Argentina en disputa: ¿hacia dónde vamos?. Por Antonio Muñiz

 ¿Qué tiempos son estos en los que tenemos que defender lo obvio?  Bertold Brecht

La incertidumbre  crece en el panorama electoral. A pocas semanas de las elecciones del 22 de octubre es difícil predecir el comportamiento de una parte importante de la sociedad. Por el momento existen tres candidatos que se disputan en el ingreso a un ballotage, en noviembre.  No hay nadie hoy que pueda afirmar con certeza cual es el próximo escenario.


Los analistas dudan porque tampoco las encuestas pueden dar una respuesta con un margen de certeza. La crisis de credibilidad de gran parte de la sociedad también alcanzan a los encuestadores, a los analistas y a los periodistas, que  terminaron siendo parte de un sistema político en total decadencia.

La próximas elecciones no solo definirán quien o quienes gobernaran los próximos cuatro años , sino que marcaran el destino de Argentina en los próximos cincuenta años.

La urgencia de la crisis económica actual, dolar, inflación, bajos salarios, deuda, etc, no debe tapar la discusión sobre que modelo de país queremos tener en el mediano y largo plazo.

 

La Argentina atraviesa, una vez más, una de sus crisis de sector externo.

Su estructura productiva estrativista, el bimonetarismo y sobre todo la deuda externa, un condicionante permanente, por los menos desde la década del 70,  explican las grandes crisis que cíclicamente golpean sobre el crecimiento y la estabilidad del país.

A los problemas históricos que el país  acarreaba desde hace décadas, se sumó la deuda contraída por Mauricio Macri de 47 mil millones de dolares, en condiciones impagables y usurarias,la guerra,  la pandemia y luego la peor sequía de la historia y por ultimo el accionar del FMI fueron completando el circulo de agobio.

La sequía generó una caída de las exportaciones cercana a los 20 mil millones de dólares, pero lo mas perverso fue el manejo del FMI. La negociaciones llevadas adelante por Sergio Massa resultaron  tortuosas porque fueron “corriendo el arco”, ante cada posible cierre iban poniendo mas condiciones.

El atraso de los desembolsos comprometidos,  que debían llegar en junio llevó al límite la situación de las reservas internacionales, exacerbando las expectativas de devaluación, ampliando la brecha cambiaria y acelerando la inflación. Independientemente de la llegada final en agosto el daño ya estaba hecho. La devaluación  obligada por el FMI  al gobierno post las paso, completó el perjuicio a la política económica, ya de por si deteriorada, generando un golpe inflacionario que vació  el bolsillo de la población asalariada y en la credibilidad del gobierno.

Siempre en política hay que tener una estrategia de corto plazo, pero supeditadas a los grandes objetivos a largo plazo.

En el corto plazo el próximo gobierno deberá tomar medidas muy rápidas y concretas, pero de muy difícil ejecución para resolver los problemas, por ejemplo la dolarización propuesta por Milei, o eliminar el cepo,  propuesta por Patricia Bulrich, o sea quitar  los controles y la unificación cambiaria en el primer día de gobierno,  generarían una caída fenomenal de los ingresos, descargando los costos del ajuste sobre los sectores medios y populares que ya se encuentra sumamente golpeados por la pérdida de poder adquisitivo del salario y la precarización laboral. Con el agravante que pueden en el corto plazo desatar una hiperinflación , que termine de pauperizar los salarios de la mayor parte de la población.

El recorte del gasto  publico, exigido por el FMI,  en áreas clave como salud, educación o prestaciones sociales profundizaría el malestar colectivo al tiempo que destruirá el tejido social y la vida en comunidad de la mayor parte de la población, .

La sujeción a las políticas del FMI, además, tendrá un impacto negativo sobre todo en la imposibilidad del futuro Gobierno para llevar adelante una política económica autónoma se  agravara  sobre todo si se busca la dolarización o un esquema  bimonetario. La economía del país quedaría totalmente atada a cualquier shock externo y sin herramientas para afrontar un ciclo económico recesivo. La experiencia mas cercana fue la convertibilidad de Menem – Cavallo que  culminó en la peor crisis económica y social de la historia argentina,(2001).

Las urgencias de la coyuntura, innegables, pueden llevar a políticas aun mas desastrosas y dañinas para la mayor parte de  la población. Ya hemos vivido etapas donde “la mala praxis económica” solo han agravado las crisis en lugar de corregirla.

Las políticas sugeridas por el FMI y alentadas por algunos grupos económicos concentrados y los economistas militantes del neo liberalismo han generado históricamente ajustes brutales en el gasto publico, pero sobre todo en salarios de los trabajadores y jubilaciones y pensiones.

Esta políticas de ajuste permanente y apertura de la economía seguramente llevaran a una recesión importante, con el consecuente cierre de empresas pymes y un aumento importante de la desocupación y la pobreza.

La Argentina tiene una oportunidad histórica.

Los partidos políticos opositores, con sus aliados el periodismo corporativo militante, cargan las tintas sobre la crisis actual, en ningun momento plantean o ponen en discusión el futuro. Porque ellos necesitan la crisis, real o inventada, para justificar luego sus políticas de destrucción de las instituciones del estado y el entramado productivo destinado al mercado interno. Esto lo explicó ya hace décadas Naomi Klein en su libro “La doctrina del shock”.

Por ello desde el campo popular hay que insistir en discutir el futuro, ¿que país queremos tener en el mediano y largo plazo? ¿Cuales son nuestras oportunidades y amenazas?

En los próximos años el panorama para Argentina se puede pensar con optimismo. El pago de la deuda es relativamente  baja para 2024 y 25. Ademas  comienzan a dar fruto las inversiones  que el actual gobierno llevó adelante en Vaca Muerta, en el gasoducto Nestor Kirchner  y en la actividad minera, con el incremento de las exportaciones y el mayor ingreso de divisas vía el comercio exterior positivo.

La Argentina cuenta con abundantes recursos naturales tanto en agro alimentos, como en energía y minerales que cumplirán un rol clave en la próxima década: el litio para las baterías eléctricas, el gas,  las energías renovables,  energía eólica, el hidrógeno verde. Esta potencialidad de nuestro país de generación de energías limpias abren oportunidades de nuevos paradigmas productivos y cambios tecnológicos.

También hay que tener en claro que estas oportunidades y recursos ponen a nuestro país como un territorio en disputa.

Hay fuertes intereses, tanto internos como externos, para sigamos siendo un país de base extrativista, rentistico financiero, exportador de commoditys, sin industrias, basado en solo en servicios. 

La disputa es por la apropiación de lo excedentes que esta situación va a generar. Nuestra burguesía, aliada a los fondos buitres, trabajan nuevamente para el fracaso del país. Su lógica es siempre la misma apropiarse de los recursos y luego fugarlos.

Es necesario romper la lógica neo liberal que nos ha condenado al fracaso en los ultimo cincuenta años.

La larga experiencia argentina y de muchos países marcan que la existencia de grandes recursos no garantizan el desarrollo ni el bienestar. Que solo la industrialización de esos recursos garantiza generar mayo valor agregado, y que el excedente se vuelque hacia dentro y con ello una sociedad mas justa e integrada

La salida en una política activa de desarrollo industrial, agregar valor a la producción primaria, sostener el proceso de sustitución de Importaciones, promover el mercado interno con buenos salarios.

 En ese sentido el Estado tiene un rol fundamental, se requiere una estado activo, participante, “un estado desarrollador”movilizando y articulando los recursos humanos y materiales en logro de esos objetivos

Ademas  el estado debe tener presencia activa en aquellas áreas donde el capital privado no puede o no quiere estar. Una de esas áreas en el campo de la innovación científica tecnológica  generando los incentivos para que la generación de ese  conocimiento y que a su vez sea utilizado por el sector productivo.

Esta política de fomento es clave para que la  Argentina pegue el salto tecnológico y se inserte en la próxima revolución industrial que ya esta desarrollándose en el mundo

Estas son las políticas que adoptaron todos los países centrales en las etapas tempranas de su desarrollo, o que recobraron protagonismo en las ultimas décadas, como los países Bálticos,  Israel, los tigres asiáticos, China o India: gasto creciente en educación, ciencia y tecnología, regímenes de protección a sectores de la producción local, sobre todo conapoyos  amplios a su industria.

Las propuestas tanto de Milei como del Pro de achicamiento del estado y desregulación absoluta del mercado con la falsa promesa de atraer una lluvia de inversiones solo mostraron hasta ahora su falacia y escenarios en contrario de mayor reprimarización de la economía, consolidando la pobreza, la desocupación , la extranjerización y la dependencia tecnológica.

Lo que se define en las próximas elecciones, entonces, no es solo cómo resolver la crisis económica y social actual en el corto plazo, sino el perfil productivo y social de la argentina en la próximas décadas.

Los desafíos en este sentido siguen siendo los mismos, quien se apropia del excedente o de la riqueza generada por toda la población. Si es un pequeño grupo de empresas trasnacionalizadas para su fuga posterior o esa riqueza es volcada en el desarrollo de la industria, en la generación e trabajo, en la educación y la integración y el bienestar de todos los argentinos.

Las propuestas neoliberales, son cantos de sirena, que  no solo profundizaran el deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la población, sino que implicaran perder una oportunidad histórica para pegar el salto al desarrollo.

Antonio Muñiz

Motor economico /7

«Una democracia intervenida». Antonio Muñiz

 

Notas de Opinion:

40 años de democracia – Universidad Nacional Arturo Jauretche

 


 “Somos responsables de la formación de las nuevas generaciones, ayudarlas a ser capaces en la economía y la política, y firmes en los valores éticos. El futuro exige hoy la tarea de rehabilitar la política (…), rehabilitar la política, que es una de las formas más altas de la caridad” Papa Francisco.

A cuarenta años de la reinstauración de la democracia en la Argentina se ha abierto un profundo debate.  Es claro que la democracia argentina entró en un proceso de crisis, producto de la aparición de figuras políticas con un discurso anti democrático, negacionista que la cuestionan y para peor reivindican a los gobierno militares, en especial ultimo proceso cívico militar .

Es indudable que para que este discurso prenda en la sociedad hay un fracaso de la democracia como herramienta de convivencia social y como articuladora en la resolución de los problemas que afronta cualquier sociedad.

Haciendo un balance de estos cuarenta años, lejos quedan  los tiempos donde Raul Alfonsín   decía en sus discursos “con la democracia se come, se educa, se cura”.

El proceso democrático ha mostrado su fracaso en esa garantía básica que prometía Alfonsín allá por 1983. Hoy los números de la economía y de la realidad social son totalmente desfavorables para la mayoría de los argentinos. Un nivel de pobreza e indigencia supera el cuarenta por ciento de la población, con indices mayores para los sectores juveniles. Estos números muestran con crudeza el fracaso de las políticas económicas y sociales implementados en estas décadas

Una democracia intervenida.

 La democracia surgida en 1983, nació con una herencia perversa, la deuda externa y la sugesión a los dictados del FMI.

Estos condicionantes, que venían gestándose desde 1955, se corolan durante el proceso militar, con el programa político y económico de Martinez de Hoz, que expresaba las ideas de la burguesía mas concentradas y extranjerizada y sobre todo los intereses del Departamento de Estado norteamericano, expuestas  en el Consenso de Washington .

 El proceso cívico militar no solo cambio la matriz productiva, pasando de una lógica de producción y trabajo a una lógica rentistica, financiera y extrativista, sino que también fue un intento de formateo de toda cultura argentina anterior.

El neo liberalismo global  ha escindido  el terreno de la economía y la política, queriendo convertir a la economía en una ciencia autónoma, con sus propias leyes y lógicas. Así con la primacía de la economía, lo político queda circunscripto a algunas esferas de lo estatal y el ciudadano ejerce su  derecho político solo en el momento de votar.

 

En esta lógica  todos los hombres están obligados a aceptar al Dios-mercado como único verdadero, a cumplir sus preceptos y a practicar su culto. Su doctrina son las ideas neo liberales, su acto de Fe,  “la mano invisible”, su brazo ejecutor el Fondo Monetario.

Según los sacerdotes de esta doctrina la mano invisible tiene la capacidad de armonizar estos comportamientos individuales, que buscan siempre lo mejor para cada persona de manera egoísta y convertirlos en un bien general para toda la comunidad.

Para sintetizar queda la muy cuestionada conclusión: “El interés general deviene de la suma de los intereses particulares”. O la famosa sentencia de Margareth Thatcher “no existe la sociedad, solo existen los individuos”.

Desaparecen así conceptos básicos como “comunidad, bien común, destino común, patria y nación, etc.”

 

Aquellos que osen violar las normas del mercado, serán ex comulgados y condenados por “herejes”, “populistas”, “socialistas”, etc.

La “democracia” burguesa, liberal, representativa y occidental,  institucionaliza esta  situación. Pone lo social y sobre todo lo político bajo al órbita de economía y sus “leyes naturales” y los dictámenes del mercado. Convierte, en el mejor de los casos,  al ciudadano, el “hombre como ser politico” en un mero “hombre consumidor”.

Así, a pesar de los graves problemas que nuestras sociedades soportan, la respuesta del sistema es la fragmentación y la despolitización de la sociedad.

Se intenta  vaciar de contenidos al debate,  discursos light, sin mayores ideas ni profundidades. Los problemas se van a resolver  en la economía, en “la gestión eficiente” de los Ceos.

Lo más grave es que muchos sectores de “izquierda” y “progres” han ido comprando este discurso y lo toman como propio. Para ver el bochorno de esto es la izquierda socialdemócrata europea  que se convirtió en adalid y defensor del neo liberalismo, tirando por la borda más de 200 años de lucha populares, o ciertos partidos de origen popular y  del progresismo latinoamericano, que acompañaron acríticamente el modelo neo liberal  imperante, siendo el menemismo el ejemplo más extremo y patético.

Como decíamos la post modernidad  despolitiza a la sociedad, circunscribiéndola a lo meramente electoral. Esta primacía de lo electoral desplaza al hombre, sujeto protagonista de la historia, a un mero rol de votante. Pero esta lógica electoralista desplaza también los debates de fondo en la sociedad,  la educación, la salud, el acceso a la energía, la vivienda, el transporte, la seguridad popular, etc.

Ya no “existe”  el pueblo organizado, empoderado, peleando poder y legitimando liderazgos, construyendo poder.

El protagonismo pasa así de liderazgos populares a liderazgos mediáticos, a aparatos políticos, a organizaciones civiles, sociales y religiosas de dudosos fines y oscuros financiamientos.

El político profesional reemplaza al dirigente y al militante, los armados puramente electorales reemplazan a los partidos políticos, con abundantes fondos para campaña publicitaria.  Lo político es mal visto,  y lo reemplazan grupos de “opina todo”, que solo gritan, pelean, insultan, con una total falta de expresión de ideas. Esta nueva forma de “debate político” está regida por el rating, siendo imposible en ese formato un debate serio y profundo de los problemas.

No es casual, es una forma más de despolitizar y fragmentar  la sociedad en la lógica del neo liberalismo actual, para que no haya un cuestionamiento profundo al status quo imperante. Y si lo hay quede circunscripto a grupos minúsculos de izquierda o progresista que no solo no ponen en peligro el modelo, sino muchas veces lo legitiman, por sus posiciones  infantiles.

Toda esta lógica de destrucción de lo político está asegurado por un aparato mediático y cultural concentrado que va generando un “sentido común”, tal que al decir de Duran Barba, el votante es un  “chico de 9 años, que no, ha  llegado al pensamiento abstracto, solo le llegan por las  emociones”

Así los actos políticos son actividades de jardín de infantes, con globos y baile, o un candidato que se muestra en el escenario como un rockstar, o con una motosierra rompiendo todo. Detrás  una propaganda basada en las “fake news”  (1) y la post verdad, que no son otra cosa q la base del pensamiento gobeliano “miente, miente que algo quedara”. (2)

Esta democracia queda acotada a lo formal y limitada por los grandes grupos económicos, que gobiernan tras bambalinas, que solo dan respuestas a sus intereses de negocios con una lógica predatoria de apropiación de la riqueza y los recursos de toda la comunidad.

Esto lleva a una frustración de los sectores populares, ya que no tienen respuestas a sus necesidades. Comienza así, alimentado también por los medios,  un sentimiento anti democrático, contra  la política y los políticos. Esta pérdida de expectativas sobre la democracia lleva a la búsqueda de salidas de derecha, autoritarias, negacionistas, xenófobas y fascistoide, como vemos en estos días con la candidatura de Javier Milei

En la democracia Argentina, solo en  los 12 años de gobierno popular la política volvió a tomar cierta primacía. Nestor Kirchner pagó la deuda y saco a la Argentina de la auditoria permanente del Fondo Monetario. Lamentablemente el gobierno asumido en 2016  volvió rápidamente a privilegiar la economía, endeudando y sometiéndonos al supervisión rígida del Fondo, quedando  el estado, ajustado e ineficiente, como un único camino para la política y lo electoral como el único espacio de lucha.

Así los medios de propaganda del sistema volcaran su idea de que el momento electoral es el momento cumbre, cuando el ciudadano emite su voto.

Esta forma de ver y hacer la política hace renunciar a toda pretensión de transformar o modificar algo de la realidad.

Tendiendo puentes: volver a la política. 

Es indudable y nuestra historia lo muestra con sangre y dolor, que la democracia es el mejor sistema de gobierno. Aun aceptando su limitaciones, estas se corrigen con mas democracia, no con la supresión de esta.

La constitución nacional tiene una frase perversa, que marca los limites a esa democracia: “el pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes”. Quien peticione en nombre del pueblo comete el delito de sedición.

 La respuesta de los movimiento  populares  debe ser la inversa, construir una democracia participativa y social, ir hacia formas  de democracia directa, construir  comunidad, unir, organizar  y re politizar.

Articular la política de otras formas, profundizar la relación directa con los sectores populares y sus organizaciones, tender puentes  para poder llevar adelante la política en todos los ámbitos y momentos. Sin descuidar lo electoral por supuesto, pero entendiendo la política como una acción permanente de organización y movilización  de los sectores populares, de confrontación con los factores dominantes.

Un estrategia en los sectores populares que tenga como un único camino lo electoral está condenada al fracaso de ante mano.

 Por supuesto que  la crisis global, el surgimiento de gobiernos progresistas débiles y el avance de proyectos neo conservadores autoritarios en la región, marcan una coyuntura compleja para el desarrollo de propuestas emancipatorias.

Sin embargo si queremos construir una alternativa popular necesitamos escuchar más, enseñar aprendiendo, “mandar obedeciendo”, generar espacios de dialogo  desde donde  construir comunidad  organizada, desde donde  pensar la política,

Estar en la lucha cotidiana, en la movilización,  sembrado ideas, construyendo organización y lazos comunitarios sin sectarismos ni exclusiones, politizando el debate para ir re politizando nuevamente a la sociedad.

Debemos dar batalla permanente a esta lógica de subestimación del hombre como sujeto político. El hombre es el centro  de la política, actor y artífice de su historia.

Hay que generar procesos de integración  que sumen y sinteticen la multiplicidad de movimientos  y agrupaciones donde se expresa lo popular,  todos los colectivos: religiosos, políticos,  gremios, movimientos, ong, culturales  y activistas del campo nacional y popular.

Debemos entender que el conflicto es inherente a la condición humana y a la vida en sociedad, que precisamente la política es el medio para resolver y superar conflicto y no el medio para esconderlos y/o negarlos.  

En definitiva construir una nueva síntesis política, que exprese toda la memoria histórica, toda la problemática de los sectores populares y medios,  con iniciativas político-sociales, ocupar el territorio y la calle y desde ahí  potenciar y multiplicar  la construcción de un programa nacional de liberación, que rompa las cadenas de dominación, generando un proceso de soberanía política, independencia económica y sobre todo justicia social.

 

 

 

  • Las fake news (español: noticias falsas) es un tipo de bulo que consiste en un contenido pseudo-periodístico difundido a través de portales de noticias, prensa escrita, radio, televisión y redes sociales y cuyo objetivo es la desinformación.
  • https://culturizando.com/los-11-principios-de-la-propaganda-nazi/

Sobre triunfos y derrotas. Por Antonio Muñiz

Finalmente Javier Milei, para sorpresa de muchos, es el nuevo presidente de los argentinos. Venció claramente al candidato del peronismo gobernantes por mas de 10 puntos. Hizo una brillante elección y ganó en distritos donde el peronismo parecía invencible, como en el NOA o le saco un empate en la provincia de Buenos aires. Este triunfo arrollador terminó también con muchos mitos de la politica argentina.

Era indudable que algo estaba cambiando por debajo de la realidad cotidiana, los sucesivos fracasos de los últimos gobiernos, la pandemia y la larga cuarentena, la inflación estructural, los bajos salarios, los indices de pobreza e indigencia, la falta de perspectivas de futuro para muchos, la falta de respuesta de la clase politica ante las necesidades de la población, fueron generando un caldo donde se fue generando el espacio para el surgimiento de un espacio político distinto. Así, como en muchos otros momentos de la historia, son corrientes subterráneas, difíciles de detectar, pero que en un momento determinado salen a la superficie como geiseres, que expulsan lo que esta debajo de la tierra, a veces, y no es este caso, de manera turbulenta.

A pesar de lo sorpresivo de la irrupción de Milei y su construcción que lo llevó al gobierno, este no es un hecho aislado, existen corrientes ideológicas globales y locales que le fueron dando sustento, que le fueron arando y preparando el terreno.

Argentina y los dos modelos: La lucha por la hegemonía

 

Antonio Gramsci fue el primero en plantear que la lucha por el poder primero se da en la sociedad civil, a través de la construcción de una “hegemonía cultural”. Esta batalla se da en los terrenos de la educación, la cultura, la religión, los medios y se triunfa cuando la mayor parte de la sociedad acepta como propio el “relato” que da sustento al proyecto que emana del poder.

En las sociedades modernas esta lucha por la hegemonía cultural y la construcción de un relato se dio de manera natural, aun desconociendo los análisis gramscianos. Gramsci describió un hecho que ya estaba en la génesis de la política.

En los años 70 el sociólogo Portantiero, introductor del pensamiento gramsciano en Argentina, planteo la hipótesis del “empate hegemónico”, es decir grupos en pugna luchando por la hegemonía, sin que ninguno pueda afianzar su relato sobre el resto

 “Cada uno de los grupos tiene suficiente energía para vetar los proyectos de los otros, pero ninguno logra las fuerzas necesarias para dirigir el país para imponer su modelo”.

 Portantiero señalaba que en Argentina ese empate hegemónico se inició con el golpe de Estado a Perón de 1955, sin embargo podría rastrearse hasta 1930, con la decadencia del modelo roquista liberal. O mas atrás en las luchas de las guerras civiles, entre unitarios y federales.

Si tomamos el ciclo  iniciado en 1930, surge un proceso de elecciones, intercalado por golpes cívico militares, pero que no significaban la construcción de una hegemonía permanente.  

En este contexto Argentina, hasta nuestros días, no ha podido construir un modelo hegemónico por sobre otros.  A lo sumo podemos hablar de “hegemonías débiles”. Hegemonías que podían imponerse transitoriamente y su relato era aceptado por una parte importante de la población, pero no por la mayoría.  O en muchas ocasiones esa mayoría era muy transitoria y terminaba agotándose en la gestión de gobierno.

Esos dos grupos, luchando por la masificación de sus relatos, también se neutralizaban y jaqueaban unos a otros.  Aun en situaciones de gobiernos militares muy violentos no pudieron imponer el relato del modelo elitista, neoliberal, agro exportador, conservador, a pesar de una fuerza represiva desatada sobre el resto de la población. Un fracaso evidente fue la Revolución Libertadora de 1955, o el golpe de 1976, que tuvieron como objetivo desperonizar el país, es decir aplastar todo vestigio de gobierno popular.

El empate hegemónico es la representación y explicación teórica de la “grieta”, y simboliza en sí mismo el fracaso de los dos sectores en pugna. Al ser una pelea de suma cero, que ninguno haya ganado significa que ambos perdieron. Es difícil en Argentina pensar hoy a la luz de la historia una victoria definitiva de una sobre otra, salvo que haya condiciones internacionales que vuelquen la balanza.

Tampoco parece probable una síntesis dialéctica entre una y otra, son modelos excluyentes, que encima tienen su base casi al mismo tiempo del nacimiento de la Nación.

Una hegemonía fuerte versus otra hegemonía fuerte da como resultado una sociedad frágil. Y una sociedad frágil produce un país pobre, siempre sujeto a cambios bruscos según el grupo que logre transitoriamente el poder. Lo imprevisible genera desconfianza y la desconfianza, anomia y decadencia.

La debilidad hegemónica  es hoy un fenómeno global. Casi todo el mundo occidental está en un proceso similar, producto de la crisis del capitalismo y de las secuelas que ha ido dejando el neoliberalismo globalizador.

Crisis políticas afectan a muchos  países. EEUU, luego de cuatro años de gobierno de Trump  y la vuelta al gobierno de los demócratas de la mano de Joe Biden. Está hoy en una   situación donde Donald  Trump podría arrasar en la las próxima elecciones, sino consiguen impugnar legalmente  su candidatura presidencial.

En Europa esta lucha esta latente en varios países y en otros alcanza niveles altos de conflicto, España por ejemplo. En otros países europeos de larga tradición social demócrata se ve aparecer cada vez con mas fuerza movimientos de derecha, violentos, xenofobos, de clara matriz fascista.

En casi toda Latinoamérica se dio el mismo fenómeno, el avance de gobiernos neoliberales, con agendas muy conservadoras, libre comercio y un alineamento acrítico con EEUU. La respuesta fueron grandes movilizaciones protesta y el surgimiento de gobiernos populares. Colombia, Chile, Brasil son ejemplos con sus matices locales. Ejemplos en contrario pueden verse en Perú y Ecuador, donde a pesar de grandes turbulencias, las derechas consiguen perpetuandose en el poder. Por la violencia y el golpe en Perú o por elecciones en Ecuador.

Latinoamerica en un territorio en disputa entre ambos modelos. La oleada de movilizaciones  que recorrió varios países en los últimos años fueron respuesta a la orientación de los gobiernos conservadores/ neoliberales que intentaron reformas laborales, previsionales y tributarias en beneficios de los grupos empresarios y por ende contra los intereses populares.

El ciclo neoliberal está agotado a nivel global y las clases dominantes usufructuarios de estas políticas necesitan un nuevo ajuste regresivo de gran magnitud sobre los países  periféricos y la  misma población de sus países.

La pandemia de Covid, la guerra de la OTAN  contra Rusia, el surgimiento de China como potencia hegemónica, la decadencia de Europa y EEUU y la consecuente guerra comercial, la violencia en Medio Oriente, la crisis ambiental y migratoria, el deterioro de los niveles de vida de los pueblos, etc, han puesto de crisis el modelo globalizador.

En este marco las élites globales  no logran reunir las condiciones políticas y la relación de fuerzas necesarias para llevar a cabo el reseteado de la sociedad global en su beneficio.

 La inestabilidad, la violencia, las oscilaciones, la falta de un modelo sustentable, hacen muy difícil la construcción de «gobiernos hegemónicos sustentables».

Esto no significa, a pesar del fracaso e impotencia del neoliberalismo, la desaparición de este modelo político ideológico. Por el contrario a pesar de sus limitaciones el neoliberalismo construyó  un relato que durante medio siglo  ha dejado secuelas culturales y  de organización política importante en muchos países.

Así en muchos países, por ejemplo Argentina, a pesar de sus sucesivos fracasos, han consolidado minorías activas muy fuertes, atentas a retomar el poder.

Un fenómeno global “nuevo” es la radicalización de esos sectores neoliberales hacia formas cuasi fascistas, violentas, xenófobas, anti derechos, etc.  En el caso Argentino se manifestó en el intento de asesinato de la vice presidenta Cristina Fernández de Kirchner, por un grupo de choque facistoide , pero apañando y financiado desde los núcleos empresariales del partido macrista.

Las crisis llevan a sectores  dañados a buscar salidas extremas,  irracionales , mágicas o primitivas pero que le generan a esos sectores “pertenencia y un “otro”, identificado como el enemigo.  Estos grupos son utilizados para sembrar el temor , el caos, que justifique salidas autoritarias y violentas.

En el caso argentino el fracaso del gobierno 2015/19 y la crisis interna del partido macrista, expresada en una feroz interna entre Bulrich y Larreta, que nunca encontraron el tono de sus discurso. Larreta prisionero del ala mas dura, incapaz de generar un relato convocante que superara el odio y la grieta, como era su intención y una Patricia Bulrich sosteniendo un discurso de odio y anti kirchnerismo vacío, sin propuestas convocantes, mas el liderazgo negativo de Mauricio Macri, que llevó adelante una estrategia de dinamitar el espacio que el mismo fundara, favoreció la aparición de un tercer candidato que los desplazo de la escena, Javier Milei.

El fracaso del gobierno de AF, azotado por la pandemia, la guerra europea, la sequía, un internismo feroz, la deuda con el FMI y la inflación y los bajos salarios, fueron  limando su poder y por sobre todo,  hubo errores políticos propios. Salvo en la primera etapa de la pandemia, la falta de coraje y ausencia de liderazgo por parte de AF, fueron manifiestas a lo largo de su gobierno, siendo al final de su mandato solo una caricatura de un presidente.

La figura de un candidato casi marginal pueda surgir es solo porque el fracaso de los gobiernos anteriores era manifiesto.

Es indudable que Milei aprovecha la construcción mediático cultural de odio, anti peronismo y anti kirchnerismo, y de cuestionamiento al estado y a la política que Juntos x sus socios, el multimedios Clarín y el núcleo de jueces federales de Comodoro py, construyeron durante varias décadas

Mas allá de las horas en pantalla de Milei y una eficiente campaña y utilización de las redes, tuvo la agudeza de plantear alguna propuestas que llegaron bien a sectores  golpeados por la crisis y el fracaso de sucesivos gobiernos, la dolarización, el cierre del Banco Central, sacar subsidios y otras medidas totalmente disruptivas, que harían saltar los privilegios de una casta política cuestionada. A los planteos vacíos de Bulrich y Macri de hacer saltar todo, Milei le puso propuestas concretas, aunque imposibles de llevar adelante, pero que al votante de Milei pareciera no importarle.

Le alcanzó en las PASO, donde dio la sorpresa, con los votos de  jóvenes desencantados y sectores medios y bajos golpeados por la crisis.

Era claro que no alcanzaba para una victoria en el balotage. Su escasa estructura politica se compuso por un conjunto  de oportunistas y garcas de diverso pelaje, enfermos psiquiátricos, terraplanistas, neonazis, odiadores seriales,  espiritistas, conservadores reaccionarios antiperonistas furiosos y nostálgicos del partido militar.

En un gesto de audacia y posiblemente desesperación Mauricio Macri dio un giro sorpresivo; intento acercarse a un Milei golpeado en la primera vuelta y entornarlo con su equipo de colaboradores.

 A la luz de los resultados es claro el éxito de la maniobra. Milei terminó sumando todos los votos  obtenidos por Juntos x el Cambio en la primera vuelta. Se verá en los próximos días cual es el costo que pagará Milei en cuanto a  ceder espacios de su gabinete y cuanto poder cede a Mauricio Macri en la definiciones finales. Habrá que ver si este matrimonio por conveniencia no termina en un divorcio escandaloso, como ha pasado con otras alianzas, que sirvieron para ganar una elección, pero no para gobernar.

Al cierre de esta nota se conocen los primeros funcionarios que acompañaran a Milei en su mandato. Ademas del discurso ante su partidarios en la noche del domingo  hizo declaraciones en los medio amigos. Hasta el momento no podido dar definiciones claras sobre sus primeros meses de gobierno, ni siquiera para los primeros días, donde se enfrentara a conflictos muy graves como el manejo del dolar, las conversaciones de traspaso entre el gobierno entrante y el saliente, la inflación galopante, etc.

Un mal manejo de la etapa puede desatar una corrida cambiaria, una corrida bancaria y un hiper inflación. Un escenario de catastrofe pero que puede servirle a Milei en su proyecto de dolarización y ajuste brutal.

Esperemos que prime el sentido común en el nuevo gobierno, una crisis de esa envergadura solo aumentará la pobreza y la indigencia, con una recesión muy dura que golpeará sectores de los trabajadores, la empresas y el comercio y abrirá un frente de conflictos en las calles.

 

Foro en defensa del Proyecto Nacional y Popular

El Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, fue el invitado especial del primer Foro en Defensa del Proyecto Nacional y Popular, que contó con más de 250 militantes.