Felices pascuas

POR BRUNO BIMBI.
Escribí este texto antes del acto en Plaza de Mayo, al que fui a respaldar a la Presidenta contra el lock out antidemocrático de la Sociedad Rural y sus aliados. Para los que dicen que quienes fuimos a la Plaza somos mercenarios despolitizados...



Desde que empezó el "conflicto del campo", las imágenes, los discursos y muchas palabras se suceden a un ritmo vertiginoso que llega a marear. No es que no haya reflexión, ha habido mucha. Pero todo pasa tan rápido y se dicen tantas cosas, que algunas pasan de largo. Algunos discursos dejan flotando en el aire ideas que son aceptadas sin discusión y que van formando un sedimento de palabras que se acumulan, estableciendo límites para los debates futuros. Algunas de las cosas que parecen tenerse por ciertas merecerían un análisis más profundo.
"Sigan reprimiendo, como los milicos", me dijo un amigo enojado porque rechacé un mensaje de texto en el que me llamaba a "un nuevo cacerolazo para decirle basta a Cristina". Represión, dijeron varios noteros por televisión. Represión, dijo Eduardo Buzzi, y agregó: "Nunca se ha visto semejante cantidad de... empujones". No puedo creer que mi amigo y otros hayan olvidado el significado de la palabra represión. Un juez ordenó despejar la ruta. La gendarmería advirtió tres veces. "Que venga Aníbal Fernández a sacarnos", arengó micrófono en mano el señor De Ángeli, un día después de afirmar a la prensa que "si la patria me lo pide, seré candidato a diputado". La justicia entendió que interrumpir una ruta nacional no era una manera legítima de empezar su campaña. Fue detenido por unas horas junto con otras personas y, luego de que se realizaron los debidos trámites procesales que establece la ley, fue liberado. No hubo palos, ni gases, ni golpes, ni balas de goma, ni nada de lo que quienes hemos participado más de una vez en una manifestación y fuimos reprimidos —en democracia— asociamos con esa palabra. Entiendo que las señoras de Recoleta que por primera vez participan de una protesta no conozcan el olor de los gases lacrimógenos, pero quienes sí los hemos olido nos sentimos indignados cuando se usa la palabra represión para referirse a lo que pasó en Gualeguaychú. La comparación con los milicos es aún más absurda, creo que no necesito explicar por qué, y extraña escucharla de quienes hacen actos con Cecilia Pando.
El Gobierno tomó medidas inconsultas, dijeron las entidades empresarias del campo luego de recientes anuncios de la Presidenta que establecían modificaciones en el sistema de retenciones móviles, entre otras medidas. Inconsultas, repitieron a coro varios periodistas con programa propio en televisión. Inconsultas, dijo la oposición. ¿Desde cuándo un gobierno legítimo, elegido por el voto popular, tiene que consultar a las entidades empresarias antes de tomar medidas de política económica? Bueno, sí, claro, ya sé. Esto ha pasado muchas veces. Pero bienvenido sea que ahora no pase y que el Gobierno no pida permiso a Luciano Miguens antes de ejercer el mandato que le dimos quienes no tenemos su fortuna ni vivimos en una casa como la suya.
El Gobierno no fue a la audiencia con el Defensor del Pueblo, desconociendo así a un organismo de la Constitución, repitieron todos durante los dos o tres días que duró la noticia. No hay dudas de que la Defensoría del Pueblo es un organismo de la Constitución, como tantos otros. Pero si la Cámara de Diputados, cuya existencia también emana de la Carta Magna, decidiera citar a un ciudadano a declaración indagatoria, o un juez dictara un decreto de necesidad y urgencia, o la Presidenta sobreseyera a un procesado, o el Procurador General sancionara una ley, la constitucionalidad de los cargos no conllevaría necesariamente la constitucionalidad de tales actos. El Defensor del Pueblo no participa en la definición de las políticas económicas del Poder Ejecutivo. Tampoco debe actuar de vocero de corporaciones, ni mediar en conflictos nacidos de la oposición de un sector económico a una política pública. En estas últimas semanas, ha sido patética la forma en que algunos personajes intrascendentes han querido ganar protagonismo político con este conflicto, bañándose en irresponsabilidad. Los argentinos no le pagamos el sueldo al señor Mondino para eso.
“El Gobierno debe dialogar con el campo” es la consigna más escuchada. El Gobierno, representante de los intereses del conjunto, puede dialogar con cualquier sector, pero no lo hace en igualdad de condiciones. Los jugadores no dialogan con el referí de igual a igual, ni los jueces con el abogado defensor o el querellante. El Gobierno tiene la función de gobernar y, si bien puede dialogar con cualquier sector, sus decisiones no están sometidas al acuerdo ni al consenso de facciones ni de representantes de intereses sectoriales. Si no, esto no sería una democracia. Ahora bien, el Gobierno ha dialogado con las entidades empresarias que conducen el lock out del campo, pero lo que no ha hecho es aceptar sus imposiciones. Dialogar, para algunos, parece equivaler a eliminar las retenciones móviles, y el Gobierno parece estar decidido a no hacerlo, menos aún con las rutas cortadas o la amenaza de que se corten. Eso no es falta de diálogo, es simplemente un ejercicio responsable del mandato popular que la Presidenta obtuvo hace menos de un año en elecciones libres. El país no puede permanecer noventa días de rehén de un sector económico. ¿Qué pasaría si mañana los empresarios del transporte público de pasajeros dijeran que si el Gobierno no aumenta los boletos no hay más colectivos? ¿Qué pasaría si Edesur corta la luz a todo el país durante 90 días en protesta porque consideran que sus márgenes de rentabilidad son insuficientes con el actual cuadro tarifario?
Diálogo y consenso, se sigue repitiendo, con un nivel de simplismo que quien esto suscribe no cree que sea ingenuo. Nunca en la historia de la humanidad se han producido cambios sociales importantes sin conflicto. Pensar que la Sociedad Rural va a sentarse en una mesa a aceptar de buena gana que a sus asociados de doble apellido les cobren más impuestos por sus ganancias obscenas es una lisa y llana estupidez. ¿Qué debe hacer el Estado, pedirles por favor?
"El campo" ha sido desde el primer día el sintagma nominal colocado como sujeto del lock out empresario y sus reclamos. ¿Hablamos de los campesinos sin tierra? ¿De los peones rurales? ¿De las familias explotadas por la oligarquía? No, hablamos de una parte de "el campo", que son los que producen soja para exportación. Es ese sector el que se ve afectado por las retenciones. Y puede dejar de vender durante noventa días porque tiene con qué. La verdulera de mi barrio, si cierra la verdulería por noventa días, ya no podría volver a abrirla, ni tendría cómo darle de comer a sus hijos. Quizás por eso, en mi barrio no se escuchan cacerolas desde diciembre de 2001.En octubre del año pasado, casi cinco de cada diez argentinos votamos por la ciudadana Cristina Fernández para que ejerciera durante cuatro años el cargo de Presidenta de la Nación. Lo hicimos sabiendo que proponía la continuidad de una política que había comenzado en 2003 cuando el ciudadano Néstor Kirchner juró como titular del Poder Ejecutivo.
La Presidenta no ha cambiado los ejes centrales de esa política, que a algunos sectores de la población no les gusta. No les gusta, por ejemplo, a la mayoría de los vecinos de algunos barrios de la ciudad de Buenos Aires, como Barrio Norte, Recoleta y Belgrano. No les gusta a quienes, en un período de altísima rentabilidad y enormes ganancias, no están de acuerdo con soportar una carga impositiva más pesada que, lejos de impedirles ganar mucho dinero, no los deja ganar tanto como quisieran. No les gusta a otros sectores menores, como los nostálgicos de la dictadura que están envenenados con la política de derechos humanos del Gobierno.
Todos esos sectores tienen derecho a que no les guste la Presidenta. Pueden considerarla una resentida montonera o una soberbia autista, como dicen en los mails que reenvían a diario. Tienen derecho a manifestarse, a oponerse, a decir lo que quieran y a proponer alternativas políticas en las próximas elecciones. La ex diputada Carrió, quien lleva semanas advirtiendo que la Presidenta “perdió la legitimidad política”, fue candidata en octubre pasado y perdió por 25 puntos porcentuales de diferencia.
Hace noventa días que lo que está en discusión es eso: la legitimidad política del Gobierno.Quienes votamos a Cristina y queremos que la dejen gobernar no nos vamos a cruzar de brazos viendo cómo desabastecen las góndolas de los supermercados, interrumpen las rutas nacionales y desestabilizan al país por el tiempo que haga falta hasta que el Gobierno claudique y satisfaga sus demandas particulares. Y, más allá de que estemos en un todo de acuerdo con las retenciones o no —en lo personal, soy partidario de un modelo mucho más “estatista” en el que las retenciones no serían necesarias— o más allá de que podamos tener nuestras propias críticas con relación al Gobierno, no le perdonaríamos a Cristina que acepte que la democracia debe someterse a las imposiciones de las corporaciones empresarias, del campo o de la ciudad, del interior o de la Capital. No se trata de una cuestión geográfica, sino política.
Si el Gobierno cede, el problema no será el costo político que pague Cristina. El problema será que la democracia habrá perdido una de sus razones de ser y nuestro pueblo una oportunidad histórica. En ese sentido, aunque a algunos no les haya gustado, recordar las "Felices pascuas" de Alfonsín ha sido más que oportuno.

Heinz Dieterich habla de la Argentina:

una mirada bien intencionada, pero muy lejana y más que superficial

Por Raúl Isman.
Docente. Escritor.
Miembro del Consejo Editorial de la Revista Desafíos y colaborador del periódico socialista El Ideal. Director de la revista Electrónica Redacción popular.
raulisman@yahoo.com.ar
www.geocities.com/raulisman http://raulisman.blog.terra.com

Introducción
A menudo, cuando se observan las elaboraciones de ciertos científicos sociales nos da por pensar que son realizadas por la presión de diversos editores; quienes los coaccionan para tomar posición frente a diversas temáticas, sin haber estudiado mínimamente la realidad en debate. Fue lo que nos pareció al leer un trabajo dedicado al conflicto (aparentemente) agrario en la Argentina debido a la pluma del sociólogo germano-mejicano citado en el título. Es habitual en el referido autor la realización de afirmaciones tremendistas, luego no verificadas con el transcurso del tiempo. En el 2004, emplazó a los gobiernos favorables a la emancipación a profundizar su alianza en los inminentes tres meses, so pena de ser rápidamente horadadas sus bases de sustentación por la acción imperialista. Durante el corriente año prácticamente dio por triunfante la acción reaccionaria en Bolivia, responsabilizando a las “vacilaciones” del presidente Evo Morales por semejante retroceso. Nos confesamos como lectores no habituales de las elaboraciones del pensador germano; tal vez por ello nos sorprendió la ligereza, el desconocimiento por la historia y la sociedad argentina y la superficialidad ramplona que puede leerse en el texto que reproducimos integralmente al finalizar nuestras palabras para que el lector pudiera tener una lectura abarcativa y veraz de nuestros dichos.
Dieterich comienza con una inexacta y poco feliz síntesis de la historia argentina contemporánea: “Durante doscientos años la oligarquía agraria de Argentina ha destruido cualquier gobierno progresista que haya desafiado su monopolio de poder”. Si bien es cierto que la oligarquía terrateniente ha logrado bloquear diversos proyectos de transformación en ciertas circunstancias (golpes militares de 1930, 1955, 1966 y 1976), no menos real es el hecho que las coaliciones populares le han impuesto severos límites al predominio de los dueños de la tierra. El retorno de los sistemas de sufragio universal- ampliado además con el voto femenino desde 1948- mostró que los objetivos del golpe del ’30 no se realizaron más allá de poco más de una década de la fatídica asonada. Por cierto que los golpistas de 1955 deseaban destruir al peronismo y a las condiciones económico-sociales a él adscriptas. Es decir, una economía industrial ligada a un fuerte sector estatal capaz de imponerle condiciones a los mercados y con un elevado nivel de integración social. Pero no pudieron y- para peor horror de ellos mismos- cuando más avanzaron en tan antipopular cometido fue con un gobierno peronista, el del doctor Carlos Saúl Menem. Es que se trata de una de las más sonoras paradojas argentinas, un país con cierta proclividad a las contradicciones incomprensibles y exóticas, no aptas para no legos y una tierra francamente proclive a la desmesura. Por otra parte, la existencia de un proyecto como el de los Kirchner demuestra que las imposiciones del poder económico nunca triunfan definitivamente. Las afirmaciones demasiado taxativas- como se ve- conducen a lecturas incorrectas; así como las frases inexactas del tipo de los dos siglos de existencia para la dominación oligárquica. Hace dos centurias, no existía nada parecido a una clase terrateniente. Entre otros aspectos, porque el núcleo fundacional del patriciado argentino se hallaba territorialmente ubicado en la provincia de Buenos Aires; a comienzos del siglo XIX en manos de pueblos originarios en gran medida.

El debate central


Sorprende en el análisis desplegado por el autor que glosamos la inexistente referencia a la crisis alimentaria mundial; contexto que no puede ser omitido y que recientemente mereció una cumbre preocupada y preocupante de la F.A.O.. Es que los constante incrementos en los alimentos en todo el orbe- y sus secuelas de hambre a escala casi globalizada- provocan que todos los gobiernos se vean forzados a intervenir en los mercados de productos nutritivos; no sólo el argentino. Además, el sociólogo teutón abunda en fantasías propias de la peor derecha. Pruebas al canto, dice: “Otro enigma, no menor, es la tozudez y torpeza con que el gobierno ha manejado el enfrentamiento. Considerando que el núcleo de decisión del gobierno lo forman, en orden descendente, Néstor Kirchner, Cristina Kirchner y Alberto Fernández, todo indica que Néstor Kirchner ha sido el timonel gubernamental de esta batalla. La autosuficiencia proverbial de Kirchner representa, sin lugar a dudas, un factor de explicación importante de la crisis”. En realidad, la imposición de las retenciones móviles fue una (ineludible) necesidad surgida por causa del alza constante de los precios internacionales para los productos agropecuarios (por cierto no debida a la terquedad o no de Kirchner), más allá que el gobierno no haya efectivamente evaluado la reacción que suscitarían. ¿Acaso podía sospecharse el 11 de marzo que la derecha lanzaría un conato de golpe de estado? Por otra parte, el subestimar la fuerza de los pequeños productores constituye un error de carácter táctico. Pero subsanada la equivocación a poco tiempo de comenzar el conflicto, el hecho que los propietarios de tierras menos concentrados en riqueza no hayan aceptado los subsidios y permaneciesen en la orbita oligárquica obedece sin dudas al hecho que los circuitos en los que producen y comercializan son los informales (llamados “en negro”). No sólo para tributar menos (o ningún impuesto), sino para que la mayor parte del personal a su cargo labore sin las correspondientes protecciones en el presente (obras sociales) o a futuro (jubilaciones). El trabajo en negro en áreas agrarias bordea nada menos que el 80% del universo laboral. De modo que el gobierno, movido por la necesidad de proteger el derecho a la alimentación de la mayor parte del pueblo (habitante en ejidos urbanos), pateó un hormiguero y afloraron así desde el egoísmo social de los pequeños productores (que llegaron a desplazar campesinos pobres para apoderarse de sus parcelas y orientarlas hacia la producción sojera) hasta la voluntad golpista de entidades como las Confederaciones Rurales Argentinas (C.R.A.) y la históricamente putchista Sociedad Rural Argentina (S.R.A). La primera contó en sus filas con Jorge Aguado, verdadero ideólogo e intelectual orgánico del golpe genocida de 1976. Su presidente Mario Llambías, durante el acto destituyente celebrado en Rosario el 25 de mayo de 2008, rompió records mundiales de petritud facial al afirmar que el matrimonio presidencial era muy diferente a Perón y Evita. Sólo por impúdico pudor le faltó añadir que si se parecieran más, la oposición de sus representados y la del propio Llambías sería aún más salvaje. La segunda impulsó y se benefició de todos los golpes militares acaecidos entre 1930 y 1976. Responsabilizar a “La autosuficiencia proverbial de Kirchner…, un factor de explicación importante de la crisis”, es no sólo un error político sumamente grueso. Es además expresión de una miopía académica para comprender la realidad rayana francamente con la homérica ceguera. Por otra parte, la sedición agropecuaria que lleva casi un centenar de días se ha desarrollado contra un gobierno que ha favorecido multiplicación de sus ganancias. Mientras tanto, en los 90’ se veía muchos campos al borde del remate y con precios inferiores diez veces a los actuales. Los salvó la intervención crediticia del Banco Nación en los albores de la gestión Kirchner. ¿No es prueba suficiente de la intención golpista de la multiclasista sojera que busca derrotar al gobierno nacional que no se hayan movido un solo día por entonces contrastando con la hiperactividad actual?
Otro manifiesto error por desconocimiento de nuestro autor, que vincula su análisis con los mamotretos de la peor derecha, es cuando menciona a las retenciones como impuestos. No se trata de una cuestión puramente formal y leguleya. De tratarse de verdaderos tributos el gobierno incurriría en violación de la Constitución Nacional; ya que sólo el poder legislativo puede aprobar subas en las gabelas. Las retenciones se hallan reglamentadas por el Código Aduanero y con toda aptitud legal el Poder Ejecutivo puede subirlas y bajarlas; ya que son instrumentos de política económica. Lo dicho al inicio, mejor estudiar concienzudamente la realidad antes que emitir opiniones, como decimos en la Argentina, al voleo.
Dice nuestro autor: “Según las últimas encuestas de opinión, todavía no publicadas, la popularidad de Cristina Kirchner ha caído en los últimos tres meses, del 55-60% a alrededor del 30%.”
La guerra encuestadoril es una de las formas (pos)modernas de la conflagración bélica, que la derecha utiliza de modo por demás persistente y eficaz. Y lo peor de todo es como Dieterich difunde las operaciones mediáticas de la derecha. Según mencionaba recientemente un experto en compulsas, la metodología y el universo al cual se dirigen resulta fundamental para luego obtener determinados resultados. Es así como en los barrios más pobres, el teléfono fijo casi ha desaparecido- por razones diversas- siendo el principal elemento de comunicación el celular. Las encuestas- cuando reflejan caída mayor de la imagen presidencial- son realizadas en zonas de clase media y sectores más acomodados. Y si son implementadas tomando en consideración la opinión de los ámbitos más populares marcan que la aceptación del ejecutivo oscila más o menos el 46 %, el porcentaje con que ganó las elecciones. Es realmente lastimoso que desde la lejana distancia, Dieterich se convierta en (involuntario) epígono y difusor de la derecha.
Otro aspecto que no acordamos con nuestro autor; pero no deseamos debatir en este debate es el de la inflación; tema convertido por la oposición en bandera política, más que en temática económica.
Lo cierto es que la peor omisión de Dieterich es la fuerza social que alienta la reacción golpista y agraria: el capital globalizado y el imperialismo. La noche del 16 de junio la reacción realizó un cacerolazo y los mediáticos generales de la derecha no se privaron de embustes por cometer, aún desmintiendo su propio discurso (pretendidamente neutro e independiente). Mientras la imagen mostraba carteles debidos a uno de los canales manifiestamente reaccionarios que decían “la gente se manifiesta a favor del diálogo”, los primeros planos mostraban a pequeños burgueses “enrages”(rabiosos) gritando a voz en cuello: “Andate Kristina”. Mostraban así su prosapia golpista y destituyente, un curioso y extraño modo de dialogar. Además, los medios mostraban como sucesos en vivo y en directo, grabaciones acaecidas en la Plaza del Obelisco, cuando en el lugar sólo quedaban viandantes o indigentes que han hecho del lugar su vivienda constante.
A modo de conclusión, digamos que lo que se juega es mucho más que la distribución de la renta agraria. Lo que está en disputa es si la Argentina integra la coalición latinoamericana por la emancipación o inclina la cerviz al juego neoliberal. La noche del 16 de junio de 2008 se vivió un dramático episodio más de esta guerra no declarada y de final incierto y abierto. Dieterich debería afinar un poco más el lápiz antes de opinar tan ligeramente.



(Heinz Dieterich)
Fracaso del capitalismo argentino-retorno de la lucha por la liberación nacional

Durante doscientos años la oligarquía agraria de Argentina ha destruido cualquier gobierno progresista que haya desafiado su monopolio de poder. La última víctima de esta tiranía fue el gobierno desarrollista de Perón que, pese a contar con poderosas organizaciones de masas (CGT, PJ) y sectores de las Fuerzas Armadas, fue destruido en 1955. Con la dictadura militar genocida de 1976-1983, apoyada por la iglesia católica, las clases medias, Washington y los medios, la oligarquía consumó el aniquilamiento físico de toda una generación transformadora, iniciado en 1955. Logró su objetivo: una moratoria de treinta años en la lucha de clases y por la liberación nacional. Hoy día, este ciclo llega a su fin y el país vuelve a la secular batalla por el destino de la nación.

2. Los Kirchner entre la espada de la oligarquía agraria y la pared de la crisis económica

En este cruce entre dos ciclos políticos se sitúa el conflicto entre el gobierno Kirchner y la oligarquía agraria; conflicto que tiene sorprendidas a las clases políticas y preocupados a los gobiernos del Cono Sur, e incluso al Vaticano en Roma. Parece un enigma, porque no se entiende porque el pragmático gobierno de Néstor y Cristina Kirchner ---que no es más que una sombra del poder del Justicialismo histórico--- haya decidido desafiar a la oligarquía genocida, en este momento.
Otro enigma, no menor, es la tozudez y torpeza con que el gobierno ha manejado el enfrentamiento. Considerando que el núcleo de decisión del gobierno lo forman, en orden descendente, Néstor Kirchner, Cristina Kirchner y Alberto Fernández, todo indica que Néstor Kirchner ha sido el timonel gubernamental de esta batalla. La autosuficiencia proverbial de Kirchner representa, sin lugar a dudas, un factor de explicación importante de la crisis.
La razón de fondo, sin embargo, es otra: el gobierno Kirchner se encuentra entre la espada de la oligarquía agraria y la pared de la crisis económica. Ante esta disyuntiva resolvió enfrentar a la oligarquía, engañándose sobre la aparente tranquilidad del escenario nacional y la subestimación del poder latente, pero fácilmente activable, del Leviathan oligárquico. Esta decisión de Néstor Kirchner puede convertirse en el mayor error estratégico de su carrera pública.

3. La justificación oficial del conflicto

El motivo público del conflicto es, según la Casa Rosada , que los enormes ingresos de los agroexportadores, particularmente por cereales, oleaginosas (soya) y carnes, deben ser tasadas con un impuesto progresivo adicional ("retención móvil"), a fin de permitirle al gobierno hacer más obras sociales. Nadie duda de que sería justo quitarle a los dueños de la "patria sojera" parte de su enorme riqueza, pero en la política no es suficiente tener la razón; se necesita también el poder para implementarla.
El argumento oficial es débil en dos puntos. La suma impositiva en disputa es relativamente insignificante, entre 1.4 y 2 mil millones de dólares. Para conseguir este monto, se hubiera podido echar manos a las reservas internacionales, lanzar bonos de deuda o pedirle ayuda financiera al gobierno venezolano, entre múltiples otras vías. El segundo problema es que ante la baja credibilidad económica del gobierno, que no informa sobre la inflación, el argumento del uso de excedentes fiscales para obras sociales no convence a las clases medias y menos a las elites.

4. El gobierno pierde popularidad.

Según las últimas encuestas de opinión, todavía no publicadas, la popularidad de Cristina Kirchner ha caído en los últimos tres meses, del 55-60% a alrededor del 30%.Este mensaje de la creciente fragilidad del gobierno no es el primero ni el único. El Kirchnerismo ha perdido electoralmente en los últimos meses las alcaldías de tres grandes ciudades argentinas: Capital Federal; Gral. Pueyrredón (Mar del Plata) y Rosario, además de uno de los cuatro principales distritos electorales del país, Santa Fe. Un mensaje claro de las clases medias urbanas y sectores descontentos.

5. La fragilidad económica del gobierno

Sin embargo, la debilidad más preocupante del gobierno se encuentra en los frentes económicos, de masas y de los medios. La deuda externa ya supera la deuda externa al final del gobierno de De la Rua (2001), llegando a los 144.7 mil millones de dólares. Tan solo el pago de los intereses en 2008 es superior a todas las remuneraciones públicas, y es más que dudable que el gobierno tenga los fondos para liquidar intereses y capital de esta deuda. Argentina podría entrar nuevamente en default, como en el 2001.
La inflación es otra debilidad estructural. El gobierno ha congelado prácticamente la información sobre la inflación, porque muchos gastos públicos están indexados a la tasa de inflación. Ante esta situación, el criterio compartido de muchos economistas es que la inflación oscila sobre el 22%, una dimensión que ninguna economía resiste. Esa alta tasa de inflación, junto con los problemas de desabastecimiento de alimentos, que la oligarquía usa como armamento, puede llevar muy pronto a saqueos de los comercios y levantamientos contra el gobierno en los barrios pobres de la Gran Buenos Aires. Y, a diferencia de Venezuela, el gobierno Kirchner no tiene los fondos ni la logística para neutralizar este peligro.
Existe además, una inflación suprimida, generada por los irreales precios administrativos del Estado en el sector energético. Los combustibles argentinos están atados a un precio de barril de petróleo de 42 dólares, cuando el precio del mercado mundial es de 130 dólares. La refinación local de gasoil está en su punto límite y será necesario importar gasoil a precios internacionales. En el suministro del gas de Bolivia la situación no es mejor. El precio del gas boliviano es en promedio cinco veces mayor al que se paga en las cuencas argentinas y los suministros apenas cubren el 30 % de los volúmenes contratados con el gobierno boliviano. No está claro, donde el gobierno conseguirá los subsidios para financiar los costos de los energéticos del invierno entrante.

6. La fragilidad popular del gobierno Kirchner

El segundo flanco de debilidad de Kirchner es la ausencia de un movimiento de masas coherente y organizado que lo apoye. Kirchner no llegó con el poder del voto popular a la presidencia, sino por default del sistema (Menem) y con apenas el 22% de votos. Para generar apoyo en las clases medias acabó con el "corralito" de los ahorros, logró una reducción negociada de la deuda externa, hizo alianza con algunas e importantes organizaciones de derechos humanos---que hoy día, en algunos casos se ha convertido en cooptación incondicional de éstos--- convirtió a organizaciones piqueteros en grupos de apoyo, vía los planes de trabajo y el sistema de "punteros", y estableció un pacto con "el negro" Moyano de la central sindical peronista CGT.
De esta manera, se sumaron la Federación de Tierra y Vivienda (FTV), de Luis D´ Elía, Barrios de Pie de Humberto Tumini y las demás organizaciones que la Casa Rosada puede movilizar en la calle. Tales entidades tienen cierta utilidad, como cuando la FTV irrumpió recientemente en la Plaza de Mayo para terminar con la protesta escuálida de la oligarquía, previa comunicación telefónica con la Casa Rosada. Pero, de ninguna manera representan una fuerza real para enfrentarse a la oligarquía. Son más clientelas, que un poder orgánico como el que tenía el Partido Justicialista en los años cincuenta. Y tampoco tiene el aparato de Estado bajo control, como muestra la propia Secretaría de Agricultura, de la cual salen recursos para ayudar al paro oligárquico.
La falta de los gobiernos Kirchner de construir un movimiento de masas tiene una razón básica: el proyecto de Néstor Kirchner fue la restauración del sistema burgués, no un proyecto nacional de transformación. Al ser exitoso en lo primero ganó el apoyo mayoritario de la población y de sectores de la elite. Sobre esta plataforma llevó a su esposa a la presidencia. Pero, la fase de restauración ha terminado y el sistema está regresando a su normalidad. El crédito de los Kirchner se agota y la desesperada ofensiva contra la oligarquía acelera su declive.

7.El retorno de la oligarquía y del problema de la liberación nacional

La recomposición del sistema burgués ha hecho superflua la gerencia del Estado por la familia Kirchner. Y si algo explica la limitada agresión de la oligarquía en este momento es, por una parte, porque se encuentra todavía en una fase de acumulación de fuerzas y, por otra, porque le falta aun el líder o, mejor dicho, gerente nacional que encabezase la lucha para derrotar al gobierno.
Dentro del mismo peronismo, las voces son más claras y los competidores a heredar el gobierno andan sin rodeos. El más poderoso, el ex presidente Eduardo Duhalde, dijo en la "Asociación Argentina Amigos de la Fundación Konrad Adenauer" (sic) que la gente del agro que lleva adelante las protestas son "patriotas". Por lógica, entonces, el gobierno es antipatriótico, porque los reprime. Y advirtió "que vamos a tropezar otra vez con la misma piedra, porque la situación es similar a la de 1997, 1998: sin un rumbo, sin un plan nacional de desarrollo, sin inversiones, con inflación, con un balance comercialque se está volviendo desfavorable". La política de Kirchner, concluyó, es "un error político, estratégico, histórico y doctrinario".

8. La liberación nacional

"La oligarquía nativa es un subproducto que solamente será eliminado cuando se liquide la influencia del imperialismo. La lucha, entonces, es de liberación nacional, para liberar el país y alcanzar su triunfo definitivo en el momento, aún lejano, en que América Latina constituya una unidad real y libre de la opresión de los grandes centros cíclicos", acertó en su diagnóstico de la problemática nacional-latinoamericana, el más grande revolucionarioperonista, John William Cooke, hace más de cuarenta años.
Hoy día empieza en Argentina un nuevo ciclo en el secular enfrentamiento de doscientos años que ha determinado el destino de la Patria Grande : los proyectos antagónicos del neoliberalismo oligárquico-imperialista y del desarrollismo burgués.En este escenario aparece, sin embargo, un nuevo actor: la juventud que no conoció el terrorismo de Estado. No marcados directamente por el trauma del terror, esa juventud empieza a estudiarlos paradigmas de la historia argentina y comienza a ver a las víctimas de la dictadura como mártires de la lucha por la liberación nacional y social.
Ante el fin de las ilusiones sobre la economía de mercado, de los gobiernos burgueses y del agotamiento de los discursos de las izquierdas tradicionales, esa juventud argentina y los movimientos sociales buscan un nuevo paradigma liberador. Este paradigma es la combinación del desarrollismo latinoamericano contemporáneo con el socialismo del Siglo XXI. Su enemigo fundamental es elque definió Cooke: la alianza orgánica entre la oligarquía nacional y el imperialismo.
Desmentido
Desde el reciente Congreso sobre el Socialismo del Siglo XXI, en Montevideo, la agencia noticiosa alemana DPA reportó que yo dije, que la agresión militar de Washington contra Venezuela "está cerca". Esta es una soberana estupidez y una falsedad absoluta, responsabilidad exclusiva del corresponsal de DPA.

¿Hambre cero?

por Eduardo Valdés
Ex jefe de Gabinete de la Cancillería.


“Eliminen la FAO” gritó el presidente de Senegal Abdoulaye Wade respecto de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación a la que culpó de la actual crisis alimentaria.
862 millones son las personas sub-alimentadas en todo el mundo y la suba que llegaron a registrar los alimentos en lo que va del 2008 es del 53% respecto del mismo período del año pasado. Es muy fácil decir que los alimentos suben por la mayor demanda de India y China, pero esto no es la única verdad; el desvío de fuentes de alimentos para la producción de combustibles alternativos, la política de subsidios que aplican los países del Norte a sus productores, el aumento del precio del petróleo, que incide en el costo de uso de maquinarias en la siembra y cosecha los que se trasladan al precio del producto, y la especulación financiera de los pooles de siembra al caerse otros negocios de la usura como las hipotecas basura completan el fenómeno y otorgan responsabilidades hasta ahora ignoradas.
Con este panorama acaba de culminar en Roma la cumbre de Naciones Unidas en un fracaso rotundo, en una declaración “sin compromisos”, donde los poderosos impidieron que el documento mencionara a su proteccionismo, y sin que se planteara ninguna solución al tema de los biocombustibles, donde todas las posibilidades están abiertas, para que todo siga igual.
Mayor fue la sorpresa cuando como hecho novedoso se enuncia en un párrafo de la declaración “la necesidad de reducir el uso de medidas restrictivas que podrían incrementar la volatilidad de los precios a nivel internacional”. Traducido en criollo: los gobiernos no deberían poner impuestos a los productores agrícola-ganaderos. Lo que generó la reacción del bloque latinoamericano encabezados por Argentina y seguido por Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, quienes no firmaron la declaración. El mercado es el responsable del creciente hambre en el mundo, la FAO ha demostrado ser incompetente, dando voz a los países del Norte para pedirnos que renunciemos al Estado, única herramienta capaz de regular la injusticia.
Si los Estados poderosos han renunciado a la seguridad alimentaria de los más pobres en pos del lucro de las cinco corporaciones (Cargill, Dreyfus, Bunge y Born, Andre y ADM) que controlan el 80% del comercio mundial, el único recurso que nos quedará para contrarrestar esta desigualdad será refugiarnos en nuestra soberanía.
Helder Cámara, el obispo brasileño líder del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, manifestó : "Si doy comida a los pobres, me llaman santo. Si pregunto por qué los pobres no tienen comida, me llaman comunista".

La otra deuda

Por Bernardo Tirelli
Publicada en Buenos Aires Económico el 10 de junio de 2008


Cinco años de crecimiento continuo de la economía a tasas chinas permite observar algunos comportamientos. Uno de ellos es que el sostenimiento de una tasa de cambio competitivo permitió un proceso de sustitución de importaciones, la recuperación de la capacidad ociosa industrial y el aumento significativo de la producción y exportación de materias primas agropecuarias. Esto ha facilitado la obtención de un amplio superávit comercial y fiscal con la consecuente acumulación de reservas y disponibilidad de recursos para inversiones en obra pública, todo lo cual ha redundado en una importante disminución del desempleo. Sin embargo, también se verifica la persistencia de altos índices de pobreza y de empleo precario que alertan sobre el sentido del crecimiento, confirmando que la libertad de mercado, con teoría del derrame incluida, no asegura ni desarrollo ni calidad de vida.
El otro dato es que prácticamente todo el superávit se vuelca al pago de la deuda externa. Un informe de la Secretaría de Finanzas señala que la Argentina tiene obligaciones por U$S 144.728 millones, equivalente al 56 % del PBI. Los números oficiales indican que en los últimos dos años la deuda creció y que, medida en dólares, es comparable con la que había durante la crisis del 2001. Ahora bien, la deuda mirada en relación a las reservas y a las exportaciones, con la capacidad de pago que se obtiene, es sustancialmente diferente. Las reservas han aumentado a más de U$S 50 mil millones. Las reservas netas de los pasivos del Central –Lebacs y Nobacs– suman aproximadamente U$S 34 mil millones.
El proceso de desendeudamiento aparece como manejable pero ejerce una constante presión fiscal. Durante los próximos cuatro años se deberá hacer frente al pago de intereses de la deuda externa por una suma de U$S 52.904 millones, de ellos U$S 14.902 millones son intereses y U$S 38.002 millones corresponden al pago de capital lo que representa alrededor del 30 % del total de la deuda argentina. Para este año, si se descuentan los vencimientos de deuda a cargo de las provincias (BOGAR) y los de adelantos transitorios al Banco Central que se renuevan automáticamente, los vencimientos de capital e intereses suman U$S 12.500 millones. Considerando además el pago del cupón del PBI y la recompra de bonos del canje por excedente de capacidad de pago, que, en conjunto, suman U$S 2.100 millones, los pagos que se deberán enfrentar alcanzan los U$S 14.600 millones, lo que representa aproximadamente 6 % del PBI.

La deuda de pobreza

La contra cara de la deuda externa es la pobreza y el trabajo informal que llega al 40% con salarios promedio de $750 y en el sector formal, donde unos tres millones de trabajadores tienen salarios que apenas superan los $ 1.500 mensuales, que es el equivalente al valor de la línea de pobreza para un hogar tipo metropolitano
La pobreza en la Argentina es fundamentalmente una manifestación de la desigualdad y producto de la concentración económica y del ingreso. En 1974, que es el mejor año de distribución de los últimos treinta y cinco años, el 20 % de los hogares con menores ingresos accedía al nueve por ciento de la riqueza total. El 20 % más rico acumulaba el 35 por ciento. En mayo de 2003 el 20 % más pobre recibía el 6 % de la riqueza y el 20 % más rico casi el 50 % y en los últimos cuatro años, de acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares, de cada $100 nuevos que se generaron, el 30 % más rico se apropió de $62.
La medición de la pobreza que hace el INDEC con el método de la "Línea de Pobreza" (LP) consiste en establecer, a partir de los ingresos de los hogares, si éstos tienen capacidad de satisfacer -por medio de la compra de bienes y servicios- un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias consideradas esenciales.
Para calcular la Línea de Pobreza es necesario contar con el valor de la Canasta Básica Alimentaria ( marzo es $180.54), ampliarlo con la inclusión de bienes y servicios no alimentarios (vestimenta, transporte, educación, salud, etc.) y multiplicarlo por el tamaño promedio del hogar pobre en adulto equivalente ( 3,68 en marzo de 2008) con el fin de obtener el valor de la Canasta Básica Total (CBT). Para ampliar o expandir el valor de la CBA se utiliza el "Coeficiente de Engel" (CdE), definido como la relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales observados en la población de referencia. CBT = CBA por la inversa del Coeficiente de Engel (2,16 en marzo de 2008)
El resultado de este cálculo da $1435,6 que es la canasta básica total del hogar pobre. Si el ingreso total promedio del hogar pobre es de $614,8 resulta que la brecha de pobreza, o sea los ingresos necesarios menos los que se percibe es de $820,8 pesos.
Tomando los últimos datos oficiales sobre la cantidad de pobres resulta que la deuda de pobreza anualizada es aproximadamente de 20 mil millones de pesos, o sea menos del 3 % del PBI. Por supuesto si, en vez de números, se visualizan los seres humanos que están detrás esta es la primera y justa deuda a pagar.

Ismael y Samuel

Se cuenta que Ismael le había prestado dinero a Samuel. Este que vivía en una casa frente a la de Samuel, que estaba con dificultades económicas y no podía pagar la deuda, lo cual le creaba una situación de angustia e insomnio. Rebeca, su mujer, insistía infructuosamente sin resultados para que Samuel duerma. Una noche, cansada de esta situación, levanta las persianas y grita llamando a Ismael. Cuando Ismael sorprendido contesta, Rebeca le anuncia que Samuel no le va a pagar lo que el debe. Inmediatamente baja las persianas y le dice a Samuel: duerme tranquilo, el que no va a dormir ahora es Ismael. Si no aparecía en la escena Rebeca, resulta simple apreciar la lógica del prestamista: Ismael dormía tranquilo porque estaba seguro que Samuel, aún en dificultades, le iba a pagar. Así es con la deuda Argentina, nadie presta U$S 150 mil millones si se piensa que no se van a recuperar y con creces. Eso habla de dos situaciones, las dificultades a seguir enfrentando y del potencial disponible.
Romper la lógica del prestamista es definir primero objetivos y prioridades desde una visión nacional. Es terminar de superar definitivamente el Consenso de Washington Sobre los diez puntos de acuerdo: disciplina presupuestaria; cambios en las prioridades del gasto público (de áreas menos productivas a sanidad, educación e infraestructuras); reforma fiscal encaminada a buscar bases imponibles amplias y tipos marginales moderados; liberalización financiera, especialmente de los tipos de interés; búsqueda y mantenimiento de tipos de cambio competitivos; liberalización comercial; apertura a la entrada de inversiones extranjeras directas; privatizaciones; desregulaciones; garantía de los derechos de propiedad, hoy están casi todos vigentes.
La diferencia la puede establecer el sentido de la acción que significa que el crecimiento económico esté orientado hacia el desarrollo que significa eliminación de pobreza y desigualdad.
Significa aprender de las experiencias del pasado, superando los condicionamientos de la deuda y aprovechando la bonanza de las condiciones externas para construir una economía diversificada, industrializada y tecnológicamente avanzada.
Significa orientar la calidad de la inversión y adoptar decisiones soberanas como la que se tomó para la cancelación de la deuda con el FMI. Las reservas actuales se han mostrado suficientes para contener movimientos financieros externos e internos. El escenario es, más allá del conflicto agrario, de mayor acumulación de reservas. Por tanto, se podría definir a esta acumulación como excedente, disponerla para la cancelación de compromisos de deuda y, de ese modo, liberar el superávit fiscal para la deuda interna y destinarlo a inversiones industriales en zonas de bajo desarrollo.
La base de valor para estas nuevas industrias será, principalmente, el campo y sus productos. La combinación de estas inversiones y de los recursos humanos y tecnológicos movilizados provocará un positivo cambio cultural y los sacrificios, dificultades y esfuerzos del presente dejarán paso al camino de la esperanza.
Se dejará atrás, sin olvido, la traición de los que provocaron la deuda, a los que anunciaron la claudicación de las ideas propias y fueron artífices de la negación del pensamiento y la acción nacional, en las cuales no sólo se perdió el rumbo, sino que provocaron la gran tragedia que llega hasta hoy, materializada no sólo por la deuda sino por su contra cara de la pobreza.
La sujeción idearia del pensamiento único y del Consenso de Washington fue que debíamos pagar para vivir y se transformó en vivir para pagar. Es hora de trabajar para vivir y vivir para lograr la felicidad de todo el pueblo argentino

UDA se pronuncia ante el lock out agrario

Por Alfredo Conde

"La encrucijada nacional: tomar como rehén al pueblo de la Nación, violando la Constitución y desconociendo los resortes institucionales para la resolución de las problemáticas sectoriales; implica también renegar de la democracia reflotando ideas y métodos corporativistas ya superados por la historia."

Así interpreta UDA Provincia de Buenos Aires, tras un sereno y pormenorizado análisis, la situación que protagonizan los segmentos productivos de la agro exportación, que no son "el campo" en general como pretenden arrogarse sino una parte que podrá expresar mayor poder económico, pero no mayor importancia para la vida de los argentinos. Grandes áreas productivas del campo -cuyo valor agregado e importancia para la alimentación y salud de los argentinos es mayor al de la discutida soja-, se ven injustamente agredidos a través del compulsivo impedimento de circular por las rutas del país. A este irracional comportamiento que trascendió ya a desabastecimiento, sobreprecios, inflación y agresión a la salud y alimentación sobre todo de los sectores populares, se agrega la brutal y egoísta decisión de las patronales transportistas cerealeras de cortar el paso a todo camión, en un "yo o el diluvio" más procáz, egoísta y salvaje que se pueda concebir. Vemos con repugnancia la pudrición de alimentos y los derrames lácteos porque los docentes convivimos diariamente con el hambre de los mayores y la desnutrición infantil en las escuelas de zonas marginadas.

PALABRAS Y ACCIONES PELIGROSAS

Profundizando, sin detenernos en la crueldad anecdótica de los acontecimientos, el análisis de los cuerpos orgánicos de UDA Pcia. De Bs. As. llega a bucear en la desvaloración irresponsable, a través de acciones y discursos, de las vías institucionales y legales que la democracia permite transitar.
Por ello, en nuestro carácter de docentes y formadores de civismo, y luchadores natos por nuestros derechos gremiales sin nunca vulnerar la Constitución ni avasallar los derechos de otros argentinos, ante este conflicto empresarial, que hace a las aspiraciones de lucro de un sector del campo y ahora de un sector patronal del transporte cerealero afectado económicamente por decisiones del sector primeramente mencionado, y a las políticas de recaudación del Gobierno de la Nación para el Estado Nacional, decimos:

1) Que deploramos que alguien diga que "el Gobierno tomó medidas en forma inconsulta", refiriéndose a las modificaciones al régimen de retenciones. El presidente de la Sociedad Rural, Dr. Luciano Miguens revela con su desafortunada expresión, que casi todos los gobiernos –salvo algunos que produjeron indudables cambios sociales-, han tomado ejecutado políticas consultando a los sectores poderosos, sino obedeciendo por lo menos allanándose a su parecer. El derecho de las instituciones es a peticionar e incluso protestar mientras las medidas de protesta no vulneren derechos, bienes e integridad de ajenos a los peticionantes. El Gobierno gobierna con facultades legítimas conferidas por el Pueblo que lo eligió a través de comicios democráticos, y no tiene porque consultar con nadie cuando toma medidas en función del bien común, aunque si le cabe escuchar los argumentos de los sectores afectados y modificar o no sus decisiones si es su voluntad política hacerlo. Al gobierno se le peticionó y el gobierno modificó- Pretender que se allane incondicionalmente a la pretensión de cada corporación, y más bajo extorsión, es profundamente antidemocrático, autoritario e inconstitucional.

2) El presidente de la FAA, Eduardo Buzzi, cuestionando facultades a un Poder de la Constitución ante la citación judicial última, expresó textualmente que "se quiere judicializar un problema que es político".Buzzi estima soslayable la intervención judicial, pese a haberse cometido acciones absolutamente judiciables. La frasea de Buzzi apunta a una supuesta subordinación del Poder Judicial al Poder Ejecutivo y no se trata, según él, de un problema económico, sino político. Por lo tanto, sumado a otras expresiones, no se trataría de oponerse a lo oneroso de las retenciones, sino de marcarle el rumbo al gobierno en cuanto a la política agraria y económica en general. Para que no se judicalice el problema, discernimos, no se debieran cometer delitos perfectamente tipificados en el Código Penal de la Nación.

3) Advertimos con alarma la iniciación de un movimiento de índole corporativista con nutridos componente goebelianos practicados por el dirigente agrario Alfredo De Angeli, como echar la culpa al Gobierno de los actos producidos por el sector, como el desabastecimiento y el corte de rutas, a la posición del gobierno. El allanamiento ilegal de camiones y la compulsión a los choferes a mostrar la guía sin ser autoridad, es más propia de "scuadristi" o "camisas pardas" que de productores agrícolas. También nos preocupan los fundamentos propagandísticos de la protesta, como "la Patria la construimos nosotros " o "nosotros hacemos la riqueza de la Nación" , como si otros esforzados sectores, como el nuestro por ejemplo, no tuviera que ver con la construcción de la Patria aunque no tengamos 4x4 y avión propios. Ni tampoco agitamos con impudicia, como en los disciplinados actos de regímenes totalitarios del siglo pasado, la pura y sagrada Bandera Argentina para que sea símbolo de nuestras preocupaciones lucrativas.

4) Preocupa a UDA Provincia que gente de buena fe esté cayendo en la trampa de consignas patrioteras y agitación de pendones confundiendo la coacción y el chantaje con la protesta justa, que debe ser medida, considerada y también solidaria para con los que no participan de ella. Preocupa asimismo la desproporción informativa en la que incurren las empresas de prensa, y también el escaso marco comunicacional del gobierno, que no acaba de explicar ordenadamente las razones de sus medidas y las resultantes políticas de las mismas.

5) Al mismo tiempo de la declaración del Consejo Episcopal y otras importantes organizaciones que exhortan se establezcan canales de diálogo para el mutuo entendimiento, en pos de soluciones positivas, y con la participación de actores válidos con capacidad y autoridad de arribar a soluciones, UDA Provincia hace votos para terminar con esta pesadilla, sin que los intereses de sector afecten la integridad del resto de los argentinos ni atenten contra el destino de la Nación.

CONCLUSION

Por último, entendiendo que el Gobierno no es "el otro sector en pugna" sino el encargado por el Pueblo de administrar el Estado y el idóneo para formular políticas que hagan al bien común por encima de intereses de sector o grupo, con la obligación de escuchar y considerar las peticiones que todos tenemos derecho a formular, exhortamos a llevar el diálogo a conclusiones felices. Entendemos que no debe provocarse un daño social irreparable mediante actitudes extremas e irreparables, porque ni los docentes, ni los trabajadores –en blanco y en negro-, ni los desocupados, profesionales, estudiantes, ni nadie que ame a la Patria de verdad y sin usar sus símbolos en forma espuria, después de vivir el horror de la dictadura del Proceso y experimentar los siniestros efectos del ultraliberalismo que creó hambre e injusticia, estamos dispuestos a permitir que se engendre un nuevo monstruo totalitario con esencia corporativista.


Prof. Alfredo Conde
Secretario General
UDA Pcia. de Buenos Aires

¿CUANTOS QUIEREN VIVIR DE UNA MISMA HECTAREA DE CAMPO?

UNA HISTORIA GAUCHESCA CASI REAL PARA ENTENDER EL PROBLEMA:

Don José es dueño de 200 Hectáreas de campo, en Larroque Entre Ríos, que valen 3 millones de dólares. El no quiso trabajar mas y sus hijos Miguel y Alberto tampoco, por lo tanto alquiló su campo a razón de 15 quintales de soja (1500 Kg) por año y por Hectárea.

Si la tonelada de Soja se la pagan con retenciones de 35% Don José y sus hijos Miguel y Alberto ganaron 306 u$s/Ton x 200 Ha x 1,5 Ton/Ha = u$s 92.000 en el año, sin arriesgar nada, sin trabajar y viviendo en el campo.
Si el gobierno le aplica 41 % de retenciones recibe u$s 10.000 menos por año y por ello es que lo tenemos arriba de la Ruta a el y sus hijos.

Ese Campo de Don José lo alquilo Don Alfredo y su hermano mellizo que son vecinos de Don José alambrado por medio y sacaron de soja en ese campo 3200 Kg/Ha y por lo tanto con el 35% de retenciones piensan sacar u$s 196.000 brutos a los cuales hay que descontar lo que hay que pagarle a Don José por el alquiler o sea que le quedan u$s 104.000 + toda la plata que le ingreso por el trigo ya que en el mismo año sembraron trigo en junio y después de cosecharlo en diciembre, sembraron soja de segunda que cosecharon en Mayo del 2008.-
Como el gobierno quiere cobrarles el 41% de retención Don Alfredo y el Mellizo pierden de ganar u$s 19.000 por año y por eso también están en la Ruta.

Pero como Don Alfredo y el Mellizo son dirigentes de la Federación Agraria de Entre Ríos, ninguno de los dos tiene tiempo para tonteras (por ejemplo sembrar o cosechar) y mucho menos ahora que las cámaras de TV están en la ruta y por ello contratan a Don Rubén vecino de María Grande que tiene una buena sembradora y trabaja en su campo y la saca a trabajar afuera con su hijo Hugo a razón de 150 Kg de Soja por Hectárea sembrada.- Si la retención es de 35% Don Rubén y Hugo cobran u$s 9.200 dólares por 4 días de trabajo pero si la retención es de 41% cobra u$s 900 dólares menos y por lo tanto Don Rubén y el Hugo también esta en la ruta.

Don Aldo y su hermano Francisco son dueños de una cosechadora Vasalli que le salió hace un tiempo u$s 75.000 y la sacan a trabajar en la cosecha de soja a razón de 150 Kg de Soja por Hectárea cosechada y como Aldo y Francisco le cosecharon el campo al Alfredo y al Mellizo están las mismas condiciones que Rubén y Carlos y también está en la ruta.-

Todos estos contratos no existen porque en el campo es más importante LA PALABRA que un papel firmado y además nos ahorramos esas boludeces de IVA - Ingresos Brutos - Ganancias - Impuestos a los Sellos - Bienes Personales y otras Yerbas y para darle un valor a esa palabra y no tener que hablar de intereses fijamos los valores en quintales de soja.

Asimismo estos "culeados" del gobierno fijaron el límite de producción para recibir el subsidio de devolución de las retenciones en 500 Toneladas de Soja y Nosotros cosechamos 640 Toneladas.-
Eso no sería problema porque algo podemos mentir pero el problema mayor es que no tenemos contratos legales y además Quien es el que tiene todos los impuestos al día para poder anotarse para recibir ese subsidio.

¡¡ Por eso lo mejor es que no nos saquen algo para devolverlo después !!

¡¡ Hay que volver al 11 de Marzo ¡!

Y hasta que no cambien estos funcionarios mal asesorados: Don José y sus hijos Miguel y Alberto - Don Alfredo y su hermano el Melli - Don Rubén y su hijo Hugo - Don Aldo y su hermano Francisco y Don Arturo no se bajaran de la Ruta.... porque trabajaron cuatro días en la cosecha de soja y cuatro días en la siembra de trigo que cosecharan en diciembre de 2008 y si Tata Dios se acuerda y hace llover ... otra cosa no hay que hacer salvo fertilizar al macollaje de Trigo ... pero eso lo hará Don Arturo que tiene una buena distribuidora de fertilizante y la saca a trabajar.... entonces detendremos en la ruta a todos los camiones sobre todo los internacionales para equilibrar la balanza de pagos.

Así que podemos estar 90 días más en la Ruta

¡¡ POR EL FEDERALISMO!! - ¡¡POR EL CAMPO!! - ¡¡POR LA PATRIA!! - ¡¡PERO SOBRE TODO POR LA GUITA!!

¡¡ Y después dicen que la soja no emplea gente mira sino de 200 Has vivimos 10 familias!!


Si Usted no cree esta historia lea el Suplemento Agropecuario Rural del Diario Clarín del Sábado 7 de Junio de 2008, en este suplemento el Ingeniero Agrónomo Héctor A. Huergo, director de dicho suplemento, que supo ser mi compañero en la Facultad de Agronomía en mis épocas de estudiante, y que es pariente de Ernestina Herrera de Noble, dueña del diario en el cual escribe.
Este benemérito Ingeniero Agrónomo defensor acérrimo de la Soja y de la posición del campo en este conflicto, dice:

? "Hay chacareros chicos o medianos que a veces prefieren alquilar sus propios campos transfiriendo el riesgo de la producción a otros. Algunas veces además de alquilar el campo ellos mismos hacen las labores y conducen los cultivos para el locatario".

? "Otros chacareros con conocimiento y maquinaria se transforman en contratistas para terceros porque por ejemplo para sembrar y/o cosechar 150 Hectáreas no se necesitan más de tres días. A veces están asociados al resultado final u otras veces cobrar por las labores".

? "Muy pocos agricultores se acogieron a la oferta de las compensaciones diferenciales, porque la mayor parte de la agricultura argentina opera bajo la forma de pools, funcionando así: el dueño de la tierra la da en alquiler y el que alquila puede ser un vecino, un contratista sin tierra o una organización que capta recursos".


Ing. Juan David Nogueira
Telefono 4629-6246
Celular 15-5419-8879
juandavidnogueira@yahoo.com.ar

Foro en defensa del Proyecto Nacional y Popular

El Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, fue el invitado especial del primer Foro en Defensa del Proyecto Nacional y Popular, que contó con más de 250 militantes.