“Si ves el futuro dile que no venga”. Por Antonio Muñiz

 Gran parte de los argentinos, como la mayor parte del mundo, están prendidos de una pantalla, siguiendo las acciones de un mundial de futbol. Todo parece pendiente de lo que pasa en Qatar cuando comienza a correr la pelota.

Seguramente hay grupos minoritarios, muy ideologizados, que critican esta dependencia, este supuesto veneno del mercado para adormecer a los pueblos. Sin embargo no parecen ver la gran carga de emocionalidad que conllevan estos juegos, la sensación de pertenencia a un pueblo y una nación.

También se equivocan quienes buscan sacar redito político interno con un triunfo o una derrota del equipo nacional. Da pena ver a la derecha argentina, expresada en los dos pasquines de mayor circulación, Clarín y La Nación, boicotear y esperar el fracaso para supuestamente llevar agua para sus molinos. Esperando que el fracaso y la derrota beneficien sus intereses políticos o electorales futuros, y temiendo que el triunfo beneficie al oficialismo. La historia de nuestro pueblo, sobre todo, el mundial 78, muestra que la pasión por el futbol corre distinto que la realidad política cotidiana.

La euforia por el mundial no tapa una realidad política y económica agobiante, enmarcados en caos global (pandemia, guerras, luchas comerciales, etc) que condicionan mucho más una realidad económica local, producto de una herencia del gobierno anterior de una fabulosa deuda externa, una devaluación brutal y un inflación que fue limando el salario de los trabajadores.

La crisis que vamos atravesando es mucho más que una crisis económica coyuntural, de falta de dólares o alta inflación, como ya hemos vivido en otras épocas. Es una crisis estructural mucha más profunda, es una crisis política. Está en crisis final el modelo neoliberal instaurado en 1976 y consolidado en los noventa con la sanción de la perversa constitución de 1994.

Es un modelo que está en cuestión en el mundo, con la decadencia de las potencias occidentales y el surgimiento de una nueva hegemonía global, liderada por China.

Pero en Argentina alcanza ribetes peligrosos, ya no es una cuestión de lucha de modelos económicos o políticos. Es la podredumbre de grupos económicos, políticos y  sociales, prohijados por 45 años de políticas neoliberales, que nos han llevado hasta acá.

Los que mandan, la vieja oligarquía, pero también grupos de aventureros que en el régimen de anomia en que se han desarrollado han ido consolidando un poder económico y político perverso por sobre el total de la población.

El modelo está en crisis, unos persiguen la persistencia del modelo, no importa el costo social ni político, ya que han sido los ganadores de este tiempo y se han apropiado por saqueo de la riqueza y del trabajo del resto de los argentinos.

El problema que tienen y los mostró  el desquicio que dejó  en macrismo en 4 años es que no tiene un modelo viable que integre a los 45 millones de habitantes. Es un modelo que para sobrevivir debe generar un mayor ajuste y empobrecer aún más a los sectores asalariados y pensionados. Un modelo así solo puede sostenerse por la violencia y la represión. La pregunta es cuanto ajuste aguanta un pueblo antes de rebelarse en las calles?

Las políticas de ajuste permanente, privatizaciones, desindustrialización , apropiación, saqueo y fuga de la riqueza generada  por toda la comunidad, terminan en un gran fracaso, en un colapso de toda la economía, tal como ocurrió en 1982, 1989/90, 2001 0 2019, dejando un país arrasado con mayores índices de desocupación, pobreza e indigencia.

Toda la dirigencia de nuestro país, guiada por intereses de clase, cipayismo, la copia de  modelos  inadecuados, ceguera política,  incapacidad o cobardía, es la gran responsable, por acción u omisión,  de haber transformado un país rico, potente, orgulloso de si mismo, en esta decadencia permanente, que parece no tocar fondo..  

Los datos de la realidad:

En esta última semana se han conocido los datos de nuestra sobre la situación socio económica. A partir de periódicos Informes del Observatorio de la Deuda Social de la UCA que, aunque pueden ser cuestionados en forma parcial por lo menos muestran las tendencias generales de cómo y hacia dónde va esta sociedad.  Aunque se diferencia por matices, en general coincide con las tendencias señalada por el Indec.

Los datos gruesos muestran que la situación social sigue en retroceso a pesar de que ha aumentado la ocupación y la actividad económica. Y que las políticas de auxilio vía subsidios, planes, etc, están amortiguando una situación escandalosa en la base de la pirámide. Salta a la vista claramente que con una disminución en el número de beneficiarios aumentaría drásticamente el índice de indigencia. O sea que hay un porcentaje alto de la población que está cubriendo sus necesidades más básicas, la comida por ejemplo, solo con la ayuda estatal.

Estamos en un modelo que genera algo de trabajo, mayormente informal, pero de bajos salarios. Eso explica la persistencia de la pobreza e indigencia. Estamos en un país de trabajadores cuyos salarios están por debajo de la línea de pobreza

Los datos centrales reflejan la situación al final de tercer trimestre (septiembre) del año en curso. La pobreza alcanza el 43,1%, frente al 42,4% del año pasado y como decíamos la indigencia se redujo del 9% al 8,1%, debido al crecimiento  de los planes sociales. El dato tal vez mas escandaloso de ese informe es que el 61,6 % de los niños viven en situación de pobreza.

Si analizamos la evolución de la pobreza en la Argentina veremos cuál fue el resultado de años de políticas neoliberales y programas sugeridos por el FMI: Año 1975 era del 6%; en 1980, primera crisis de la deuda, era del 20%, y a partir de allí su crecimiento ha sido y es exponencial, llegando a su pico máximo en la crisis 2001 del 65%, bajando al 55 % cuando asume Néstor Kirchner en 2003. Durante la gestión de los gobiernos k la pobreza disminuye hasta estabilizarse alrededor de un poco menos del 30 %. Está claro y las estadísticas lo muestran crudamente cuando las políticas económicas se acoplan a programas del FMI como se hizo durante el fatídico gobierno de Macri la pobreza se dispara. Así en 2018 se escapó el dólar, volvió el FMI y el descontrol cambiario hizo que la divisa pasara de 20 pesos a más de 60. A partir de ese momento hasta 2019, los índices de pobreza pasaron  26,1% en 2015 al 37,6% en 2019.

Todo ello a pesar del aumento de los planes sociales. Desde el 2010 esa ayuda a los hogares se duplicó, pasó del 24,4% de los hogares en 2010 al 40,4% de los mismos en la actualidad. El Informe remata con la información que, sin los planes sociales, la pobreza hoy superaría el 50% y la indigencia estaría rondando el 20%.

Y para completar el diagnostico,  los datos existentes muestran que trabajadores privados, y sobre todo los públicos e informales, llevan meses perdiendo ingresos, a un ritmo constante y creciente. Los informales son los que más perdieron, sin olvidar que este último año el trabajo informal pasó del 31,5% al 37,8%, el peor indicador de los últimos 15 años.

Pareciera que la novedad no es lo mal que estamos, sino la perspectiva que siguiendo este camino estaremos peor.

El gobierno, la oposición y los medios vienen pregonando hipócritamente la trasformación de los planes en trabajo digno, cuando la realidad muestra que esta economía no genera empleo y si lo hace es con salarios bajos, casi de subsistencia.

Estamos en una economía de base extractivista, dependiente de la exportación de commoditys sin valor agregado, una economía que debe generar dólares para pagar la deuda. Una economía que no solo no derrama sino que sirve para  la acumulación y el saqueo en manos de su clase gobernante.

Para ser sinceros, y nadie dice las cosas por su nombre, esta economía cierra casi regalando materias primas, el litio es el mayor ejemplo y con la exportación y el contrabando de granos vía Uruguay y sobre todo Paraguay, por los puertos y rutas de la hidrobia, drenaje por el cual no solo se van nuestros cereales, sino también por donde circula la droga hacia Europa.

Desmintiendo a los agoreros del neoliberalismo, Argentina no es un país pobre. Por el contrario es un país rico, pero sus riquezas son saqueadas y están mal distribuidas.

En cuarenta años argentina se latinoamericanizó, pobres cada vez más pobres y una minoría de ricos cada día más ricos.

Esta es la realidad que afrontamos, la mitad de la población en la pobreza, una inflación galopante originada en parte por la situación internacional y en otra fomentada por la elite económica local que tiende a maximizar ganancias y a apropiarse de los recursos de todos.

Jaqueados por la escases de dólares, no solo para sostener mínimamente el aparato productivo, sino para soportar un mínima corrida. Sin reservas, una inflación que tiende al 100%, altos intereses para financiarse en pesos, y pagos de la deuda en dólares y otra en pesos para 2023 prácticamente impagables.

La estrategia del gobierno de AF pareciera circunscribirse a una tímida  “guerra a la inflación”, en base a acuerdos y consensos y en el otro a “patear para adelante” los problemas estructurales. Que la bomba, si estalla, le estalle al próximo gobierno, esperando en el medio algún milagro: los dólares de Vaca Muerta o la explotación offshore frente a las costas del Mar del Plata, por ejemplo.

Mientras tanto solo queda rogar que los formadores de precios se porten bien y cumplan los acuerdos, que la situación internacional, es especial, el conflicto en Ucrania no escale demasiado y profundizar el ajuste, que el gobierno sigue negando. Está claro que para que esto funcione es necesario un descenso de la actividad económica. Volvemos a repetir que el modelo cierra transitoriamente con la consigna “exportar todo lo que se pueda y mantener salarios bajos en dólares”.

Utilizando la famosa frase escrita en papel en su momento de muerte, ya que un cáncer de lengua le impedía hablar, por Juan José Castelli, “si vez el futuro dile que no venga”.

Pero como suele ocurrir el futuro siempre llega.

Bailando en el Titánic

Y para terminar este análisis, también estamos ante una crisis institucional de suma gravedad, donde oficialismo y oposición juegan un juego de sordos enfrentamiento, donde se han superado los límites del disenso democrático, donde en nombre de la república y la democracia se están demoliendo las pocas instituciones básicas de una Nación.

Todos  bailando en la cubierta del Titanic, con una promiscuidad, falta de decoro y corrupción pocas veces vista en la historia argentina. El nivel de decadencia moral es absoluta. Un minoría política, empresaria, gremial, intelectual, etc, baila en la cubierta preparándose para abordar los botes salvavidas, mientras nuestro pueblo en los subsuelos inferiores trata de sobrevivir ante el naufragio que parece inevitable.

Este nivel de decadencia de nuestras clases dirigentes no es nuevo. Es un fenómeno que comenzó claramente con el nefasto  golpe en 1976, con el golpe militar, que vino a resetear toda la sociedad argentina. Su objetivo era hacer desaparecer al peronismo y a la clase trabajadora, como vehículo de lucha; comenzó ahí una contrarrevolución neo conservadora, nunca completada del todo, pero que ha ido permeando capas de nuestra clase dirigente. Casi como un gangrena se ha ido extendiendo y cubriendo con su pus a los medios de prensa, a los jueces, fuerzas de seguridad, políticos, gremialista, empresarios, intelectuales, etc, grande beneficiarios del descuartizamiento del país, pero a su vez han ido adormeciendo a una sociedad, otrora vigorosa y aguerrida, que mira los hechos, su realidad, su empobrecimiento general, su propia decadencia, sin verla, sin comprenderla. Y para peor muchas veces apoyando y votando a su propio verdugo.

Dos hechos en los últimos meses han puesto de manifiesto y ante los ojos de todos, el nivel de la corrupción social citado. Uno fue el intento de asesinato de la principal líder política de este país. El intento de magnicidio a una figura política trascendente, que además tiene el cargo de Vice presidenta de la Nación, ha pasado sin pena ni gloria por los titulares de los grandes diarios. Languidecen las investigaciones en opacos juzgados y la sociedad ya casi no habla del tema. Un acto de terrorismo como este no puede ni debe ser manejado con este nivel puerilidad e impudicia. Nadie, y la justicia menos, quieren investigar quienes, además del pequeño grupo de perejiles que se usaron como mano de obra, fueron los verdaderos culpables, los instigadores, los financistas y los autores intelectuales. Y porque es esto, porque todo apunta al corazón del macrismo, todos los indicios llevan a grupos mafiosos, de derecha, ligados a Mauricio Macri y su grupo de mayor confianza, los empresarios Caputo y Milman, ladero de Patricia Bulrich.

Que esta justicia, sobre todo la federal actué así a nadie sorprende, es un secreto a voces su permeabilidad ante el poder, el dinero y muchas veces el delito mismo.

Si algo faltaba en esta danza macabra, de contubernios y acuerdos mafiosos entre los grandes medios, jueces, fiscales y fuerzas de seguridad, fue el viaje financiado por Héctor Magnetto y Joe Lewis a un encuentro, casi un “retiro espiritual” bien regado de caros vinos y wiskis añejados, de los más granado y selecto de la justicia federal de Comodoro Py.

No solo cometieron un delito al ir a la residencia de Lago escondido. Eso es un delito tipificado como “Dadivas”, si no que además, se los graba en conversaciones donde hablan de cometer más delitos para tapar el anterior. La conversaciones grabadas son de una gravedad mayúscula, por la manera impune con que se manejan y como en su soberbia no toman a todos por idiotas.

Ante el escándalo, la denuncia en cadena que hace el presidente más las denuncias detalladas que hizo la vice presidenta, han hecho imposible por ahora tapar los delitos. Pero viendo el poder mafioso de esta justicia y como se han manejado otros hechos, es probable que todo vaya quedando en la nada.

En el medio la condena amañada contra CFK, por la causa Vialidad y su notoria respuesta de ella, denunciando a los instigadores directos y un gesto moral y ético pocas veces visto, redobla la apuesta contra toda esta situación mafiosa.

Cerrando esta nota llegan noticias del Perú. Confusas porque los medios de prensa hegemónicos jugaron  a  favor  del golpe blando al presidente legítimo Pedro Castillo: hay manifestaciones populares en Lima y varias ciudades del interior en apoyo a Castillo y pidiendo la reforma constitucional. La constitución de Fujimori del año  1993, es igual que la nuestra, piedra basal del modelo neoliberal conservador. Génesis de todos los problemas institucionales que sufre Perú desde hace décadas y la alternancia sin poder las figuras presidenciales.  En el caso peruano, tal como ocurrió en Bolivia vuelve  a aparecer el ejército y las fuerzas de seguridad como reaseguro del golpe y reprimiendo las manifestaciones populares de resistencia. Esta aparición de las fuerzas armadas en los conflictos políticos puede abrir una puerta a la violencia para estatal tal como ocurrió en los 60 y 70.

Epilogo:

La crisis económica política y social es una crisis estructural mucho más profunda: Es la crisis final del modelo neo liberal que puso su garra en la argentina en 1976.

Es probable que el modelo estalle en sí mismo tal como implosionó en el 2001, y obligue a los sectores populares a salir a la calle en defensa propia como ocurriera hace dos décadas. O tal vez tenga una lenta agonía, con los grupos de derecha queriendo perpetuarse en el modelo, a costa de un mayor ajuste y represión.

El peronismo está en una disyuntiva existencial, con una clase dirigente cómplice de la situación actual, otro con una visión “progre” y reformista, mas allá de las lindas palabras terminan jugando para la derecha y el modelo vigente, por el simple hecho de que le tienen miedo al pueblo en la calle. El peronismo debe elegir ser responsable del derrumbe general que se avecina, por acción u omisión, o se convierte en  una fuerza revolucionaria, que lidere las luchas populares y que ponga de cabezas el modelo neoliberal, desarticulando todo el andamiaje legal y político del coloniaje.
En política en difícil pronosticar los acontecimientos, sin embargo todo parece indicar que están surgiendo fuerzas populares, corrientes subterráneas muy fuertes, buscando el momento, el lugar y el tiempo de salir con ímpetu a la superficie.

Recordando a Althuser, el tren de la historia pasará frente a nosotros, no sabemos dónde ni cuándo, pero hay que estar alertas para cuando ocurra subirnos a él.

“De todo laberinto se sale por arriba”. Por Antonio Muñiz

La famosa frase que de un laberinto se sale por arriba del escritor y poeta Leopoldo Marechal ha tenido diversas explicaciones, desde psicológicas hasta bíblicas. La  palabra laberinto más allá de la figura tradicional del laberinto físico, podemos definirla en  las cuestiones políticas y sociales como “situación confusa y enredada, a la cual no se le encuentra la salida”,

Una vez más CFK pateo el tablero y cambio el escenario. Demolió las paredes del laberinto donde la sociedad argentina esta aprisionada.

Se colocó nuevamente en el centro del escenario político,  luego de meses de soportar un ataque político mediático y judicial, que alcanzó sus puntos máximo con el atentado a su vida y la condena a prisión y la inhabilitación a ocupar cargos públicos.

Su respuesta desconcertó al resto de los jugadores, propios y opositores, dejando a todos en la intemperie.

La oposición envuelta en sus querellas comiteriles, peleando el reparto de un poder que hoy carecen y del que están bastante lejos de tener asegurado, salvo en algunas encuestas hechas  medida para alimentar el ego de alguno dirigentes, nadie hoy puede asegurar a un año vista el resultado electoral en 2023.

La oposición, casi en su conjunto celebró  la sentencia contra CFK, como una victoria  política y el renunciamiento a ocupar cargos futuros, como una aceptación de su derrota.  Como decíamos la oposición sigue en una interna suicida, donde prevalece la estrategia de los sectores más duros de la derecha argentina, prohijada por grupos económicos, que juegan “a cuanto peor, mejor”, tensando la cuerda hasta sus límites.

“Cárcel o muerte” proponen para enfrentar a la principal figura opositora, como objetivo político. Una locura, en un país con nuestra historia de muerte y sangre, casi desde sus inicios fundacionales. Creen realmente que “muerto el perro se acabó la rabia?  Creen que por la violencia o la proscripción de líderes populares pueden modificar la realidad política de un pueblo?   Doscientos años de historia muestran lo contrario, desde el fusilamiento de Dorrego hasta nuestros días, pasando por los oprobiosos golpes cívicos militares que tenían como objetivo, la desperonizacion del país.

En el Frente de Todos:

Por otro lado las fuerzas que confluyen en el Frente de Todos, también sintieron el golpe de la movida de CFK. Por un lado el miedo a perder “el dedo sabio” de Cristina que conducía y daba sentido al conjunto. La pérdida de la conducción provoca zozobras, un miedo a quedar huérfanos,   en el peronismo, acostumbrado desde su fundación a líderes fuertes, como JDP, con gran apoyo popular que marcaban el rumbo estratégico. También es real que hoy el FdT es una alianza heterogénea, solo sostenida por el liderazgo de CFk y también es justo reconocer, por el espanto que provoca en amplios sectores del regreso del macrismo al poder.

Y la decisión de CFK:

Sin querer entrar en análisis psicológicos sobre las acciones y decisiones de CFK, es necesario comprender desde un análisis político sus intenciones.

Es probable que CFK nunca haya pretendido ser candidata en 2023, Seguramente dejo correr la posibilidad de “Cristina 2023” como un manera de en principio mantener sobre su figura la unidad de todo el espacio, por el otro conservar poder para enfrentar a los sectores de la derecha que la vienen hostigando sin piedad y por último, no menor,  es muy difícil que un dirigente político renuncie a un caudal de aprobación del 30/40 %  y del amor de su pueblo, gratuitamente.

 

En principio la vice presidenta mostro una vez más una capacidad de interpretar el momento político, de leer la realidad, de medir los tiempos, pocas veces vista en un dirigente político argentino. Por el otro mostró  con esos gestos una actitud moral y ética desconocida en la dirigencia tradicional argentina.

Se liberó de trabas políticas o conveniencias personales para dar la pelea. Va a pararse en el centro del ring a devolver golpe por golpe. Eligio y le puso nombre a los enemigos, “la mafia jurídica, mediática, política y económica”

 

En primer lugar dijo basta a esa democracia formal, jaqueada y cooptada por los grupos económicos desde 1976 a fecha, pero que alcanzaron su punto máximo con la toma directa del gobierno y del poder durante la gestión Macri. El contubernio empresario, mediático, judicial, servicios de inteligencia, interno  y externos, ha ido creciendo y concentrando poder a pasos agigantados, aun durante este gobierno, del que ella forma parte. Es  clara evidencia de la complicidad de muchos sectores macristas que operan impunemente dentro de las estructura del actual gobierno, en segundas o tercera líneas, pero que son claves a la hora de hacer funcionar o no el aparato del estado. Las recientes denuncias de coimas, cohecho, dadivas, entre fiscales jueces servicios con el auspicio económico de Magneto del grupo Clarín, que llegan hasta la medula misma del gobierno de AF,  muestra la  obscenidad y la putrefacción de todo el sistema.

Este modelo de funcionamiento mafioso se repite una y otra vez desde hace décadas, un poder que desde las sombras conduce y condiciona los destinos de una nación. Seguramente esto sucede en muchos países del mundo, no es fenómeno nuevo, es el capitalismo prebendario y saqueador en su peor versión. Pero mal de muchos consuelo de tontos.

CFK no solo le dijo basta, sino que también le puso nombre y apellido a cada uno de los actores, por lo menos a los principales, la justicia federal de comodoro PY, que en muestra de su impudicia y su creencia en ser intocables e impunes no han dejado delito por cometer y encima en grabaciones de sus conversaciones muestran el deprecio por nosotros, el común de los ciudadanos. Se nos burlan en la cara.

Y mostró  con nombre, apellido y foto al gran capo mafioso Hector Magnetto, Ceo del Grupo Clarin, y artífice  de todas las maniobras de corrupción y negociados en contra del Estado y de los habitantes del país, desde las primeras privatizaciones en la época del golpe militar 1976/83, pasando por su época dorada el menemismo.

No descubrió nada nuevo, todos sabemos y sabíamos cómo funciona la red de corrupción en este país y quiénes son sus jefes, pero todos callamos, hablábamos y denunciábamos en general, casi sin nombrarlos, pero ella le puso nombre y apellido, los mostró , denunció  su impudicia , mostró donde está la podredumbre en este sistema cooptada por el dinero y lo negocios.

Tal vez esos grupos mafiosos, todavía no se dieron cuenta, del tremendo cachetazo que CFK les pegó, los puso en evidencia y eso es mortal para este tipo de negocios fraudulentos.

Se inicia un etapa de “mano pulite” y depuración muy fuerte. Por más complicidades políticas con que pretendan taparlo, les será muy difícil pararlo.

Por supuesto la batalla no será sencilla, en principio puso en marcha a  gran parte del aparato kirchnerista que ha salido a pedir juicio político a los primeros acusados. Seguramente en la semana próxima de harán las denuncias en el Consejo de la Magistratura.

Todos esperamos que se avance en las dos batallas centrales, contra la Corte Suprema, organismo que con su defección y complicidad  ha permitido que la gangrena avance sobre todo el cuerpo social y la ley de medios para romper los monopolios mediáticos que lidera hoy el grupo Clarín

La nueva posición de CFK seguramente tensionará  aún más los conflictos políticos ya existentes. Obligará al FdT a generar las acciones y decisiones que no tomó  en estos tres años, y obligará a su vez a las fuerzas de la oposición, a los sectores económicos con intereses en el mercado interno, las pymes, a las organizaciones de la comunidad, etc,   a definirse claramente de qué lado de la grieta están.

Además y por último en esta nota, la lucha no será sencilla porque la situación internacional está muy complicada, sobre todo para países periféricos como Argentina, y una situación económica muy volátil en lo interno.

Sera necesario mucha voluntad política, mucha organización popular, una movilización permanente y mucho coraje, como el que demostró CFK, para dar la batalla final.

Continuara………

Autor/a

antonio muñiz
Antonio Muñiz

Foro en defensa del Proyecto Nacional y Popular

El Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, fue el invitado especial del primer Foro en Defensa del Proyecto Nacional y Popular, que contó con más de 250 militantes.