El Modelo argentino para el proyecto nacional es el testamento político de Juan Domingo Perón. En ese, su último escrito, Perón planteó lisa y llanamente el camino que debíamos transitar como país. Planteó un proyecto de país, un modelo a construir, desde el año 74 hasta el año 2000.
La historia “oficial” que castiga al último Perón, tomándolo por un viejo gaga, decrépito, manejado por su entorno, que nada aporto dejando trunco y acéfalo la conducción de su movimiento y del país.
Sin embargo la realidad histórica muestra a un Perón, a pesar de su edad, lucido, claro en su pensamiento y sobre todo coherente con su línea histórica.
Los escritos de Perón y las acciones de gobierno apuntaron siempre a una comunidad organizada, un rol trascendente del estado, como regulador de la vida de los argentinos, la planificación económica como motor del desarrollo industrial y económico, una democracia social y directa que superara las limitaciones de la democracia liberal burguesa. La constitución de 1949, de avanzada en su época, los planes quinquenales, y el Plan trienal de 1973, mas sus escritos a lo largo de su vida muestran que estos objetivos eran claves en su pensamiento político.
¿Cómo se gesta el Modelo Argentino?
El último gobierno de Juan Perón se puso como objetivo la pacificación de los argentinos, luego de 18 años de proscripción, dictaduras, lucha armada. Las herramientas fueron un pacto social que establecía un acuerdo entre Gobierno, CGT y la burguesía nacional a través de la CGE, un plan trienal, mediante el cual se planifico la economía y el desarrollo, era la base para reconstruir la Nación. Estaba planificado llevar adelante un proyecto de reforma constitucional para 1975 que por supuesto la muerte del Gral Perón, dejo trunco.
Perón asume en un momento histórico de retroceso de los movimientos populares revolucionarios en Latinoamérica. Salvador Allende cae el 11 de septiembre de 1973, mediante un golpe militar, la caída del gobierno revolucionario de Juan José Torres en Bolivia en 1971 o la caída, también mediante un golpe interno, que hacer caer el gobierno popular de Velazco Alvarado en Perú en 1975. El autogolpe de Bordaberry en Uruguay en 1973, la dictadura militar en Brasil, etc, Esa nueva realidad latinoamericana mostraba el retroceso de todos los movimientos populares ante el avance de las oligarquías locales y el actor fundamental en la región, la Cia y el gobierno de EEUU, decidido a “poner orden en su patio trasero”. Perón como estadista ve este escenario y ve claro que el próximo objetivo era el proceso peronista en Argentina y la inviabilidad de cualquier gobierno popular solo focalizado en un país. Este escenario acelera algunas acciones destinadas a pacificar y unir a los argentinos. También seguramente la cercanía y conciencia de su muerte cercana haya generado la necesidad de dejar un testamento político para su único heredero, “el Pueblo”
En febrero del 74 crea la Secretaría de Gobierno, a cargo del Coronel Vicente Damasco, militar nacionalista de mucha confianza de Perón. A este hombre Perón le encomienda el desarrollo del documento inicial del MA. Perón presenta este primer documento ante la Asamblea Legislativa del 1 de mayo de 1974.
Perón tenía claro que necesitaba un Modelo Argentino consensuado como eje para lograr a su alrededor la unidad necesaria para encarar un proceso de reconstrucción nacional, por eso nuclea a las organizaciones libres del pueblo y a los intelectuales del campo nacional para que aportaran ideas para enriquecerlo pero además se lo apropiaran, lo sintieran propio y luego de esta consulta popular volviera al gobierno para su puesta en marcha.
El 12 de junio, da su último discurso ante la multitud reunida en la Plaza de Mayo y se despide del pueblo. El 1 de julio muere y allí quedará el Modelo Argentino, como una pieza olvidada.
Un modelo para armar:
El Modelo Argentino es un documento de una gran riqueza conceptual y abarcativa. En este breve articulo solo focalizaremos en algunos temas centrales del pensamiento peronista.
En la introducción hace un diagnóstico sobre la situación histórica: "venimos de veinte años de proscripción del movimiento político mayoritario y veinte años de saqueo de la patria. La Argentina, desde el 55, permanece en un estado profundo de semicolonialidad. Los países imperialistas crecieron a costa de los países del Tercer Mundo y sus trabajadores". “No somos débiles sino debilitados por la injerencia extranjera”. Por lo tanto, el país, las organizaciones libres del pueblo debían retomar la construcción de su historia. Habían concluido los gobiernos de las oligarquías y de las burguesías y empezaba la hora de los pueblos. El dilema de la Argentina del año 74, como hoy es optar entre el neocolonialismo o la liberación; no había medias tintas: la liberación debía ser nacional, regional y continental.
Una de las ideas centrales es el de soberanía popular y comunidad organizada.
Dice Perón, en ese documento, que el país tiene que alcanzar mayores grados de decisión nacional. Para ello, el pueblo tiene que organizarse en una comunidad nacional donde los trabajadores y las organizaciones libres del pueblo sean la columna vertebral. Explica los proyectos que tienen su doctrina y vuelve reforzar el concepto “Comunidad organizada en una democracia social”.
Dentro del sistema liberal burgués sólo los partidos políticos tienen entidad y median entre los individuos y el Estado. Sin embargo la vida política en una comunidad organizada se amplía a la participación activa del pueblo en grupos sociales y las organizaciones intermedias o libres del pueblo. Perón dice que hay que darles poder a esas organizaciones. La democracia social se asienta en la organización popular y en el poder popular.
La tarea nuestra es la organización popular, seamos gobierno o estemos en el llano resistiendo políticas liberales.
“La democracia liberal crea una sociedad competitiva y profundamente egoísta. La nueva sociedad deberá crearse a partir de un cambio cultural profundo que pueda reconfigurar el tejido social dañado y volver a construir la sociedad solidaria donde el hombre sea el valor absoluto. El hombre difícilmente puede desarrollarse si su comunidad no se desarrolla.”
Perón tenía claro que todo movimiento de liberación basado en un solo país estaba condenado al fracaso, por lo tanto la unidad latinoamericana era imprescindible. El proceso de liberación debería ser continental.
Otro concepto fundamental es que “No hay soberanía popular sin alcanzar la industrialización”.
Perón decía en 1974 “Si nuestra industria es ya fuerte, en el Modelo la deseamos aún mucho más importante. Necesita, entonces, una tecnología que cimente su desarrollo…”. La alternativa surge clara: tenemos que desarrollar en el país la tecnología que nutra permanentemente a nuestra industria.
“Deben aprenderse bien estos conceptos, pues son absolutamente esenciales: sin tecnología nacional no habrá una industria realmente argentina, y sin tal industria podrá existir crecimiento pero nunca desarrollo”.
Planificación y participación del Estado
Plantea además dos conceptos asociados, hoy olvidados y abominados por la lógica neo liberal imperante en los últimos 40 años: la planificación de la economía y del desarrollo industrial y el estado empresario.
“El mercado no constituirá la referencia fundamental en la determinación de las necesidades auténticas de la comunidad”.
Al Estado le cabe la responsabilidad a través de mecanismos de participación activa de los actores económicos, cámaras empresarias, sindicatos, organizaciones sociales, etc, la formulación de un plan de desarrollo económico, productivo y social a ejecutarse en un periodo dado. Los planes quinquenales del primer periodo peronista y el plan Trienal son ejemplos de esto.
“El Estado debe orientar al sector privado en su acción, señalándole claramente cuál ha de ser el rol en los programas de desarrollo y haciéndolo participar activamente en la elaboración de la política económica”.
El Estado tendrá que cumplir también un rol de inversor y en ocasiones de estado empresario en aquellos sectores donde el sector privado no puede o no quiere participar o que por razones estratégicas sea imperioso que el estado tenga participación activa. Un área donde el estado debe tener un rol preponderante, tanto solo, o asociado al sector privado es en el desarrollo científico tecnológico.
Durante los treinta años desde la muerte del General Perón, se fue en sentido contrario a lo escrito por él. El golpe cívico militar de 1976, instauro un modelo neoliberal , que con matices perduro hasta la gran crisis del 2001.
Solo a partir de 2003 se recuperaron políticas y lógicas ligados a un Proyecto nacional, sin embargo sigue faltando el modelo o un proyecto integral de desarrollo del país. Tal vez la falta de este modelo integral fue marcando los límites del proceso político 2003/15. Estas falencias tal vez permitieron el triunfo y la restauración de las políticas liberales y conservadoras.
http://www.bcnbib.gob.ar/uploads/Peron.-Modelo-argentino-para-el-proyecto-nacional.pdf
La industria en peligro…
Todos los índices de la economía se muestran negativos luego de un año y medio del actual gobierno neo liberal. La industria muestra una caída de la actividad muy manifiesta con una repercusión directa en la caída del empleo y del consumo en general.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), comunicó que las ventas por unidades en supermercados cayeron 1,2% en junio en forma interanual y un 5% en las ventas en shoppings.
Los datos oficiales muestran la fuerte caída en el consumo hogareño. Este, que significa casi del 80% del PBI nacional, sigue sin arrancar en el marco de una economía que tampoco muestra signos de reactivación, con 17 meses de caída consecutivas.
Para el conjunto de la industria, van 17 meses consecutivos con resultados interanuales negativos, según los registros del Indec. En el mismo período, las ganancias del sistema financiero alcanzaron record históricos y los agro negocios disfrutan de la quita de retenciones y la devaluación.
Los sectores ganadores de este modelo no generan puestos de trabajo, al contrario, como en el caso de la explotación sojera expulsa mano de obra del campo hacia las ciudades, agravando los problemas de hacinamiento y pobreza de estas.
Los datos nos muestran que en agricultura, ganadería, caza y silvicultura se desempeñan de manera formal 330 mil personas. En la actividad bancaria - financiera, 220 mil personas.
La construcción aporta 402 mil empleos registrados,
Pero en la industria son 1. 220.000, casi dos veces y media más que aquellas actividades sumadas.
Solo el comercio mayorista, minorista y las reparaciones superan a la industria, con 1 millón 234 mil, siempre según los datos del Indec para el promedio de 2016
El año pasado, sobre 24 rubros fabriles relevados por el instituto oficial, 22 anotaron caídas en la ocupación respecto de 2015 y solo 2 terminaron con alzas (maquinarias y equipos eléctricos y reparación e instalación de maquinarias).
Es algo inédito desde la crisis de 2001. La pérdida total de empleos registrados fue de 120.000 durante el año pasado y con un cierre de alrededor de 5000 establecimientos. (INDEC)
En general este sector industrial intenta evitar los despidos, uno por el alto costo que tienen y también por la pérdida de capital humano capacitado, difícil de reemplazar en caso de una reactivación de la actividad. Sin embargo los pronósticos para este segundo semestre de 2017 son pesimistas, porque como decíamos anteriormente la caída de las ventas durante el periodo enero/ junio 2017 ponen en riesgo muchas actividades productivas.
Los sectores más comprometidos hasta el momento son los siguientes:
Textil: El sector textil que emplea a 102 mil personas de manera formal, atraviesa una crisis que rememora los peores años de los ‘90. Entre enero y abril cayó un 20% contra igual cuatrimestre del año pasado, con una caída estrepitosa del 31,1 por ciento para hilados de algodón y una baja del 15,3 para tejidos. En todo 2016 el sector había retrocedido 4,3 por ciento, lo que implica que bajo el gobierno de Cambiemos los textiles ya cedieron un 25 % de su producción.
Las fibras sintéticas artificiales, que el Indec ahora computa dentro del bloque de químicos, contrajo su actividad 11,3 por ciento en 2016 y un grave 24,9 por ciento en el primer cuatrimestre del 2017.
Fuentes empresarias aseguran que la caída efectiva en los puestos de trabajo es incluso más elevada, pero difícil de constatar dado el alto grado de informalidad del sector y la utilización por parte de las grandes marcas de diseño de indumentaria de cadenas de subcontratación provistas por empleo informal y población inmigrante de países vecinos.
Metal mecánica: En el primer semestre de 2017 la producción metalúrgica se contrajo -2,2% interanual, producto de una caída de -5% en el primer trimestre y una leve recuperación de +0,5% en el segundo trimestre de 2017.
En el mismo sentido, el nivel de utilización de la capacidad instalada (UCI) se ubicó en torno al 55,4%, manifestando una baja interanual en los primeros seis meses del año de -2,8%.
La actividad sectorial continúa mostrando una marcada heterogeneidad, donde prevalece un fuerte grado de polarización entre las empresas. Cerca del 50% de las firmas experimentaron bajas en su producción -de las cuales un cuarto tuvieron caídas por encima del -20% anual-, mientras que casi un quinto de la muestra registró niveles de crecimiento superiores al 20%. En ambos grupos se advierten dificultades para financiar inversiones productivas y capital de trabajo, producto de la baja e n el nivel de actividad y el acortamiento de los plazos de pago a proveedores.
-10,7% Equipos y aparatos eléctricos
-9,6% Bienes de capital
- 4,9% Otros productos de metal
-4,8% Fundición
-2,2% Autopartes
3,4% Equipamiento médico
14,0% Maquinaria agrícola
Lácteo: la crisis de SanCor hizo estragos en el sector. SanCor es una cooperativa con casi 80 años de existencia, que ha pasado por graves crisis en la Argentina, pero ahora vive un proceso de cierres, ajustes, venta de activos y despidos de personal.
La producción cayó 13,7 por ciento el año pasado y baja 11,7 en lo que va de este, una pérdida también de un cuarto de la actividad respecto del nivel de 2015. Hay además una fuerte caída en el consumo de esos productos, a la par que un aumento de precios significativo.
Tabaco: la actividad declinó 8,4 por ciento en 2016 y acumula una baja del 10,9 en el primer semestre de este año, producto esencialmente de una fuerte caída de la demanda por la decisión del Gobierno de aumentar la carga impositiva del sector. La ocupación descendió a 6445 puestos registrados, 314 menos que en 2015.
Editoriales e imprentas: la producción sufre una caída del 6,7 por ciento el año pasado y del 6,6 en lo que va del actual. El aumento de las importaciones es una de las razones centrales. Trabajan en este rubro 42.886 personas, 2282 menos que en 2015.
A los problemas estructurales de la industria hay que sumar entre otras el alza de las importaciones, sobre todo de bienes finales, fuerte caída de la demanda interna y éxodo de consumidores a Chile y Paraguay, el incremento desmedido de las tarifas de los servicios públicos, una tasa de interés del 25/28 % para las Lebac, y un dólar poco en competitivo, etc. Todo esto forma un combo demoledor para muchas pymes y también para empresas con muchos años en el mercado.
La experiencia histórica muestra que este escenario de políticas neoliberales genera una dinámica de amenaza a las pymes.
Estamos nuevamente como en los años del proceso militar o en los 90 en un proceso de desindustrialización, con ajuste y cierre de empresas. La industria argentina está nuevamente en peligro.
Antonio Muñiz agosto de 2017
Dos paises, dos modelos enfrentados...
Por primera vez en la historia argentina la oligarquía, las corporaciones mediáticas, las grandes empresas trasnacionales, en suma todo el poder económico, mediático, financiero ha consolidado un partido político propio, que represente sus intereses y su proyecto de país, un partido político que les permitió hacerse del gobierno a través de elecciones libres en el 2025, que sus “ceos” sean los funcionarios estatales y si algo queda claro a partir de las ultimas paso se va consolidando como un partido nacional.
Si vemos el mapa del país a través de los resultados veremos en el centro del mismo, donde está la pampa húmeda, la zona agropecuaria más rica del país una gran mancha amarilla, que va desde el fin del tercer cordón del conurbano hacia el interior de la pcia de Buenos Aires, La Pampa, San Luis, Mendoza, Córdoba, sur de Santa Fe, Entre Ríos, etc. Allí el triunfo de Cambiemos fue notorio y en algunos lugares por altos porcentajes. Gobernadores tradicionales como Rodríguez Saa en San Luis, Verna en La Pampa o el Movimiento Popular Neuquino fueron derrotados por el macrismo.
Es notorio como quedan demarcados dos países: el centro sojero, agropecuario, gran ganador de este modelo económico y el conurbano bonaerense como en Rosario y el gran Rosario, centros urbanos de fuerte concentración popular e industrial, los perdedores de estos dos años.
Los resultados “provisorios” de la elección de la provincia de Buenos Aires parecen indicar un triunfo de Cristina Fernández de Kirchner. Más allá de la manipulación evidente en la carga de datos y la sospecha creciente de un fraude electoral, mediante el manejo de datos. Muestra un fuerte apoyo de esos sectores populares del conurbano y del resto de la provincia agredidos por el ajuste hacia la figura de CFK, e identificados con una entidad, cada vez, más nítida.
CFk tuvo, por los menos hasta ahora, un 36 % de los votos de los bonaerense, más o menos lo que indicaban las encuestas previas. Según esas encuestas, o la mayoría de ellas, CFK, 35/36%, Bulrich, 29/30% y un Massa en un 20%. Sin embargo la polarización y los errores estratégicos de Massa lo llevaron a perder un 5 % que se fueron hacia el macrismo, llegando a una mayor cercanía, no esperada.
Esta victoria, muestra que el proyecto nacional está vivo, que tiene su base en los sectores más vulnerables y agredidos por el modelo de ajuste permanente. Sin embargo también quedan en claro las limitaciones de la construcción Kirchnerista. La figura y lidereazgo de CFK, dentro del movimiento nacional es indiscutible, sin embargo no alcanza para romper la hegemonía macrista.
El kircnerismo buscó y se basó en una estrategia puramente electoral, que mostro sus limitaciones. Se subestimo al adversario, creyendo que un puñado de votos puede torcer la voluntad de la derecha argentina. Esta derecha hegemónica que fue capaz de las atrocidades más sangrientas, como la conquista del desierto, las masacres de criollos luego de su consolidación en el poder luego de las guerras civiles, o los golpes sangrientos del siglo XX se va acobardar y respetar un resultado electoral adverso. El circo mediático armado el día de las Paso, para ningunear la victoria de CFK, la manipulación de datos y cargas muestra que no tienen demasiados límites éticos ni morales.
El movimiento nacional debe dar una batalla en todos los frentes, incluido el electoral, la verdadera y la gran batalla se debe dar en las calle, en la fábrica, en el barrio, en la Universidad, dando la discusión y el debate, pero construyendo poder popular. Solo un pueblo organizado y movilizado nos permitirá volver a ser gobierno y revertir estas políticas conservadoras.
Hay que seguir ampliando Unidad Ciudadana, en necesario volver a pensar en construcciones dentro del concepto movimiento nacional, un frente social, político, económico, cultural, un “contrapoder”, que pueda enfrentar al bloque hegemónico. Un frente puramente electoral mostro que no alcanza.
No nos cansaremos de repetir que no existe un proyecto nacional sino no se suman a él los sectores obreros organizados, los movimientos sociales, el empresariado nacional, sectores de la iglesia, a los gobernadores en un nuevo pacto federal, etc. y todas las alianzas posibles que sumen voluntades para dar las batallas que vienen.
Si pensamos que 2 de 3 argentinos rechazan las políticas neoliberales, vemos que hay un espacio importante para crecer. La polarización entre dos fuerzas antagónicas, muestra la falsa opción de una avenida del medio, el fracaso de Massa, Lousteau, Randazzo y varios gobernadores son muestras evidentes del fracaso de esta estrategia.
No hay espacio hoy para tibios, ni para políticos cobardes. Hoy como a lo largo de nuestra historia existen dos proyectos antagónicos, el proyecto de la oligarquía agropecuaria, aliada a los sectores financieros y del capital concentrado y por el otro a los sectores populares, la clase media, lo que queda en pie del empresariado nacional, etc.
La larga e histórica lucha entre pueblo-oligarquía, ha llegado a un punto de confrontación extremo, donde no hay espacios para opciones terceristas o neutrales.
En síntesis dos países, dos modelos en lucha.
Antonio Muñiz
Agosto 2017
Si vemos el mapa del país a través de los resultados veremos en el centro del mismo, donde está la pampa húmeda, la zona agropecuaria más rica del país una gran mancha amarilla, que va desde el fin del tercer cordón del conurbano hacia el interior de la pcia de Buenos Aires, La Pampa, San Luis, Mendoza, Córdoba, sur de Santa Fe, Entre Ríos, etc. Allí el triunfo de Cambiemos fue notorio y en algunos lugares por altos porcentajes. Gobernadores tradicionales como Rodríguez Saa en San Luis, Verna en La Pampa o el Movimiento Popular Neuquino fueron derrotados por el macrismo.
Es notorio como quedan demarcados dos países: el centro sojero, agropecuario, gran ganador de este modelo económico y el conurbano bonaerense como en Rosario y el gran Rosario, centros urbanos de fuerte concentración popular e industrial, los perdedores de estos dos años.
Los resultados “provisorios” de la elección de la provincia de Buenos Aires parecen indicar un triunfo de Cristina Fernández de Kirchner. Más allá de la manipulación evidente en la carga de datos y la sospecha creciente de un fraude electoral, mediante el manejo de datos. Muestra un fuerte apoyo de esos sectores populares del conurbano y del resto de la provincia agredidos por el ajuste hacia la figura de CFK, e identificados con una entidad, cada vez, más nítida.
CFk tuvo, por los menos hasta ahora, un 36 % de los votos de los bonaerense, más o menos lo que indicaban las encuestas previas. Según esas encuestas, o la mayoría de ellas, CFK, 35/36%, Bulrich, 29/30% y un Massa en un 20%. Sin embargo la polarización y los errores estratégicos de Massa lo llevaron a perder un 5 % que se fueron hacia el macrismo, llegando a una mayor cercanía, no esperada.
Esta victoria, muestra que el proyecto nacional está vivo, que tiene su base en los sectores más vulnerables y agredidos por el modelo de ajuste permanente. Sin embargo también quedan en claro las limitaciones de la construcción Kirchnerista. La figura y lidereazgo de CFK, dentro del movimiento nacional es indiscutible, sin embargo no alcanza para romper la hegemonía macrista.
El kircnerismo buscó y se basó en una estrategia puramente electoral, que mostro sus limitaciones. Se subestimo al adversario, creyendo que un puñado de votos puede torcer la voluntad de la derecha argentina. Esta derecha hegemónica que fue capaz de las atrocidades más sangrientas, como la conquista del desierto, las masacres de criollos luego de su consolidación en el poder luego de las guerras civiles, o los golpes sangrientos del siglo XX se va acobardar y respetar un resultado electoral adverso. El circo mediático armado el día de las Paso, para ningunear la victoria de CFK, la manipulación de datos y cargas muestra que no tienen demasiados límites éticos ni morales.
El movimiento nacional debe dar una batalla en todos los frentes, incluido el electoral, la verdadera y la gran batalla se debe dar en las calle, en la fábrica, en el barrio, en la Universidad, dando la discusión y el debate, pero construyendo poder popular. Solo un pueblo organizado y movilizado nos permitirá volver a ser gobierno y revertir estas políticas conservadoras.
Hay que seguir ampliando Unidad Ciudadana, en necesario volver a pensar en construcciones dentro del concepto movimiento nacional, un frente social, político, económico, cultural, un “contrapoder”, que pueda enfrentar al bloque hegemónico. Un frente puramente electoral mostro que no alcanza.
No nos cansaremos de repetir que no existe un proyecto nacional sino no se suman a él los sectores obreros organizados, los movimientos sociales, el empresariado nacional, sectores de la iglesia, a los gobernadores en un nuevo pacto federal, etc. y todas las alianzas posibles que sumen voluntades para dar las batallas que vienen.
Si pensamos que 2 de 3 argentinos rechazan las políticas neoliberales, vemos que hay un espacio importante para crecer. La polarización entre dos fuerzas antagónicas, muestra la falsa opción de una avenida del medio, el fracaso de Massa, Lousteau, Randazzo y varios gobernadores son muestras evidentes del fracaso de esta estrategia.
No hay espacio hoy para tibios, ni para políticos cobardes. Hoy como a lo largo de nuestra historia existen dos proyectos antagónicos, el proyecto de la oligarquía agropecuaria, aliada a los sectores financieros y del capital concentrado y por el otro a los sectores populares, la clase media, lo que queda en pie del empresariado nacional, etc.
La larga e histórica lucha entre pueblo-oligarquía, ha llegado a un punto de confrontación extremo, donde no hay espacios para opciones terceristas o neutrales.
En síntesis dos países, dos modelos en lucha.
Antonio Muñiz
Agosto 2017
Proyecto y doctrina nacional.
El peronismo ha sido en estos 70 años la
expresión del Movimiento nacional. Ha
expresado en profundidad el fenómeno socio-político que fue ese movimiento de
masas multitudinario, surgido de las manifestaciones populares del 17 de
octubre del 45 y la conducción del Gral Juan Domingo Perón.
El peronismo fue y es el movimiento popular más importante de la historia
argentina y latinoamericana,
Sin embargo el movimiento nacional es
anterior al peronismo, surge y se va
construyendo casi desde fines del siglo XVIII con las revueltas indígenas en el
altiplano. Esta división se puede ver a principios del siglo XIX, con las
invasiones inglesas, donde mientras la
elite gobernante pacta con el invasor, el pueblo se levanta en armas para su
expulsión.
Esa división entre una burguesía
comercial asociada a los intereses del imperio de turno y el pueblo llano estuvo
siempre a lo largo de nuestra historia. Las guerras civiles del siglo XIX,
entre federales y unitarios, reflejaron
esa lucha entre dos visiones de país, dos
proyectos de país disimiles y contrapuestos.
Este movimiento nacional, expresión de los sectores
populares, va tomando diferentes formas políticas, desarrollándose bajo
distintos liderazgos, según las épocas y situaciones. Tuvo también grandes
avances y dolorosos retrocesos a los largo de su historia.
Hoy estamos en una de esas etapas de retroceso, similares
a otros antecedentes históricos como los
golpes de 1930, 1955 y 1976. Este último golpe vino a reinstaurar a sangre y fuego, el viejo modelo neoliberal, agro exportador y de globalización
financiera: Esta experiencia concluyó
con la gran crisis de 2001.
En esta historia de avances y derrotas, en el 2015
se produce un fenómeno original, mientras en las etapas anteriores la
oligarquía llegaba al poder y a imponer su modelo a través de golpes
militares, hoy lo hace directamente junto con los gerentes de las corporaciones, con los CEOS
de las multinacionales, conducen lisa y llanamente el Estado. La oligarquía
tuvo la capacidad de generar un partido
político que representa sus intereses y ganar elecciones.
¿Cuáles son Las razones de la derrota del movimiento
nacional en 2015? , luego de un periodo de 12 años exitosos, que pueden mostrar grandes logros, aunque
también sus limitaciones y errores, propios de toda construcción humana.
Para aquellos que les interese leer algunas
respuestas a esta pregunta puede encontrarlas en www.causapopularynacional.blogspot.com.ar.
¿Cuáles
son los desafíos que enfrenta el campo popular?
¿Cuáles son los caminos para reconstruir el
movimiento nacional y pasar de una etapa de resistencia como la actual a una
etapa de ofensiva política de toma del poder?
Primero me parece que debemos considerar que el
campo popular si bien derrotado, desorganizado, sin conducción clara,
atomizado, sigue teniendo una fuerza
latente importante, gran capacidad de movilización y de ocupar y dar pelea en
la calle. Las grandes manifestaciones de marzo y abril mostraron su dinamismo e
iniciativa política.
La búsqueda y la prevalencia de una estrategia
electoralista, de derrotar al macrismo en las urnas, hizo apagar el fervor
militante en las calles. En algunas semanas veremos el éxito o no de esa
estrategia puramente electoral. Es indudable que un triunfo de CFK pondrá
límites al gobierno macrista, aunque es dudoso que solo un puñado de votos
pueda cambiar el rumbo y objetivos de un gobierno oligárquico. La derecha
argentina no es democrática, ni moderna, es autoritaria, anti democrática y
violenta. De esta oligarquía todo puede esperarse, la historia tiene demasiados
ejemplos de la impiedad y la falta de límites morales de esta minorías.
Volviendo al campo popular es indudable que uno
los primeros temas a debatir es el de la
de proyecto de país. Hay que recrear, discutir,
debatir y poner en valor toda la historia peronista, su doctrina y su práctica
política. No con una lógica historicista o arqueológica, sino con una lógica
política para construir futuro.
El peronismo
se ofrece como una experiencia histórica exitosa, que logró los dos puntos más alto para el pueblo argentino
(1945/1955) (2003/2015).
Pero además el peronismo es una doctrina y una
práctica política construida no desde una torre de marfil, sino en la gestión
de gobierno y también desde el llano, desde las luchas populares contra las
dictaduras militares.
La síntesis
de la doctrina esta en los dos
planes quinquenales y el plan trienal; la Constitución de 1949, los
escritos de Perón, “Conducción Política”,
“Comunidad organizada”, etc.
A esto hay que sumar entre tantas otras, la acción
política y teórica de Forja, artículos y
ensayos de pensadores peronistas como Jauretche, Scalabrini, Abelardo Ramos,
Hernández Arregui, Cooke, y tantos otros menos conocidos.
Un libro olvidado es “El Modelo Argentino para el
Proyecto Nacional”, testamento político
del general Perón. Este es una propuesta programática vigente para los próximos
años en la Argentina.
La doctrina justicialista permanece hoy replegada y
es necesario hacer un esfuerzo para ponerla en el centro del debate político,
El peronismo será revolucionario o no será, decía Eva Perón.
Sobre este carácter revolucionario el
peronismo debe reconstruirse, no sobre el recuerdo y la añoranza de glorias y éxitos
pasados.
El pueblo argentino tiene una memoria histórica, una
experiencia y bagaje teórico práctico plasmado en la doctrina peronista, que es
doctrina nacional, que debe ver revalorizado, rediscutido y puesto en debate en
forma constante.
El pueblo argentino tiene así la capacidad de elaborar y desarrollar en la
práctica política un proyecto nacional soberano, un modelo nacional sin copiar
modelos foráneos.
La
doctrina es letra viva, que el pueblo construye en su práctica histórica.
Antonio Muñiz
Julio, 2017
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Foro en defensa del Proyecto Nacional y Popular
El Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, fue el invitado especial del primer Foro en Defensa del Proyecto Nacional y Popular, que contó con más de 250 militantes.