con Salcedo tocan sus emociones, y siente que del sacerdote recibe contención, que hablar con él le hace bien. “Decile que te pague”, le aconseja el párroco desde el lugar de quien sabe cómo administrar el dinero en un contexto que mezcla necesidades materiales, cuestiones políticas y afectos. Las donaciones monetarias llegan a su parroquia como un gesto de solidaridad con su obra: las empresas de la zona o algún político en ascenso proveen el dinero donado. Algunas personas cobran por hacer tareas de limpieza, pero las mujeres del barrio más próximas al párroco no reciben nada, son “voluntarias”: ellas encarnan el dinero sacrificado. Mary aguarda y renueva sus esperanzas. Las madres de sus nietos han empezado a cobrar las becas de ayuda escolar del Gobierno; su hijo menor ha ingresado a un plan social para trabajar en una cooperativa de construcción: he ahí buenas señales. Ahora falta que sus hijos mayores obtengan la ciudadanía argentina y puedan conseguir un empleo en la Municipalidad, con “un salario de verdad”. Difícilmente se podría narrar la vida cotidiana de Mary y su familia si dejamos de lado la relación que mantiene con el dinero. ¿Cómo comprenderíamos muchos de sus sufrimientos, sus angustias, sus imaginaciones, sus esperanzas? Al excluir el dinero de la narración, una porción del mundo de los sentimientos y afectos de Mary quedaría oculta y silenciada. (…) Mary y su familia nos muestran la primera evidencia de la tesis que defiende este libro: el dinero ocupa un lugar central en la vida personal y colectiva de las clases populares. Esa afirmación desafía las interpretaciones habituales sobre el papel del dinero en el mundo popular. La literatura, el periodismo, la sociología y la historia suelen exponer dos posiciones: o bien el dinero está excluido de la vida popular o bien se lo tiene en cuenta para exhibirlo como símbolo de degradación moral. Ambos posiciones remiten a la misma concepción. (…) Se comprende, por lo tanto, que las sospechas sobre el dinero hayan delineado una forma de interpretarlo. Mi propuesta parte de la tensión entre la perspectiva de la sospecha y la realidad concreta del dinero en la vida personal y colectiva de personas como Mary. Mientras que la primera es parcial, ya que sólo subraya una dimensión del dinero, la segunda es total: con y por él se conectan cada una de las dimensiones de esas vidas, en intensidades variable. Desde esta perspectiva, el dinero resulta tan central como lo son las piezas en el armado de un rompecabezas. Así como éstas son múltiples, también lo son los significados y usos del dinero en la vida social. Lo sistematizó de manera ejemplar Viviana Zelizer en The Social Meaning of Money (1994). Algunas de estas piezas surgen en el relato de Mary, pero en la vida social hay muchas otras: existe el dinero prestado, el donado, el militado, el sacrificado, el cuidado y el ganado. Sin estas diferentes piezas de dinero no se arma el rompecabezas de la vida personal y colectiva. El dinero sospechado dejaría este tablero incompleto. Aunque se trata de una pieza que sólo muestra la degradación, la corrupción o el individualismo, vimos en relación a Mary y su familia que el dinero conecta a las personas a través de elementos similarmente subjetivos: esperanzas, afectos, deseos, respeto, orgullo, odios y conflictos.Latinoamérica: un laboratorio del dinero. Acostumbrados a observar la globalización de bienes y personas de las clases más acomodadas, perdemos de vista cómo los mercados populares no sólo representan los signos del atraso económico –informalidad, pobreza, marginalidad– sino también los de una economía popular globalizada (Lins Ribeiro, 2012). Estos mercados constituyen nodos de la circulación mundial de mercancías. Los flujos de dinero que ellas mueven construyen un paisaje nuevo del mundo subalterno, que vibra al ritmo de las ganancias y el consumo. En el D.F. mexicano, en La Paz o en el Gran Buenos Aires, los mercados populares están repletos de mercancías y de dinero que se funden con los sueños y las esperanzas de las miles de personas que transitan por sus calles y sus puestos precarios. En mercados como Tepito, El Alto o La Salada, se respira una misma atmósfera, impregnada de las expectativas de ganar y de gastar dinero. Personas como Mary, que piensan y sienten al ritmo de quienes están buscando su ganancia, respiran este aire. Mary anhela comprar una heladera con la tarjeta de crédito que le prestará su comadre. Este deseo señala del lugar que ocupan las grandes cadenas de comercios, los bancos, las agencias financieras y las compañías de tarjetas en la realidad material y simbólica de las clases populares latinoamericanas. Encontramos que estas instituciones del capitalismo financiero llevan su oferta de dinero prestado hasta las periferias de las grandes ciudades: se establecen en las cercanías de los barrios marginales e, incluso, ingresan a ellos. Las tarjetas de crédito ya no portan su tradicional signo distintivo de clase: se han vuelto plebeyas. En manos de trabajadores informales, de cuentapropistas, de beneficiarios de planes sociales, de jóvenes de las barriadas se han convertido en un pasaporte al consumo. Las prácticas financieras (obtener préstamos formales o informales, endeudarse o sobreendeudarse) configuran la palanca que mueve el consumo popular, cuya intensidad económica quedaría inexplicada sin tomar esa financiarización. Tanto Mary como sus hijos y las madres de sus nietos han recibido dinero de origen estatal mediante programas sociales. Sus historias de esperas y esperanzas sobre este dinero se confunden con las de otras familias de la región. Los Estados latinoamericanos han asumido un paradigma idéntico de intervención social: poner dinero en las manos de los pobres. El Plan Bolsa de Familia (Brasil), los Bonos Juanito Pinto (Bolivia), el Programa Tekoporá (Paraguay), el Programa Familias en Acción (Colombia), el Programa Oportunidades (México), el Programa Juntos (Perú) y el Bono de Desarrollo Humano (Ecuador) son variaciones locales de un proceso monetario transnacional. El dinero llega a las familias mediante el Estado bajo planes diseñados por expertos de organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el Banco Mundial. El clientelismo político se ha instalado como una imagen poderosa sobre la relación de las clases populares con la política y también con el dinero. La relación de Mary con Salcedo se puede interpretar bajo esta etiqueta deformante: el sueldo político que recibe, produce escándalo y pavor entre cientistas sociales, periodistas y activistas de ONG anticorrupción. La misma indignación que condena la degradación política entre los habitantes de las favelas (Brasil), los pueblos jóvenes (Perú), las Callampas (Chile) o los cantegriles (Uruguay). Si se deja de lado esta indignación, un hecho asoma crucial para los regímenes democráticos de la región: la presencia creciente del dinero en la política. Cabría plantear una hipótesis sugestiva que la perspectiva del clientelismo oscurece: los regímenes democráticos se han desplegado a la par que la política popular se ha monetizado. Para decirlo rápidamente: más democracia ha significado más dinero en la política e incluso, o sobre todo, en la vida política popular. (…) El dinero circula en relaciones mercantiles, políticas, religiosas, familiares, amorosas, ilícitas y lúdicas. También se asocia a procesos transnacionales como la globalización de mercancías, la financiarización o los programas de transferencia monetaria que transforman el paisaje de la vida popular. Al calor de estas circulaciones monetarias locales y transnacionales, recientes y tradicionales, mercantiles y afectivas, que se mezclan, el dinero adquiere una nueva centralidad en la vida popular. El dinero está en todos lados. Todas las dimensiones de la vida personal y social de las personas se conectan con y por el dinero que resulta –para emplear un concepto muy caro al pensamiento de Marcel Mauss– un hecho social total. Este libro invita a pensar este nuevo papel del dinero que ha convertido a la vida popular en un laboratorio, que ayuda a comprenderlo mucho mejor incluso fuera de ella. Sin embargo, nos hallamos aún lejos de captar la ramificación del dinero por cada rincón de la vida social. Entre las realidades y el pensamiento del dinero se alza un desacuerdo de intensidades: mientras que las primeras son múltiples y heterogéneas, el segundo es monocorde y gira en torno de una misma melodía: la sospecha.Las palabras de la sospecha. (...) En un artículo que publicó en 2011 en la revista venezolana Nueva sociedad, Gonzalo Garcés sacaba a la luz una estructura narrativa recurrente en la literatura latinoamericana: al compararla con la literatura europea y la estadounidense, encontraba que la referencia al dinero era escasa. Veía allí un síntoma claro (y negativo) de la relación de una cultura literaria y un objeto específico. Si el dinero trazaba un capítulo en la literatura fuera de la región (El mercader de Venecia, de William Shakespeare; Rojo y negro de Stendhal; Madame Bovary de Gustave Flaubert; El mercado de Émile Zola; El jugador de Fedor Dostoyevsky, entre otros), en nuestros países era apenas un pie de página. El síntoma se medía no sólo por la cantidad de textos. También era cualitativo o, para decirlo con precisión, narrativo. En las obras mencionadas nunca se cuestionaba el dinero; en cambio, la literatura latinoamericana mostraba otro vínculo. “El Zahir” de Borges ofrece una narrativa embelesada por el dinero. Una aproximación poco frecuente en cultura literaria latinoamericana. Con una contundencia extrema, Borges dice por medio de sus personajes: “Quizás detrás de la moneda esté Dios”. La forma que asoma depende de mitos y creencias; lejos de tornarse indiferente y neutra, el zahir es una moneda de fe. En las páginas del cuento resuena el eco de cierta sociología que pretendió ver que todo poder, incluso el monetario, tiene un origen religioso. Émile Durkheim y varios de sus discípulos (Marcel Mauss, François Simiand) contribuyeron a crear un programa de sociología que descifra el mundo económico por sus componentes religiosos. El sociólogo alemán Georg Simmel, que provenía de una tradición diferente, también compartió esta intuición. Para todos ellos, como para Borges, el dinero no es un dato objetivo sino una cuestión de fe. No obstante, la historia de la literatura y el dinero siguió otro camino. Garcés encuentra que Roberto Arlt, Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez y Roberto Bolaño coinciden en el estupor y la desconfianza frente al hecho monetario. Si para Borges tal vez detrás del dinero estaba Dios, la narrativa posterior sólo ve como trasfondo seguro la desconfianza. A esta conclusión también arribó Esther Whitfield en Cuban Currency (2008), su trabajo sobre los significados del dinero en la literatura cubana de la década del ’90. Esta producción, agrupada bajo la etiqueta del nuevo boom cubano, tomaba el dólar como figura de la corrupción, la disrupción, los juegos de poder y el contacto desigual entre los cubanos y los extranjeros. Entre los textos analizados se encuentra “Money”, de Rolando Menéndez, un cuento que narra la legalización de la moneda estadounidense durante el denominado Período Especial, cuyo curso legal no se acompañó de un curso moral: el dólar siguió circulando bajo la estela de la desconfianza. Sospechosamente. Los personajes de Te di la vida entera, de Zoé Valdés, confunden las palabras dólar y dolor, repara Whitfield. En obras como Los siete locos, El General no tiene quien le escriba, Conversación en la Catedral, 2066,“Money” o Te di la vida entera, el dinero es narrado –de manera paradójica, dada la variedad de estilos y escritores– desde el monorritmo escritural de la decadencia y la corrupción. Siempre asoma el síntoma de la sospecha: no importa si la narración se sitúa en la Buenos Aires de los ’30, el Perú de los ’50, Colombia durante la década del ’60, La Habana durante la del ’90 o en una desfiguración futurista: más allá del tiempo y el lugar, esta narrativa retorna sobre el dinero sospechado. Estas ideas se pueden explorar en otros registros de escritura, además de los de la literatura, como el de las ciencias sociales o la política. Se vería entonces que en los debates que forjaron las ciencias sociales desde las décadas del ’40 y el ’50, los espacios concretos del mundo del dinero y del consumo (ferias, mercados, comercios) consiguieron escasa legitimidad intelectual y política. Para hablar del proceso de constitución de un mundo popular centrado en la clase obrera, la sociología organizó sus preocupaciones en torno de la fábrica o la plaza pública. Las dimensiones políticas y laborales de estos sectores acapararon su atención, una jerarquía que se prolongó con el tiempo, quedando el dinero relegado. En una esquematización exagerada, si en la década del ’80 la filosofía y la sociología política dominaban la agenda de las ciencias sociales, durante los ’90 se produjo una modificación sustantiva hacia los análisis de las consecuencias sociales del neoliberalismo: análisis del mercado de trabajo, de la reestructuración del Estado, aumento de la pobreza, transformación de las políticas sociales, auge del clientelismo y los movimientos sociales. La fortaleza ideológica del discurso antineoliberal exigía la asunción de sus premisas a la hora de construir determinados objetos, y la posición dominante suponía, como principio, la tesis socialmente desintegradora de la economía. (...) El imaginario político de la izquierda latinoamericana se afirma a la idea del dinero sospechado. ¿Se puede criticar al capitalismo y poner en remojo una inclinación o una actitud de aversión al dinero? Desde sus formas nacional-populares, pasando por el marxismo, el maoísmo o las más recientes ideologías de corte autonomista, las izquierdas políticas han alimentado posiciones de rechazo al dinero como camino privilegiado a la crítica anticapitalista. La idea de dinero sospechado funciona como un instrumento de lucha política. Sin embargo, ¿podemos comprender la realidad contemporánea de los usos del dinero entre las clases populares latinoamericanas desde la perspectiva del dinero sospechado? (…) Si el dinero sospechado impone una mirada parcial con valoraciones como la desconfianza, la corrupción o la desintegración, habrá que tomar otro rumbo para captar la realidad total del dinero. Esta vía implica restituir, junto a los usos múltiples del dinero, las valoraciones heterogéneas y contradictorias que pone en juego. Este camino abandona el ritmo monocorde de la sospecha y sitúa en el centro de la vida social de las clases populares la sociología moral del dinero.

Consideraciones sobre la Constitución y su eventual reforma

Por Eric Calcagno, Diputado Nacional (FpV) Alfredo Eric Calcagno, Dr. en Ciencias Políticas Las orientaciones básicas de las dos Constituciones: la de 1853 y la de 1949 Conviene contextualizar el debate de fondo que se instala en la sociedad argentina acerca de la reforma constitucional. En efecto, la excesiva personalización que hace el establishment desconoce y soslaya la cuestión fundamental sobre los alcances de una eventual reforma. Alberdi y la reforma constitucional En las últimas semanas, el debate sobre una eventual reforma constitucional que podría incluir una reelección presidencial sin restricciones adquirió un notorio protagonismo en la opinión pública. Los objetores a su realización han adoptado un discurso institucionalista que pretende identificar democracia con statu quo constitucional, adjudicando simultáneamente oscuras pretensiones y convicciones autoritarias. La participación de los trabajadores En 1994 resurge en el texto de la Constitución el concepto de justicia social que había sido introducido en las reformas de 1949 y borrado por la brutal abrogación de éstas en 1956. El nuevo texto encomienda al Congreso proveer lo conducente al progreso económico con justicia social, unido al concepto de productividad. Anomalías institucionales: La tergiversación de las formas de gobierno La forma de gobierno que rige en un país consiste en el modo que el ordenamiento jurídico positivo distribuye el ejercicio del poder político y establece el procedimiento para la determinación de los sujetos que ejercen ese poder (Arturo E. Sampay, Teoría del Estado). Es decir, dispone quiénes adoptan las decisiones estatales y cómo se instrumentan dentro del marco jurídico que se fija. En la clasificación de Aristóteles se distinguen la democracia, la aristocracia y la monarquía, que pueden degenerar en formas impuras (la demagogia, la oligarquía y la tiranía). Lo que proponen los que quieren el debate sobre la Carta Magna En las próximas semanas, varias agrupaciones afines al Gobierno Nacional comenzarán una serie de actos para difundir y debatir la posibilidad de una reforma constitucional. El primero de estos eventos ya se hizo, a fines de abril, en la Facultad de Derecho. Allí disertaron sobre el tema referentes muy diversos: Eugenio Zaffaroni, Luis D’Elía, Ricardo Forster y Eduardo Barcesat. Cambios de la cultura política durante el kirchnerismo Muchas veces surge la cuestión de saber si los cambios realizados durante las transformacionales sociales profundas son duraderos o efímeros. Esta interrogante aumenta cuando es precedido por una triste y sangrienta historia: en la Argentina se hizo desaparecer a una generación política, se derogó una Constitución Nacional por un bando militar, se proscribió a partidos políticos por decenios, se prohibió por decreto mencionar el nombre de un líder político; después, en otros períodos, se minimizó al Estado, se destruyeron las empresas públicas y se vivió del endeudamiento externo. En los últimos tiempos se ha reactualizado el tema de la reforma constitucional. Para que se entienda de qué hablamos, es bueno definir qué son las constituciones, para qué sirven y cuál es el significado de una reforma, tan cargado de significado político como su no reforma. LA CONSTITUCIÓN. De acuerdo con la definición de Aristóteles, una Constitución es la ordenación de los poderes gubernativos de un Estado. En la realidad, existen diferentes constituciones: “En las democracias, es el pueblo el soberano; en las oligarquías, por el contrario, es la minoría compuesta por los ricos; y así se dice que las constituciones de la democracia y de la oligarquía son esencialmente diferentes”. (Aristóteles, Política, libro 3, cap. 4). Además, las constituciones no son declaraciones abstractas, sino mandatos imperativos. Deben reflejar la realidad de las relaciones de poder existentes en un país; si ello no ocurre, son letra muerta (Ferdinand Lassalle, ¿Qué es una constitución?). En general, las Constituciones se dictan para institucionalizar reformas o contrarreformas políticas, económicas o sociales, que resultan de nuevas relaciones de poder.PARA QUÉ SIRVE UNA CONSTITUCIÓN. La Constitución de 1853 sirvió para resolver el problema de la organización nacional; ése fue su eje. Una vez solucionada esa cuestión fundamental, pasó al primer plano la forma cómo se estructuraría la economía, lo cual era un tema ideológico y de intereses concretos, nacionales y regionales. Decía Alberdi que “la Constitución contiene un sistema completo de política económica”; ese sistema se adscribía al pensamiento liberal clásico entonces dominante, que a su vez se inspiraba en los fisiócratas. En descargo de los constituyentes de 1853, Arturo Sampay expresó en la Convención Constituyente de 1949 que “la generación de 1853 estaba constituida por doctores de una ideología y no por servidores de una plutocracia”. Más de un siglo después, una de las características del sistema neoliberal que prevaleció –con interrupciones– desde 1976 hasta 2003, es la hegemonía de la economía por sobre la política en el gobierno del Estado; esta tendencia se agravó cuando la economía estuvo regida por el sector financiero. En cambio, la Constitución de 1949 privilegiaba el rol del poder público en el desarrollo del Estado-Nación. Ahora debe analizarse en qué medida predominan en la actual Constitución Nacional los principios liberales de la de 1853; por ejemplo, si la propiedad tiene o no una función social, de qué instrumentos dispone la conducción política para regir la actividad económica, qué permeabilidad a formas democráticas existe en las instituciones económicas, qué límites se fijan a la hegemonía del sector financiero. Existen temas relevantes, a los cuales la Constitución les determina orientaciones –ya sea por acción o por omisión– como son la prestación de los servicios públicos; la propiedad y el aprovechamiento de los recursos naturales; los principios básicos y la forma de organización de los sistemas financiero, monetario y fiscal. En el fondo persiste en la Constitución la orientación liberal originaria. Otro tema básico, que no figura de modo explícito en las Constituciones, es el que se refiere a las relaciones de poder que se desean consolidar, eliminar o modificar (por ejemplo, la influencia de las corporaciones). Para su determinación debe analizarse la estructura de poder existente y confrontarla con cada una de sus cláusulas económicas. De allí surgirá la naturaleza económica de la Constitución, y en qué medida puede calificársela de democrática u oligárquica, en la terminología de Aristóteles. Con este enfoque, el análisis constitucional adquiere realismo político, pues se compara la estructura de poder con las normas jurídicas que se pretende aplicar. También deben diferenciarse los casos en los que la Constitución expresa una doctrina global, de aquellos en los que es el resultado de pugnas y compromisos contradictorios. Asimismo, debe determinarse en qué medida las cláusulas económicas satisfacen o contrarían los intereses de los diferentes grupos económicos y sociales; y vincularlas con el cambio o el inmovilismo de situaciones históricas. ¿NECESITA LA ARGENTINA UNA REFORMA CONSTITUCIONAL? Existen numerosas corrientes de opinión que sostienen la necesidad de reformar la actual Constitución basada en la de 1853; por su parte, el arco opositor se opone con obstinación a toda reforma. Tratemos de explicar estas posiciones. En 2003, la Argentina comenzó a salir del período neoliberal, durante el cual la economía estuvo al servicio del establishment económico nacional y extranjero; en esa época prevaleció el interés de corporaciones y grupos privilegiados, que vaciaron al Estado de funciones y de empresas, desindustrializaron al país, relegaron a la mitad de la población a la situación de pobreza, extranjerizaron la economía y se endeudaron de modo exorbitante. El Estado Nacional sólo era un dispositivo de privatización de ganancias y socialización de pérdidas. Al derrumbarse ese modelo, por su inconsistencia, comenzó a partir del 25 de mayo de 2003 la construcción de un proyecto nacional basado sobre el desarrollo económico con inclusión social. Ya lo hemos definido varias veces en estas páginas como “Democracia Industrial”. La instrumentación de este nuevo modelo implica por una parte la necesaria acción de gobierno; y por la otra, la construcción de poder político que lo haga viable. Éstos son los dos ejes de la acción política. Algunos de los cambios fundamentales ya están ejecutados y los partidarios del régimen oligárquico tratan de impedir que se consoliden. Saben que en el futuro, en el orden político les será muy difícil resucitar el fraude electoral, los golpes militares y de mercado, las “relaciones carnales” internacionales. En lo social, discriminar en contra de la pobreza o el sexo, o impedir el establecimiento del Estado de bienestar. En lo económico, el recrudecimiento de la desocupación, la eliminación de los convenios colectivos de trabajo, la desindustrialización, la concentración económica, la distribución regresiva del ingreso. En lo cultural, mantener el oligopolio de los medios de comunicación, impedir la participación política de la avalancha de jóvenes que irrumpen y renuevan la vida pública; bloquear la incorporación a los puestos de conducción de la política y las empresas de los egresados de las nuevas universidades del conurbano y de muchas provincias, cuyas familias tenían vedado ese nivel de educación. Hablar sobre una Constitución de la Democracia Industrial puede significar un avance importante para la incorporación al régimen jurídico de los principios fundamentales de un nuevo estilo de Nación, Estado y gobierno, basado en la búsqueda del bien común. Poco debería ofuscarse el arco opositor, ya que son necesarias todas las opiniones. Pareciera que negar hasta la posibilidad de reflexión sobre la Constitución los sitúa como guardianes de un imaginario republicanismo, que es apenas la defensa objetiva de intereses sectoriales, que, lejos del juego democrático, precisan de textos que aseguren la rentabilidad corporativa. Las consecuencias de esta decisión son de largo alcance. En primer término influyen sobre la naturaleza, funciones e importancia relativa del Estado y de las corporaciones. Puede consolidarse el Estado democrático, que esté al servicio del bien común, que contemple todas las posiciones políticas y que distribuya el ingreso, la palabra y el conocimiento; o, por el contrario, que predominen las corporaciones dedicadas a privatizar ganancias y socializar pérdidas, como ha sucedido muchas veces en la historia argentina. Habría que ver en su momento si la sociedad argentina desea que las reformas implantadas desde 2003 se reflejen en la estructura institucional básica, que es la Constitución; o si prefiere que persistan los principios liberales heredados de la Constitución de 1853. Al final y por suerte, la Soberanía reside esencialmente en el Pueblo.

La política como “no lugar".

Por Eric Calcagno*, Alfredo Eric Calcagno** *Diputado Nacional (FpV), **Doctor en Ciencias Políticas El antropólogo francés Marc Augé analiza los “no lugares”. Llama así a los sitios inodoros, incoloros e insípidos, en donde existe un espacio indeterminado, en el cual todo está establecido, sin personalidad, sin historia ni destino, que deja indiferentes a quienes los atraviesan. Son los supermercados, los aeropuertos, los centros comerciales, las estaciones de servicio para automóviles, las autopistas, las cadenas de hoteles clonados, los bancos. Todos ellos son “no lugares”, en los cuales la identidad de quienes lo recorren se diluye en un ambiente anodino e indefinido, que no sugiere nada, donde la sensación que predomina es la soledad y el desamparo. Estos “no lugares” arquitectónicos se están extendiendo a otros ámbitos. Ahora, ciertos sectores políticos están en vías de convertirse en un “no lugar”, en un inmenso supermercado al cual se accede por televisión, en donde los medios oligopólicos de comunicación y las agencias de publicidad determinan la agenda, fijan las posiciones y presentan a ejecutores clonados, que obran como los productos que están en las estanterías de los supermercados. Algunos spots publicitarios de los candidatos se parecen cada vez más a los de una gaseosa o un teléfono celular. En la Argentina, los sectores de la oposición ya han desarrollado este estilo. Así, para diversificar la oferta y abarcar más clientes, se dividen en las diferentes fracciones que rechazan de plano en conjunto todo lo realizado por el Gobierno: es el arco opositor, que otrora se nucleó en el Grupo A. Esta acción política surge de un cuadro coherente. Se parte de una primera actitud existencial: “El hombre es un ser en distensión permanente entre los requerimientos de sus pasiones egoístas y los imperativos de la conciencia que le señalan el bien que debe perseguir con su obrar social” (Arturo Sampay). Pues bien, esta nueva generación de “no políticos” en busca del poder y los negocios, está guiada por sus pasiones egoístas. No les importa su carencia total de ideas para gobernar, porque después vienen las corporaciones, que ponen en el gobierno a sus gerentes. Ahora su tarea es conseguir votos, para lo cual aplican un marketing de última generación. Ya lo dijo uno de los líderes de esa oposición: “Queremos que se vaya la Presidenta. No importa quien venga después”. Este programa político y la formación de una nueva generación de gerentes que lo aplica, no es exclusiva de la Argentina. Es la reciente expresión de una estructura oligárquica de poder, que quiere ser vista de otra manera. Es pura escenografía; no hay comedia ni tragedia. Se formatean así flamantes cabecillas, que suelen estar vacíos de sustancia a la vez que rebosantes de formas. El impulsor de este tipo de líderes es el Partido Popular de España (el de Aznar), que empuja y da asistencia a partidos políticos afines. Hasta ahora, entre sus mejores alumnos figura el PRO. Ahora irrumpe el Frente Renovador con una estructura y orientación análogas. Su principal consigna pública es “limitar a la Presidenta”. Su propósito fundamental es tomar el gobierno. Para eso, lo indispensable es impedir la continuidad del gobierno kirchnerista. Como saben que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner arrasaría en una elección, entonces deben impedir a como dé lugar, que pueda presentarse como candidata; de allí que el eje de su acción sea el repudio total a una reforma constitucional. En lugar de teoría política, manuales de autoayuda. Este nuevo sesgo político tiene consecuencias teóricas y prácticas. Como carecen de líneas políticas conductoras, repiten obviedades que no comprometen a nada. El principal eslogan promete continuar haciendo lo que está bien y corregir lo que está mal; esta afirmación es válida tanto para el programa de ventas de un comerciante o para el propósito de un entrenador de fútbol; o mejor aún, es la oferta ideal de alguien que no se quiere comprometer y quedar bien con todos. El problema de este planteo es que no se define en qué consisten el bien y el mal y, si se los determina, cómo se los obtendrá o corregirá. Es que ignoran toda la ciencia política. No existen Platón, Aristóteles, el derecho romano, Santo Tomás, Maquiavelo, Rousseau, la Revolución Francesa, Hegel, Marx, Foucault; y en nuestro caso, Belgrano y Moreno, Alberdi y Sampay; Yrigoyen y Perón. Su discurso teórico consiste en una adaptación ligth de los manuales de autoayuda, matizados con anécdotas (que suele ser el mayor nivel de abstracción que alcanzan). Pero no sólo está ausente el marco teórico; tampoco existen propuestas concretas sobre ningún tema importante, aunque estén descolgadas de todo contexto global. Afirman que hay que evitar de todas maneras los conflictos y conseguir el consenso. Es un enfoque voluntarista y psicológico, según el cual la solución de los problemas depende del diálogo y de los buenos modales. En realidad, es un método que sirve para discutir las formas y no el fondo de los problemas. La verdad es que la armonía se termina y el conflicto surge cuando se tocan intereses o problemas de fondo; entonces “se pudre todo”. Nunca podrá haber consenso si unos quieren absolver y otros juzgar a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad; tampoco si un grupo pretende mantener los medios de comunicación oligopólicos, y otro lucha para democratizarlos; ni cuando debe optarse por preservar la ganancia empresaria o cobrar impuestos; o si hay que elegir si los salarios se fijan por convenios colectivos o por la voluntad empresaria; o decidir si los aportes jubilatorios pertenecen a las AFJP o al Estado; o establecer que la política económica favorezca al sector productivo y no al financiero; o aplicar o ignorar las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional; o firmar o rechazar tratados de libre comercio con Estados Unidos. Gobernar consiste en decidir sobre actos concretos de gobierno, que van a repercutir de modo directo sobre la distribución del poder, del ingreso, de la palabra y del conocimiento; no en glosar libros de autoayuda sobre la felicidad universal o en enunciar generalidades obvias. En estos 10 años se sancionaron actos de gobierno importantes, que no están aislados, sino que integran un Proyecto Nacional coherente. Forman parte de la construcción de un país diferente, con importantes transferencias de poder y de ingresos, por lo que es lógico que existan fuertes disidencias. En casi todos los casos, hay que optar. Entonces se pinchan los globos amarillos que consagran el amor universal. Hasta ahora, estos “no políticos” dedicados al poder y a los negocios, no formularon ninguna definición sobre programas de gobierno. Sólo enunciaron problemas, como la droga, la inseguridad y la inflación, sin la menor indicación de cómo solucionarlos. Sin embargo fueron innovadores en cuanto a las formas: algunos candidatos se comprometieron ante un escribano público a no favorecer la reforma de la Constitución. Sin saberlo, hicieron un aporte importante a los libros de autoayuda en los que se inspiran. Amigas y amigos, ya saben lo que tienen que hacer cuando su compañero o compañera duden de su conducta de pareja: sólo tienen que ir a una escribanía para jurar su fidelidad. En síntesis, habrá que ver si la sociedad argentina desea que se conserven las reformas implantadas desde 2003 –y se agreguen muchas otras que faltan–, o prefiere que gobiernen quienes quieren revertirlas. Ojalá se den cuenta de que no se trata de buenos modales, sino del proyecto de país presente y futuro, y de lo que puede sucederle a cada uno como persona y a la sociedad en su conjunto si le quitan las conquistas obtenidas. El poskirchnerismo definido por los medios hegemónicos y propalado por los referentes opositores es un “no lugar” político: en la realidad, representan el prekirchnerismo.

La nueva frontera energetica

El descubrimiento de inmensas reservas de hidrocarburos no convencionales y la aplicación de nuevas tecnologías de perforación abren perspectivas inéditas y polémicas en el mercado mundial de la energía. A fines de 2012, un eufórico broker de Wall Street, abocado a las operaciones financieras de riesgo para el sector petrolero, exclamaba excitado: “Muy pronto le patearemos el culo a la OPEP” . No era para menos, la irrupción de las nuevas estrellas del firmamento energético, el shale oil (o tight oil) y el shale gas, los hidrocarburos de esquisto, aparecía como la panacea que iba a resolver en un futuro no muy lejano los graves problemas de la balanza energética norteamericana que con el petróleo a US$ 78 dólares el barril había pagado ese año la friolera de US$ 260.000 millones en concepto de importación de energía. Con las fuentes tradicionales de hidrocarburos aproximándose rápidamente al llamado “peak oil” o punto en el que se considera que un pozo ya no puede seguir siendo explotado geológica y económicamente, la constatación de la existencia de reservas no tradicionales diseminadas no sólo en Estados Unidos sino en varios lugares del mundo, detonando un proceso de rápido crecimiento de la producción de gas y petróleo a precios con tendencia a la baja, especialmente en el caso del gas, fue música celestial para los oídos de la industria y las finanzas. Las estimaciones de la Agencia Internacional de Energia para USA proyectaban a veinte años un nivel de producción de 14 millones de barriles de petróleo por día (un 15 % de la producción mundial) lo que redundaría en una reducción del precio del barril entre un 30 y un 40 %, con el consiguiente beneficio para la balanza comercial y consecuentemente para la evolución de la economía doméstica. De concretarse este pronóstico, el optimismo de nuestro broker estaría justificado: los países productores nucleados en la OPEP y Rusia serían los grandes perdedores en términos de su ingreso nacional, reduciría la dependencia occidental de esos proveedores y cambiaría consecuentemente algunos parámetros del equilibrio geopolítico.Los números del boom. Estados Unidos es el país que ha hecho punta con respecto a la explotación de este recurso no renovable y una vasta maquinaria de empresas petroleras, de servicios técnicos y consultoría, de transporte y comercialización, se puso en marcha bajo la atenta mirada de Wall Street donde las acciones vinculadas a la actividad gasífera y petrolera comenzaron a escalar posiciones con rendimientos inesperados en las rondas de negociación bursátiles. Gigantes como Chevron, Shell, Norway State Oil, Apache, BP y Abraxas, entre otros, se lanzaron a perforar pozos mediante el método de fractura hidráulica (fracking) con un ritmo digno de la fiebre del oro negro a principios del siglo XX. Los estados de Dakota del Norte, Colorado, Texas y California fueron el blanco predilecto, a tal punto que a la fecha se estima que ya hay un millón de pozos en Estados Unidos, sobre un total mundial de poco más de dos millones. Según fuentes de la US Energy Information and Administration y de la Energy Information Agency citadas por el Oil & Gas Journal de diciembre de 2012, las reservas de shale gas y petróleo técnicamente aprovechables (technically recoverable) en el mundo se distribuían de la siguiente manera: 345.000 millones de barriles de petróleo y 7.300 billones de pies cúbicos de gas. Estas cifras representan el 10% y el 32% del total de las reservas hidrocarburíferas mundiales. En cuanto a la distribución por cuencas (basins) en cada país, las reservas mencionadas de shale corresponden, en miles de millones de barriles de petróleo, a Rusia con 78, Estados Unidos con 58, China, con 32, Argentina con 27, Libia con 26, Australia con 18 y Venezuela, México, Pakistán y Canadá con cifras menores. En materia de shale gas las posiciones varían significativamente, en billones de pies cúbicos de gas, aparecen China con 1.115, Argentina con 802, Argelia con 707, Estados Unidos con 665, Canadá con 573, seguidos por México, Australia, Sudáfrica, Rusia y Brasil con cantidades decrecientes. La abundancia de este recurso en Estados Unidos y su rápida puesta en producción a costos relativamente bajos (entre US$ 6 y 10 millones por pozo) ha revolucionado la producción de petróleo y gas, a tal punto que representó en 2012 el 29% del total de la producción de crudo y el 40% del total de la producción de gas de ese país. No obstante, los expertos de la industria advierten que la productividad real de las reservas depende mucho de las condiciones geológicas reales y la conformación de las superficies a explotar, lo que significa que las reservas técnicamente aptas no necesariamente son económicamente viables en lo inmediato. Por ello es necesario considerar las estimaciones de reservas como inciertas (highly uncertain) hasta que sean testeadas extensivamente mediante la puesta en marcha de pozos de producción. Las diferencias en rendimiento y/o estructuras de costos, por pequeñas que puedan ser, implican la posibilidad de que un recurso teórico no sea rentable en un contexto de mercado en el que los precios no cubran el esfuerzo de producción. Tecnología y medio ambiente. El boom del petróleo y el gas de esquisto es inseparable de una técnica de extracción que si bien no es nueva (surgió hacia 1949) y ya se había aplicado en la recuperación secundaria de pozos tradicionales, cobra un protagonismo fundamental debido a la especificidad geológica de la ubicación del recurso. Hasta ahora, el petróleo y el gas se extraía de grandes lagos subterráneos a los que se accedía mediante una perforación vertical que llegaba al yacimiento (a veces a miles de metros de profundidad) y mediante bombas de succión llevaba los hidrocarburos a la superficie donde se almacenaba en tanques o se lo transportaba en gasoductos y oleoductos. Con el descubrimiento de los hidrocarburos de esquisto que están “embebidos” en rocas metamórficas porosas se hizo necesario acudir a una nueva forma de extracción: la fractura hidráulica (fracking) que consiste básicamente en una perforación vertical que a determinada profundidad (que puede sobrepasar los 2 mil metros) en la que se encuentra el esquisto, se transforma en una perforación horizontal por la cual se inyectan enormes cantidades de agua a presión (entre 15 y 30 millones de litros por pozo), arena y decenas de toneladas de productos químicos. Las presiones inducidas en las tuberías que transportan estos elementos se trasladan a la roca que es fracturada (fracked), liberando el petróleo y/o el gas que se lleva a la superficie junto con la mezcla residual (flowback). Luego de la separación de los hidrocarburos y su entubamiento o almacenamiento, se debe procesar el desecho con métodos adecuados para evitar la contaminación ambiental. Esta necesidad hizo surgir un mercado secundario de servicios de “limpieza ambiental” aprovechado por grandes empresas como Schlumberger, Halliburton, Ecolab, etcétera, que a su rol de consultores u operadores de la industria petrolera suman otro ítem a su diversificada operación tecnológica. La generación de pasivos ambientales –por mala praxis o por causas sistémicas inherentes al método usado– es uno de los aspectos controversiales de la explotación de los recursos hidrocarburíferos no tradicionales. Principalmente en Estados Unidos, decenas de organizaciones de defensa del medio ambiente, personalidades de la cultura, científicos y líderes políticos, vienen expresando –con fundamentos teóricos, documentación audiovisual y estudios de campo– su condena al método del fracking por las eventuales consecuencias negativas sobre los sistemas ecológicos, la salud y la vida humana y animal. El uso masivo de agua, la inyección de sustancias químicas (muchas de ellas desconocidas amparadas en el secreto industrial) potencialmente cancerígenas o tóxicas, la infiltración de napas subterráneas, la liberación de gas metano o su infiltración en el agua potable, el aumento exponencial de movimientos vehiculares en las zonas de explotación, la liberación de dióxido de sílice a la atmósfera y otros inconvenientes son señalados como factores que los Estados deberían controlar severamente a fin de minimizar su impacto ambiental y no generar pasivos a futuro que suelen no ser reconocidos ni indemnizados cuando las empresas finalizan su operación. ¿Solidez o burbuja? Más allá de los cuestionamientos ambientales, en círculos académicos y en institutos vinculados a la investigación de mercados y análisis macroeconómicos internacionales han surgido voces que cuestionan la solidez a largo plazo del fenómeno shale. No dudan incluso en afirmar que el desarrollo actual de las actividades industriales y bursátiles ligadas a esta nueva explotación de recursos naturales tiene características similares al de las “burbujas” del auge de las punto.com y más recientemente del desastroso hundimiento del negocio inmobiliario e hipotecario en Estados Unidos que se extendió por el mundo financiero como una mancha de aceite sobre el agua. Geólogos y analistas financieros dedicados a estudiar la dinámica de la industria petrolera mundial han expresado sus dudas sobre la sustentabilidad a largo plazo de la explotación no tradicional. Un estudio que relevó 60.000 pozos de fracking de distintas compañías en varias zonas de Estados Unidos y las operaciones financieras conexas concluyó que si bien en lo inmediato la producción y las ganancias se incrementaban, en el largo plazo la rápida declinación de la vida media de un pozo de shale (entre 6 y 8 años) hacía necesaria la multiplicación geométrica de nuevos pozos, lo que llevaría a una situación financiera y ecológicamente insostenible. No sería menor el papel jugado por Wall Street, que a través de sus movimientos de fusiones, adquisiciones, transacciones financieras y juegos especulativos potenció financieramente el desarrollo del presente boom. Para los países como Argentina, que no son actores globales pero cuentan con una base geológica técnica y económicamente aprovechable en lo inmediato, el desafío del shale implica la posibilidad de relanzar su economía, mejorar su seguridad energética (apuntando al autoabastecimiento) y obtener márgenes mayores de independencia estratégica regional. No obstante, tanto los aspectos ambientales como la permanente evaluación de la realidad económica global deben ser tenidos muy en cuenta en razón de que los eventuales cambios en el mercado mundial del petróleo pueden tener un impacto significativo no sólo en la cadena de valor energético sino en toda la econom

CFK llamó a "fortalecer el Estado" ante "un mundo diferente y complejo que se avecina"

Durante su discurso por el 197° aniversario de la Declaración de la Independencia, la Presidenta comparó la coyuntura actual con la de 1816 y afirmó que "el mundo que se está planteando y nos quieren imponer" implica "volver a ser productores de materias primas con poco valor agregado". Sostuvo que la respuesta ante eso debe ser "comprender la figura del Estado como gran constructor de las políticas económicas y sociales" y profundizar la integración sudamericana. También se refirió al espionaje estadounidense y volvió a pedir por la reforma judicial.
"Allá en 1852, cuando Rosas es derrotado, ganaron los que creían que la Argentina debía ser solamente proveedora de materias primas", recordó Cristina al comienzo de su discurso en el Hipódromo de San Miguel de Tucumán. De inmediato comparó esa circunstancia histórica con la actualidad y dijo que las potencias "se reservan la crema del valor agregado, la administración de los recursos que genera el trabajo mundial y quieren volver a una nueva configuración del mundo". Expresó que "las materias primas han vuelto a tener un rol preponderante" pero remarcó que los países de la región "en estos años hemos crecido gracias a la industrialización, al valor agregado, al desendeudamiento". Afirmó que algunos buscan que América del Sur "vuelva a ser esa proveedora de commodities" y que se trasladen las grandes fábricas "allí donde hay millones de personas dispuestas a trabajar por menos salario del que se paga aquí en la región". CFK agregó que "los gobernantes de la América del Sur tenemos el deber de ver lo que está pasando y unir nuestras fuerzas" y se refirió al escándalo por el espionaje estadounidense. "Me corre frío por la espalda cuando nos enteramos que nos están espiando a todos a través de sus servicios de informaciones, y del otro lado, dentro de nuestro propio país, solo escucho silencio", criticó. Además, comparó las reacciones opositoras ante el supuesto plan de vigilancia de la Gendarmería, llamado ProyectoX. "Es mucho mas cool la CIA que un gendarme", ironizó. La mandataria adelantó que espera tratar el viernes en la reunión del Mercosur el tema del espionaje y que "los presidentes tengamos un fuerte pronunciamiento". "Más que revelaciones son confirmaciones que teníamos de lo que estaba pasando", añadió sobre las informaciones acerca del relevamiento de datos de parte de los servicios secretos de Estados Unidos. Luego retomó la línea sobre "esta etapa que se avecina en lo mundial y en lo regional" y dijo que "el mundo que se está planteando y nos quieren imponer" implica "volver a privatizar nuestras exportaciones, volver a ser productores de materias primas con poco valor agregado". Ante esto, consideró que "el instrumento más poderoso que hemos logrado los argentinos en esta década, además de la autoestima, es el Estado", al que identificó como "el gran reparador y el gran constructor para la ayuda, para el crecimiento". Remarcó que ese Estado necesita de sus tres poderes: un Poder Legislativo "que requiere de hombres y mujeres que cuando toman decisiones lo hagan pensando en los intereses de la República Argentina"; y un Poder Judicial que, dijo, no puede ser independiente "de los intereses de la nación y del pueblo". "Fortalecer el Estado no es fortalecer un gobierno ni un partido", remarcó, y sentenció que "nadie es eterno ni lo quiere ser en el gobierno" para concluir que "lo que debe ser permanente, lo que debe ser para siempre, es nuestra Patria". La Presidenta destacó también que el Ejecutivo "en estos 10 años ha administrado el comercio ayudando al empresariado nacional y a la banca nacional como nunca antes nadie lo había hecho". Remarcó que la actividad económica creció en abril un 7 por ciento interanual y que el superávit comercial de junio aumentó un 26 por ciento respecto al mismo mes del año pasado. Sobre el último dato, recordó que se logró a pesar de que algunos productores stockearon la cosecha de trigo. "Algunos que creen que guardándose parte de la cosecha me van a hacer correr", lanzó. Sobre el final de su discurso, Cristina destacó la presencia de Susana Trimarco, madre de Marita Verón, y reiteró su pedido por la reforma judicial. "Que nadie me venga a hablar de seguridad si antes no me habla de reforma de la Justicia", expresó. También destacó la reforma política lanzada en 2009 porque "hoy permite que todos los partidos políticos tengan la misma oportunidad en la televisión, la radio y publicidad" y cuestionó a los candidatos opositores que "todos conocemos porque son siempre los mismos con distintos nombres y disfraces". Por último dijo a los militantes presentes en el acto que "siempre voy a estar junto a ustedes, desde cualquier lado, porque ante todo soy una militante peronista".

La restricción externa: ¿Un condicionante en la recuperación económica?

Mientras la economía mundial continúa siendo un rompecabezas desfavorable para la Argentina, el mercado interno sostenido por el consumo mantiene los niveles de empleo. Por Lisandro Mogliati - Lic. en Gestión de Negocios Internacionales Entre las noticias de la semana seguramente el debut del CEDIN como alternativa para la “captura” de dólares que están fuera del sistema financiero, fue toda una novedad, tratando de presentarse como nueva herramienta de ahorro e inversión en “ladrillos” (justamente el sector inmobiliario es uno de los más afectados por la inmovilización del mercado “verde”). Si bien hubo algunas operaciones, no es tiempo aún de evaluar el impacto potencial que pueda tener el CEDIN en la economía argentina, que busca dólares para recomponer sus cuentas (principalmente las cuentas públicas y el nivel de reservas del Banco Central). Las luces amarillas de la economía no son patrimonio exclusivo de la Argentina y la macro internacional no ayuda para avanzar en una pronta recuperación vía el sector externo, la revalorización a nivel mundial del dólar es un problema para la competitividad y es además un enemigo potencial para la continuidad del “boom” de los comodities agrícolas con precios altos y sostenidos. Tampoco es alentador para nuestro país el panorama de la producción de soja y maíz en EE.UU que ajusta hacia arriba las previsiones de la próxima cosecha y está forzando a la baja la cotización a futuro de la oleaginosa, principal complejo exportador de producción primaria y de manufacturas de origen agropecuaria del país. China tampoco ofrece garantías de acompañar en una mejor perspectiva, su economía viene enfriándose y esto puede tener dos efectos colaterales negativos, uno es que pueda mermar la demanda y el precio de los alimentos (cuestión que afectaría principalmente a nuestro país y a su socio estratégico, Brasil) y la otra es que fortalezca su avalancha exportadora de manufacturas a precios insólitos (eventualmente en dumping) que alcanzarían distintos mercados mundiales, afectando las industrias nacionales, que no están en condiciones de competir contra los costos chinos. (ver http://lisandro-mogliati.blogspot.com.ar/2013/03/crisis-mundial-contagio-y-recuperacion.html). Especial atención debemos prestarle a la evolución de Brasil, tanto en términos económicos como políticos, a la conflictividad social que atraviesa nuestro socio del MERCOSUR, debemos añadirle (tal vez una sea causal de la otra y viceversa) la retracción de su economía. Pues cuando el nivel de actividad económica se contrae en Brasil, tiende el real a depreciarse y entonces las exportaciones argentinas, se distancian en términos competitivos de Brasil y las importaciones procedentes del vecino país, tienden a acercarse, acentuando la salida de dólares de la Argentina producto del quiebre de nuestra balanza comercial; al egreso de divisas de nuestro país, debemos añadirle, como factor negativo, la conflictividad que ocasiona en términos políticos, el comercio regulado, por cuanto Brasil viene reclamándole a la Argentina la flexibilización de las importaciones y la supresión de restricciones no arancelarias, de todos modos, lo mismo que Brasil exige eliminar a nuestro país, se implementa en (casi) todos los países que terminan por erigir barreras al ingreso de manufacturas importadas, como mecanismo de protección acentuado en épocas de crisis. Es dable destacar, adicionalmente, que Brasil durante el primer semestre del año, registró un déficit de 3.000 millones de dólares, el peor resultado en los últimos 18 años, situación que no aporta un panorama confortador para la reactivación argentina vía Brasil. Aquí es importante también la definición del acuerdo automotriz del MERCOSUR, la resolución definitiva de la Política Automotriz Común del Mercosur (PAM), porque gran parte del comercio con Brasil está dado por la venta de vehículos, por ejemplo, las automotrices nacionales exportaron en los primeros cinco meses del 2013, más de 180.000 unidades casi todas con destino a Brasil, lo cual mostró una suba del 26 por ciento durante el período. En tanto, en la Unión Europea tampoco aparecen noticias que animen una superación del parate recesivo de la economía del principal bloque de integración regional, la negativa a un direccionamiento por parte del Banco Central Europeo (BCE) y su “alter ego” el gobierno alemán, para contar con una moneda más competitiva, que les permita exportar a las economías que más fuerte han sentido el cimbronazo de la crisis (España, Italia, Portugal, Francia, etc.) y seguir ajustando sus presupuestos, llevan a una encerrona que terminará por hacer colapsar al “euro” y por extensión a la estabilidad integracionista europea que lleva más de 60 años de cohesión (ver http://lisandro-mogliati.blogspot.com.ar/2011/11/se-fragmenta-la-union-europea.html). Además esta semana, hubo un franco retroceso en las relaciones entre la Unión Europea y América Latina (la UNASUR principalmente), debido a la prohibición de uso del espacio aéreo de varias naciones de la UE al Presidente de Bolivia, Evo Morales, acusándolo de transportar como “polizon” al ex analista de la CIA estadounidense, Edward Snowden, quien tiene pedido de captura internacional. Una medida torpe e infundada de varias cancillerías europeas que pasaron por arriba del derecho internacional y del sentido común, con una actitud propia de un neo-colonialismo y una subestimación que no reconoce antecedentes modernos. Esta circunstancia también genera ruidos en el acuerdo de libre comercio Unión Europea – MERCOSUR que ya viene languideciendo y no necesitaba de este altercado diplomático para seguir su rumbo a la disolución irreversible. En definitiva, el sector externo no ofrece a la Argentina un panorama óptimo para estimular una recuperación, no obstante la política nacional de sostener el mercado interno a fuerza de consumo, promueve un circulante en la economía, que si bien sustenta un aumento de precios debido al fortalecimiento de la demanda, logra en lo coyuntural y a la espera de mejores señales de la economía internacional, el sostenimiento del nivel de actividad económica y el empleo, un aspecto no menor en un panorama mundial de extrema complejidad económica, financiera y políticamente inestable.-

CFK: "Iniciemos una nueva etapa entre el pueblo y las Fuerzas Armadas"

› ACTO EN EL COLEGIO MILITAR
CFK: "Iniciemos una nueva etapa entre el pueblo y las Fuerzas Armadas" Durante el juramento de los nuevos jefes de las FFAA, la Presidenta habló de una "refuncionalización" en las tareas militares y subrayó "la necesidad de comprender que las Fuerzas Armadas son un componente vital para la unidad nacional, la solidaridad y el desarrollo de un país con inclusión social e igualdad". Cristina sostuvo que la profundización del trabajo solidario de las FFAA en situaciones de emergencia social "va a ayudar a cerrar la brecha abierta con la sociedad en épocas trágicas". La jefa de Estado explicó que la renovación de la cúpula militar y la creación de la Secretaría de Coordinación Militar de Asistencia en Emergencias y la de Ciencia, Investigación y Desarrollo "no son cambios solo formales sino conceptuales". Cristina señaló que el trabajo conjunto entre el Ejército y miles de jóvenes voluntarios durante la reciente tragedia por las inundaciones en La Plata "nos hizo ver con claridad la necesiadad de afrontar una nueva etapa en cuanto al rol de las FFAA". La Presidenta consideró que a través de la solidaridad de las fuerzas militares en la atención a las situaciones de emergencia se podrá "cerrar la brecha que se abrió en épocas trágicas". "No hay mejor forma de hacerlo", aseguró. La jefa de Estado indicó que "en esta nueva etapa sabremos valorar épocas pasadas no para reprocharnos sino para que nazca una nueva solidaridad" y sostuvo que "la vestimenta o un uniforme no pueden definir la calidad de un ciudadano sino el compromiso con el pueblo, la nación y la patria". "La subordinación a la democracia, a la Constitución y la bandera para defender a la Patria es exigible a los 40 millones de argentinos, no sólo a los militares", agregó. Por eso, la mandataria resaltó que "la historia, la real y que todos sabemos, debe ser la experiencia base para construir nuevas experiencias, para seguir transformando los destinos de la nación con inclusión social e igualdad". Cristina habló también de la importancia del rol de la nueva Secretaria de Tecnología y Desarrollo de la Defensa para afrontar con "mayor fuerza de defensa y persuación los tiempos que corren". "Todos juntos podemos construir una historia nueva, no sin antecedentes", insistió. De esta manera, la Presidenta acompañada por el flamante de Defensa, Agustín Rossi, puso en funciones al general de brigada Luis María Carena al frente del Estado Mayor Conjunto, en reemplazo del brigadier general Jorge Chevalier. Y también al nuevo jefe del Ejército el general de división César Milani; al comandante de la Armada, Gastón Erice; y al de la Fuerza Aérea, brigadier mayor Mario Callejo. Esta mañana, el Gobierno nacional informó mediante el Boletín Oficial el retiro obligatorio del contraalmirante auditor Alfredo Italo Torrada como parte de los cambios ordenados dentro de la cúpula de las Fuerzas Armadas. Con el de Torrada fueron 36 los pases a retiro firmados por Rossi, la mayor renovación de autoridades militares desde la dispuesta por Néstor Kirchner al inicio de su mandato.

Cristina: "Lo que le hicieron a Evo es una humillación a Sudamérica"

Lo afirmó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el acto realizado en Palomar, sobre la situación sufrida por el mandatario boliviano. Morales pasó más de 12 horas detenido luego de que varios países europeos le prohibieran sobrevolar su territorio por sospechar que viajaba con Edward Snowden. "Europa tiene vestigios de un colonialismo que creíamos superado", expresó Cristina. En el acto realizado en el colegio Militar de Palomar, donde la Presidenta puso en funciones a la nueva cúpula de las Fuerzas Armadas, Cristina expresó su desagrado ante los hechos ocurridos ayer en Europa con Evo Morales. "El presidente de Bolivia, con su avión militar, presidencial, fue ilegalmente detenido en la vieja europa, y no lo digo como una frase hecha. La vieja Europa todavía tiene vestigios de un colonialismo que genera humillación al continente sudamericano", expresó la primera mandataria sobre el secuestro (así lo denunció el propio presidente boliviano) de países europeos a Evo Morales, que pasó más de 12 horas luego de que varios países europeos le prohibieran sobrevolar su territorio por sospechar que viajaba con Edward Snowden. "Tenemos que entender la necesidad de unidad nacional y sudamericana, basándonos en la historia desde la liberación política y geografíca. Luego, mas tarde, confusiones y estrategias de algunos nos hicieron confundir el rumbo y no permitieron la construcción de la gran nación", se refirió en torno a la construcción de la Patria Grande. "Es importante no confundirse, tenemos que terner relaciones con todo el mundo, pero desde la soberanía, la única subordinación que tenemos es con la Patria. Esto, no sólo es para exigir a militares, sino a todos los habitantes y ciudadanos del país. Recordemos que cuando nos tocó librar la batallla de lo que es nuestro allá en el sur, sólo nos ayudaron nuestros hermanos sudamericanos y los quienes nos llamaron majestuosos siguen colaborando con el enemigo", marcó en torno al conflicto por Malvinas y el apoyo de los pueblos latinoaméricanos. "Anoche cuando intentaron impedir el paso de un Presidente sudamericano, hicieron lo mismo que décadas atrás. Europa tiene vestigios de un colonialismo que creíamos superado", dijo la mandataria. Y afirmó: "Fue una humillación a Sudamérica".

CRISTINA KIRCHNER PRESENTO A LOS CANDIDATOS DEL FPV

“Tenemos que ganar otra década” “La Argentina es gobernada desde 2003 por un proyecto nacional y popular”, dijo la Presidenta, y destacó que “hay una sola fuerza política que tiene el mismo nombre de siempre. No nos disfrazamos de nada nunca”. Cuestionó a la oposición y a la Corte Suprema de Justicia.
Eran dos. Un hombre y una mujer. Estaban de blanco. Sostenían una bandera argentina que iba del techo hasta casi rozar las cabezas de la gente. Suspendidos sobre la multitud, los artistas de Fuerza Bruta recorrieron de un lado al otro el microestadio de Argentinos Juniors, justo cuando hizo su entrada la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. A sus espaldas, quedaron los candidatos del Frente para la Victoria de todo el país y once gobernadores que asistieron al acto (entre ellos, un circunspecto Daniel Scioli). Los candidatos habían sido presentados con un repaso de las cifras de la gestión kirchnerista en cada provincia. Con cuatro pantallas gigantes de fondo, CFK se puso al frente de la campaña: remarcó que el suyo era el único espacio que se presentó en los últimos diez años con el mismo nombre. “No nos disfrazamos de nada”, lanzó, en un discurso en el que tuvo críticas alusivas a la oposición y al último fallo de la Corte Suprema. “Tenemos que ganar otra década para recuperar 50 años de atraso”, sostuvo. Cuatro pantallas gigantes reinaban sobre el escenario con la bandera argentina flameando como imagen. El microestadio Malvinas Argentinas se fue llenando de a poco, en su mayoría, por jóvenes que se sentaron en sillas de plástico en el campo o que saltaban en las plateas. Los bombos sonaban desde temprano y las banderas cubrieron las paredes. En el atril y a los costados del escenario estaba el eslogan que eligió el kirchnerismo y que consta de tres verbos, dos en infinitivo y uno en gerundio: “Elegir seguir haciendo”. El acto empezó a las 12.35, cuando comenzaron a entrar los candidatos de cada provincia. Empezaron en Tierra del Fuego y Jujuy y fueron recorriendo el país, mientras en una pantalla gigante el mapa de la Argentina se acercaba a cada provincia y la locutora leía cifras de la gestión. En general, mencionaba la Asignación Universal por Hijo (AUH), las netbooks repartidas con el programa Conectar Igualdad y la reducción de la pobreza desde 2003. Con un ritmo de batucada de fondo, los candidatos iban entrando y se ubicaban en las sillas al fondo del escenario. El candidato por Santa Fe, Jorge Obeid, fue el que recibió la primera ovación. Varias de las candidatas eligieron vestirse con un gabán rojo, como Carolina Sco-tto, que se postula en Córdoba. La multitud estalló cuando entraron los de la provincia de Buenos Aires, con el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, a la cabeza. La jefa del bloque kirchnerista en Diputados, Juliana Di Tullio –que vestía de negro, con una pollera larga– lo abrazó a Insaurralde, Héctor Recalde ensayó un pasito, Carlos Kunkel hacía la ve. Cuando entraron Daniel Filmus y los nietos recuperados Juan Cabandié y Victoria Montenegro, les cantaron: “A pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos, no nos han vencido”. Montenegro se abrazó con Paula Español y saltaron juntas mientras cantaban. Carlos Heller tenía el puño en alto. Por último, entraron los gobernadores. Disfraces tan premeditados El escenario se oscureció y un video se proyectó en todas las pantallas. Ahí se pudo ver a Néstor Kirchner diciendo: “Queremos una Corte Suprema que sume calidad institucional y la actual dista demasiado de hacerlo”. A Hugo Chávez gritando en Mar del Plata: “ALCA... ALCA... ¡Al Carajo!”. A la propia CFK en distintos momentos de su gestión. Hubo oportunidad para el abucheo de los kirchneristas cuando mostraron una tapa de Clarín que decía: “La oposición busca ya cómo revisar la ley de medios”. En ese momento, entraron los artistas de Fuerza Bruta con la bandera gigante. Y casi al mismo tiempo ingresó CFK, mientras de fondo se veían los festejos del Bicentenario y la Casa Rosada con fuegos artificiales de fondo. La Presidenta lloró, muy emocionada. “Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación”, le corearon. Se acercó a saludar a los que estaban cerca del escenario, sonrió. Eran las 13.35 cuando empezó su discurso, que duró cerca de 40 minutos. “Acá, en la ciudad, están las 23 provincias para recordar que no somos solo lo que aparece en televisión. Somos un país”, dijo. “La Argentina es gobernada desde 2003 por un proyecto nacional y popular. Es increíble que se le haya escapado a tanto politólogo y tanto analista político. Miren el mapa: desde 2003 hay una sola fuerza política que tiene el mismo nombre de siempre. No nos disfrazamos de nada nunca”, lanzó. Luego aclaró: “A mí me encantan los disfraces, pero para el Carnaval. En la política no nos gustan”. Sobre los candidatos, dijo que no son “de Cristina, sino del proyecto nacional y popular”. “Van a tener que bancarse el ataque despiadado –les advirtió–. Yo ya estoy acostumbrada. Tengo el cuero así de grueso. Pero son tan mediocres que atacan a los que no están y dieron la vida por su patria.” “Pero la memoria del pueblo es más importante que cualquier título periodístico”, afirmó. CFK volvió luego sobre las figuras históricas del peronismo: “Tenemos que tener la fuerza de Eva Perón, la mujer más atacada de la historia”. La Presidenta pidió no contestar los agravios. Hay para todos Luego llamó a ganar “una década más” y su discurso viró a cuestionar a la oposición, sin mencionar a nadie por su nombre. “Tenemos que garantizarle a cada jubilado que no van a poder hacer lo que hicieron con las AFJP. Y también con la AUH, esa que algunos critican. El motivo es que no pueden contratar por dos pesos a la gente como hacían antes”, definió. “Cuando pasó lo de la Fragata Libertad decidieron iniciar una colecta –recordó CFK una iniciativa opositora–. Hoy Ghana les hace pagar ocho millones de dólares a los fondos buitre. Miren si les hubiéramos hecho caso.” Recordó, además, la reducción del 13 por ciento a los jubilados y los intentos de reducir el presupuesto de las universidades durante el gobierno de la Alianza. También rememoró que en 2010 la oposición bloqueó la votación de Presupuesto. “Sólo palos en la rueda”, resumió. En otro tramo de su discurso, CFK se metió de lleno con la inflación: “Los gobernantes eligen si van a decir que la inflación es culpa de los trabajadores y no de los empresarios que remarcan los precios. Decidimos acordar listas de precios. Claro que para eso hay que pelear un poco. Ahora instalaron que todo es consenso”, dijo la Presidenta, y saludó a los titulares de la CGT oficial, Antonio Caló, y de la CTA, Hugo Yasky. Luego les preguntó si no tienen que pelear para conseguir salarios. Y recurrió a otros ejemplos de la vida cotidiana: “Nos quisieron instalar que la vida es rosa, pero no lo es. Cuando alquilás, ¿no peleás el precio hasta que se ponen de acuerdo?”. “Lo importante es elegir de qué lado estás”, afirmó, en una frase que repitió varias veces. También les dedicó un párrafo a los pueblos originarios. Hablaba de llevar civilización a todos los puntos del país y se rectificó: “Tienen más civilización que nosotros”. Se refirió a un encuentro que tuvo con el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz y con el canciller boliviano David Choquehuanca. “Si buscan pueblos originarios, en Bolivia están todos. Y gobernando, no sólo en un programa de TV o en algún ejercicio snob de alguien”, advirtió CFK y entre el público surgió casi naturalmente el recuerdo del encuentro del papa Jorge Bergoglio con el cacique qom Félix Díaz. El gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, la escuchaba atento desde su silla. “Tenemos que aprender de esas culturas”, afirmó la Presidenta. Teléfono para dos CFK siguió sin mencionar a nadie, aunque algunas alusiones fueron rápidamente festejadas por sus seguidores. Por ejemplo, cuando dijo: “No es posible tener desuniones que no se pueden explicar, salvo con frases de ocasión. Me gustaría que me explicaran cómo podemos hacer mejor las cosas, pero con cifras y argumentos”, afirmó en lo que muchos interpretaron como un dardo para Massa. En seguida, le llegó el turno a la Corte Suprema. “Duele a los oídos y hiere la inteligencia de los cuarenta millones de argentinos que nos impidan votar, que puede haber un ghetto que se crea sacralizado”, les dedicó. “No hablo de impuestos, porque vieron que se enojan cuando hablamos de los impuestos”, afirmó. “Vamos por la profundización de la democracia en la Justicia, por el voto popular”, insistió. Su discurso finalizó con una lluvia de papelitos celestes y blancos. Los candidatos bajaron y bailaron al ritmo de la canción de Estelares: “Un día perfecto”.

Foro en defensa del Proyecto Nacional y Popular

El Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, fue el invitado especial del primer Foro en Defensa del Proyecto Nacional y Popular, que contó con más de 250 militantes.