Entrevista al Diputado Daniel Gurzi


El diputado provincial del bloque del Frente para la Victoria-PJ defendió la reforma a la Ley de Coparticipación Federal impulsada por el ex presidente Néstor Kirchner y consideró que “el contexto del país es propicio” para llevarla a cabo. Además, se refirió a las duras acusaciones de su par de bancada Ismael Passaglia contra el ministro de Salud bonaerense, Claudio Zin, y advirtió que “ahora se le pueden terminar volviendo en contra como un boomerang”. El diputado provincial por el bloque del Frente para la Victoria – Partido Justicialista Daniel Gurzi se mostró de acuerdo con la reforma a la Ley de Coparticipación Federal que impulsa el ex presidente Néstor Kirchner y remarcó que no sólo es “posible” por el actual “contexto propicio del país”, sino “necesaria para poder mejorar los servicios de Salud, Educación, Seguridad y Justicia de catorce millones de bonaerenses”. En diálogo con Info Región, el legislador también se refirió a las duras declaraciones de su par de bancada Ismael Passaglia contra el ministro de Salud provincial, Claudio Zin, y advirtió que por el tono de las mismas “ahora se le pueden terminar volviendo en contra como un boomerang”. Respecto a la reforma de la Ley de Coparticipación, Gurzi remarcó que su importancia fundamental radica en que “le permitirá a la Provincia recuperar los puntos perdidos en 1987” y de ese modo “contar con un ingreso importante para solucionar muchos problemas”. “Se trata de un reclamo genuino de los bonaerenses que es muy factible que a corto plazo se produzca porque existe la voluntad política de hacerlo”, resaltó. Para que la modificación se produzca, el reclamo por la nueva Ley debe contar con el apoyo de las demás provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A priori parece difícil que lo hagan dado que más coparticipación para el territorio bonaerense redundaría en una reducción en las partidas recibidas por cada una. Aunque, la iniciativa cuenta a su favor con que es impulsada por el ex presidente y actual jefe del PJ nacional, Néstor Kirchner. Sobre está cuestión, el legislador aseguró que “años antes no era posible hablar de este tema porque había un 22 por ciento de desocupación y aún se le debía al FMI”, pero que ahora es posible hacerlo porque “la situación del país es otra y ni siquiera los líderes de la oposición pueden desconocer que hay una deuda histórica con esta provincia”. En otro orden, consultado sobre las graves denuncias del diputado Passaglia contra el titular de la cartera de Salud de la provincia -el miércoles en el recinto en el marco de una sesión en la Cámara baja-, Gurzi admitió que sus palabras “sorprendieron al bloque” por su tono y sostuvo que “debió intentar canalizar su punto de vista respecto a la salud en la provincia dentro del ámbito que corresponde”. En este sentido, y tras remarcar “el interés que muestran tanto el ministro Zin como el gobernador” en este tema, confió su sospecha de que los cuestionamientos estén vinculados “a un sesgo de su historia personal con el Ministerio” por lo que recalcó que “de ser así es doblemente preocupante”. “Si es verdad lo que dice, el Gobierno de (Daniel) Scioli va a tener que replantear mucho su política; mientras que si no lo es, será él quien quedará mal parado con sus declaraciones”, argumentó. Por último, el legislador destacó la aprobación durante la última sesión de un proyecto de su autoría que establece crear un registro de datos de las empresas que prestan servicio de limpieza en establecimientos públicos y privados. Según explicó, en adelante el Ministerio de Trabajo estará obligado a llevar una nómina donde debe constar el domicilio y los responsables de la compañía que preste el servicio para evitar así fraudes e incumplimientos en los haberes de los empleados.

¡No al rescate de los multimillonarios de Wall Street !por JAMES PETRAS

El Secretario del Tesoro Paulson y el Presidente Bush han pedido al Congreso, apoyados por los líderes Demócratas en ese ámbito, 700 mil millones de dólares de rescate a Wall Street y a las instituciones financieras.
En los últimos años estos bancos han cosechado miles de millones de dólares en préstamos y especulaciones sobre hipotecas, valores y otros papeles financieros, virtualmente sin capital que cubra sus apuestas. Con la caída en el mercado de la vivienda, las deudas financieras de Wall Street se fueron a las nubes, el valor de sus propiedades se evaporó, y están agobiados por los billones de dólares de esa deuda.
Paulson, Bush y el liderazgo del Congreso de los EE.UU. le piden al contribuyente que compre la deuda privada sin valor de Wall Street, cargando a la generación actual y las futuras de los EE.UU. con ese fardo.
Paulson / Bush y los líderes del Congreso sostienen la falsedad de no rescatar a los estafadores de Wall Street daría lugar al colapso del sistema financiero. De hecho, casi 200 de nuestros principales economistas de las universidades más prestigiosas rechazan el rescate Paulson. La verdad en este tema es que a lo que conduciría la retención de esos fondos, sería a la caída del sistema financiero especulación-estafa--evasión, el papá de la actual debacle económica. El Gobierno Federal puede y debe utilizar los cientos de miles de millones de dinero público para instalar un mecanismo nacional de control público sobre el sistema bancario y las inversiones, bajo la supervisión de representantes electivos. El colapso del sistema financiero hoy en bancarrota es a la vez una amenaza y una oportunidad: El colapso de este sistema corrupto ha llevado a la pérdida de puestos de trabajo y congelamiento del crédito y los préstamos; el establecimiento de un nuevo sistema bancario de propiedad pública ofrece una oportunidad para financiar lo prioritario para la inmensa mayoría del pueblo norteamericano: la re-industrialización de nuestra economía, una programa universal y nacional de salud, asegurar y ampliar la seguridad social en el próximo siglo, la reconstrucción de nuestra infraestructura en decadencia y muchos otros programas esenciales para el estilo de vida americano.
El problema no es la falsa alternativa de rescate de Wall Street o el caos y colapso financieros: La verdadera elección es entre la subvención de estafadores o el establecimiento de un sistema financiero público responsable, sensible y equitativo. Diez razones para oponerse al rescate de Wall Street
1. En una economía de mercado los capitalistas justifican sus beneficios por el riesgo a perder que se asumen. Los jugadores no pueden quedarse con lo que ganan y que sus pérdidas las paguen los contribuyentes. Tienen que asumir la responsabilidad de sus malas decisiones. 2. Gran parte de la deuda venenosa o basura se basa en prácticas fraudulentas - instrumentos financieros opacos que no guardan relación con los bienes reales pero que generan enormes comisiones. Rescatar a los estafadores sólo alienta más estafas.
3. El Tesoro de los EE.UU. compraría papeles sin valor, los bancos privados conservarían todos los bienes de valor. Compramos los limones, y ellos van en Cadillacs.
4. La posibilidad del Tesoro de recuperar cualquier valor por sus compras de deudas incobrables es casi nula. Los contribuyentes serán empapelados con papeles de deuda para los cuales no hay compradores. 5. El efecto a largo plazo de este rescate será duplicar la deuda pública y recortar los fondos de la seguridad social, la educación y los programas de salud pública, mientras que el aumento de la carga fiscal de las generaciones futuras.
6. Tanto el dólar devaluado como la deuda pública reducirán su atractivo en el exterior, aumentando el costo de las importaciones y resultando así una espiral inflacionaria que socavará aún más el nivel de vida de los trabajadores.
7. La canalización de fondos hacia Wall Street los desvía de lo que nos sacaría de esta recesión que se profundiza.
8. Con el rescate se profundizará la crisis financiera, ya que, de acuerdo con el Director de la Oficina de Presupuesto del Congreso, hará evidente el hecho de que muchas instituciones pueden estar acarreando muchas más "deudas envenenadas» y poner de manifiesto que esas instituciones no son solventes. En otras palabras, el Tesoro y el Congreso liberarían a las instituciones insolventes de sus deudas de dudoso cobro.
9. El rescate tiene por objeto facilitar los préstamos, pero el problema no es el crédito sino (como lo ha demostrado la Oficina de Presupuesto del Congreso) la insolvencia de las instituciones financieras. La solución es crear instituciones financieras solventes. 10. El rescate ignora totalmente las necesidades financieras de 10 millones de propietarios de viviendas que enfrentan las ejecuciones, quiebra de las pequeñas empresas que se enfrentan a la reducción del crédito, y la pérdida por los trabajadores de sus puestos de trabajo y planes de salud para sus familias debido a la recesión.
Alternativas al rescate de Wall Street
La rapidez con que el Tesoro y el Congreso han dispuesto de esta gigantesca cantidad de los fondos públicos pone en evidencia la mentira de su argumento de que los programas para las necesidades populares no pueden ser financiados, o la necesidad de reducirlos. De hecho, invirtiendo U$S 700 mil millones en la salud y la educación de los trabajadores aumentará la productividad, la apertura de los mercados y ampliará el poder de compra de los consumidores, lo que conduce a un círculo virtuoso aumentando los ingresos públicos y eliminando los déficit presupuestales y comerciales.
Los fondos públicos invertidos en la industria manufacturera, la construcción, la educación y la atención de la salud crean verdaderos productos de valor de uso y eso tiene un efecto multiplicador sobre el resto de la economía en lugar de acabar en los bolsillos de los multimillonarios que especulan e invierten en fusiones y compras en el exterior.
Inadvertidamente, la Tesorería y el Congreso han puesto que manifiesto que la financiación federal está disponible para reconstruir la economía de los EE.UU., garantizar la vida y salarios dignos y proporcionar la atención de la salud para todos, si queremos elegir funcionarios electivos que están comprometidos con las necesidades de los trabajadores de los EE.UU. y no con multimillonarios de Wall Street.

Sobre las catástrofes

ARTE DE ULTIMAR
Por Juan Sasturain

La verdad, dan ganas de vomitar. No se puede creer el grado de distorsión y macaneo a que hemos llegado por parte de los tramposos de siempre. Hablo de lo que pasa en estos días y en ciertos poderosos medios –para no decir todos menos muy pocos– con el tratamiento que se les da a las cuestiones vinculadas con la llamada crisis financiera yanqui. Si no fuera doloroso y tan grave, sería patético.
Uno se saca, insulta, pero no cabe otra. Es increíble cómo, allá y (es terrible) acá mismo, los defensores a ultranza de la globalización, de la “apertura económica” a cualquier costo y precio, de los intereses del “ámbito financiero”, de la sacrosanta iniciativa privada, de la insoslayable rentabilidad empresaria y de todos los lugares comunes ideológicos que justifican lo peor de este capitalismo salvaje –las guerras económicas, la perduración de la injusticia y la explotación escandalosa a nivel universal, el crecimiento de la pobreza y de la brecha entre pobres y ricos– se hacen los giles, miran para otro lado, no saben de qué se trata. Cuanto mucho hablan de “fallas en los controles”. No van más allá. Y no vale la pena tampoco, con los parámetros que se mueven. Hay que venir mucho más acá a la hora de razonar.
Porque es falso el planteo: este sistema económico universal no está/entró recién ahora en crisis. Lo estuvo en los noventa y antes y siempre porque, además de ser esencialmente injusto, es ineficaz: siempre ha estado provocando verdaderos desastres a la mayoría de la gente –pobreza y desigualdades crecientes– mucho más graves que esta asquerosa descompostura –glotonería, ocasional intoxicación– que afecta (¿afecta?) a los ladrones: Vivimos siempre en medio de la catástrofe, en el escándalo de la dependencia asfixiante de centros de poder económico y político-militar de una grado de insensibilidad e impunidad inauditos, y con una capacidad de manipulación informativa que nos subestima y humilla.
¿Por qué va a resultar más escandalosa y grave la caída puntual en los índices de la Bolsa –ámbito paradigmático, perverso, de la especulación, de la mentira financiera–, la quiebra del negocio de una manga de estafadores de guante blanco, que el crecimiento sistemático, geométrico a veces, de los índices que miden la brecha entre pobres y ricos? ¿Cuál es la verdadera catástrofe? El sistema no reventó ahora: hace agua, hace pobres, hace violencia, hace injusticia y hace seudovalores de mierda desde que este capitalismo salvaje, este neoliberalismo mentiroso se apoderó –en apariencia– del “sentido común” universal. Da asco entonces el verso de economistas “realistas” que nos hablan –casi con suficiencia y satisfacción: es increíble– de cómo la crisis yanqui afectará no sólo a la Argentina si no está “debidamente preparada” sino a “la economía familiar” de cada uno, incluso...
Pero no sacan ninguna conclusión de eso. Lo único que falta, en algunos casos, es que a la crisis yanqui, tan paqueta en el fondo, le pongan nombre de mujer –Nelly, Shirley, Carla– como a los huracanes. Porque es así: para muchos analistas, el “problema” que tiene estos ladrones parece una catástrofe natural, un lamentable fenómeno meteorológico que ha arrasado con todo y debido al cual hay que realizar operaciones de “salvataje” -–no es otra la palabra utilizada–, y se espera la solidaridad internacional.
Qué hijos de puta...

Lo impensable aconteció

Pagina 12. 26 de Septiembre de 2008

Por Boaventura de Sousa Santos *
La palabra no aparece en los medios de comunicación norteamericanos, pero de eso se trata: nacionalización. Ante las cesaciones de pagos ocurridas, anunciadas o inminentes de los principales bancos de inversión, de las dos mayores sociedades hipotecarias del país y la mayor aseguradora del mundo, el gobierno federal de los Estados Unidos decidió asumir el control directo de una parte importante del sistema financiero. La medida no es inédita, pues el gobierno intervino en otros momentos de crisis profunda: en 1792 (bajo el mandato del primer presidente del país), en 1907 (en este caso, el papel central en la resolución de la crisis le cupo al gran banco de entonces, el J. P. Morgan, hoy Morgan Stanley, también en riesgo), en 1929 (la gran depresión que duró hasta la Segunda Guerra Mundial: en 1933, mil norteamericanos por día perdían sus casas en manos de los bancos) y en 1985 (la crisis de las compañías de ahorro).
Lo que es nuevo en la intervención actual es su magnitud y el hecho de ocurrir después de 30 años de evangelización neoliberal conducida con mano de hierro a nivel global por los Estados Unidos y por las instituciones financieras que controla, el FMI y el Banco Mundial: mercados libres y, en tanto que libres, eficientes; privatizaciones; desregulación; el Estado fuera de la economía porque es inherentemente corrupto e ineficiente; eliminación de restricciones a la acumulación de riqueza y la correspondiente producción de miseria social. Fue con esas recetas que se “resolvieron” las crisis financieras de América latina y de Asia y que se impusieron ajustes estructurales en decenas de países. Fue también con esas recetas que millones de personas fueron lanzadas al desempleo, perdieron sus tierras o sus derechos laborales y tuvieron que emigrar.
A la luz de esto, lo impensable aconteció: el Estado dejó de ser el problema para volver a ser la solución; cada país tiene derecho a privilegiar lo que entiende por su interés nacional, en contra de los dictámenes de la globalización; el mercado no es, por sí mismo, racional y eficiente, sólo sabe racionalizar su irracionalidad e ineficiencia mientras éstas no alcancen el nivel de autodestrucción; el capital tiene siempre al Estado a su disposición, ora por vía de la regulación, ora por vía de la desregulación. Esta no es la crisis final del capitalismo y, aunque lo fuese, la izquierda quizá no sabría qué hacer, tan generalizada fue su conversión al evangelio neoliberal.
Muchas cosas seguirán como antes: el espíritu individualista, egoísta y antisocial que anima al capitalismo; el hecho de que los costos de las crisis siempre sean pagados por quienes nada han contribuido a ellos, es decir, la inmensa mayoría de los ciudadanos, ya que es con su dinero que el Estado interviene y son esos ciudadanos quienes pierden empleos, viviendas y pensiones.
Pero muchas más cosas cambiarán. Primero, la declinación de los Estados Unidos como potencia mundial alcanza un nuevo nivel. Este país acaba de ser víctima de las mismas armas de destrucción financiera masiva con que agredió a tantas naciones en las últimas décadas y la decisión “soberana” de defenderse fue finalmente inducida por la presión de sus acreedores extranjeros (sobre todo, los chinos), que amenazaban con una fuga que sería devastadora para el actual american way of life.
Segundo, el FMI y el Banco Mundial dejaron de tener autoridad alguna para imponer sus recetas, pues siempre usaron como guía una economía que ahora se revela como un fantasma. La hipocresía del doble estándar (ciertos criterios válidos para los países del Norte global y otros criterios válidos para los países del Sur) quedó expuesta con chocante crudeza. De aquí en adelante, la primacía de los intereses nacionales podrá dictar no sólo medidas de protección y regulación específicas, sino también tasas de interés subsidiadas para apoyar a las industrias en peligro (como las que el Congreso estadounidense acaba de aprobar para el sector automotriz). No estamos ante una desglobalización, pero sí estamos frente a una nueva globalización posneoliberal, internamente mucho más diversificada. Emergen nuevos regionalismos, ya presentes en Africa y Asia pero importantes sobre todo en América latina, como el ahora consolidado con la creación de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y del Banco del Sur. Por su parte, la Unión Europea, el regionalismo más avanzado, tendrá que cambiar el curso neoliberal de su actual comisión, so pena de tener el mismo destino que los Estados Unidos.
Tercero, las políticas de privatización de la seguridad social quedaron desacreditadas: es éticamente monstruoso que sea posible acumular fabulosas ganancias con el dinero de millones de humildes trabajadores y abandonarlos a su suerte cuando la especulación sale mal.
Cuarto, el Estado que regresa como solución es el mismo Estado que fue moral e institucionalmente destruido por el neoliberalismo, que hizo todo lo posible para que su profecía se cumpliese y lo transformó en un antro de corrupción. Esto significa que, si el Estado no es profundamente reformado y democratizado en breve, será, ahora sí, un problema sin solución.
Quinto, los cambios en la globalización hegemónica van a provocar cambios en la globalización de los movimientos sociales y esto se va a reflejar en el Foro Social Mundial: la nueva centralidad de las luchas nacionales y regionales; las relaciones con los Estados y los partidos progresistas; las luchas por la refundación democrática del Estado; las contradicciones entre clases nacionales y transnacionales y las políticas de alianzas.

* Doctor en Sociología del Derecho; profesor de la Universidad de Coimbra (Portugal) y de la Universidad de Wisconsin (EE.UU.).Traducción: Javier Lorca.

CRISTINA FERNÁNDEZ, Discurso ante el Consejo de las Americas.



Muchas gracias. Buenas tardes a todos y a todas. Querida Susan, Presid del Consejo de las Américas; Sr Secr de Estado Thomas Shannon; Sra Secr de Estado de Trabajo de los EE UU; Sr Secr General de la Organización de Estados Americanos; Sres Embajadores y Embajadoras; Empresarios y Empresarias, Sras. y Sres: Quiero decirles que hoy es un día muy especial para mí. La 1ª vez que fui invitada por Susan a dar una charla en el Council fue en febrero del año 2004, lo recuerdo como si fuera hoy. En el frío invierno Neoyorquino organizamos una charla en la sede del Council y luego una cena con importantísimas mujeres Americanas, mujeres de la cultura, de las finanzas, de las empresas de servicios, una cena fantástica que no me voy a olvidar nunca, conocí allí a gente muy importante pero además muy inteligente, como la exPresidenta de Discovery Channel, que después me visitó en la Argentina, como la Vicepresidenta de Ford Motor Company, como la Curadora y Presidenta de la Free Collection. Fue realmente una velada inolvidable, febrero del 2004. Han pasado muchas cosas desde esa fecha en mi País, la República Argentina, y en el mundo. El escenario Nacional de aquella época era diferente al que tenemos hoy. Argentina había defaulteado su deuda soberana en el año 2001, en anteriores gestiones; los índices de desocupación eran de 2 dígitos, muy altos, 22, 23, 24%, casi un cuarto de la población económicamente activa no tenía trabajo, y en definitiva también un escenario internacional que trataba a la Argentina con cierto grado de hostilidad, por decirlo de alguna manera. Había razones, la Argentina –como señalé- había defaulteado su deuda soberana y por lo tanto a nadie le gusta que dejen de pagarle lo que le deben, pero también no es menos cierto que durante todo el período de acumulación de esa deuda, donde Argentina vivía con déficit fiscal permanente, ese Modelo Económico que culminó con el default había sido elogiado en todos los ámbitos Financieros Internacionales. Con lo cual creo, sin temor a equivocarme que, más allá de las responsabilidades obvias 1ª y principales que tenían quienes gestionaban el país, hubo también un cierto grado de consenso, de aquiescencia, de aceptación de ese modelo como un modelo virtuoso. Esa fue precisamente una de las cuestiones que el Gobierno del entonces Presid Kirchner planteó al mundo cuando en los años 2004 y 2005 abordamos la renegociación de nuestra deuda soberana. El planteo -Susan sonríe porque lo planteé también yo aquí en el 2004- es que los hombres y mujeres de negocios que habían colocado activos financieros en la República Argentina a tasas internacionales que no existían en ninguna otra parte del mundo en U$A, tasas que llegaron al 15, 16, 17%, debían hacerse cargo también del riesgo que habían tomado. Cuando alguien invierte en un mundo donde en esos momentos la tasa era del 2 y 3% para depósitos en U$A, y alguien ofrece pagarle 15, 16 ó 17% -hay un riesgo natural en el mundo capitalista, el riesgo empresario es uno de los nervios motores del capitalismo- hay fuertes probabilidades de que si alguien paga tanto diferente al resto tenga algún problema a la hora de devolverlo. El planteo entonces, cuando abordamos la renegociación de la deuda soberana, fue precisamente esto, que el riesgo que habían tomado los inversores fuera compartido con la Argentina a la hora de renegociar esa deuda y reconocer una parte de la misma. De cualquier manera, debo decirlo, la Argentina le reconoció en aquel canje del 2004 a sus acreedores externos más de lo que la Enron les pagó a sus acreedores aquí en EE UU. Pero además en ese tiempo comenzamos a desarrollar un Modelo que muchas veces fue criticado porque algunos decían que era demasiado intervencionista o regulador, pero nosotros planteamos esencialmente un Modelo de acumulación basado en la Economía real, un Modelo de acumulación de matriz diversificada, donde superáramos aquellas históricas contradicciones entre el campo y la industria, donde también superáramos las históricas contradicciones entre el mercado interno y las exportaciones, y además incorporándole algo que los Argentinos tenemos y en muy buena cantidad, que es la calificación de nuestros recursos humanos, para comenzar a explorar en todo lo que son las empresas de la biotecnología, de la tecnología en la informática, en el software, donde, les comento, son precisamente estas empresas las que más alta tasa de natalidad han tenido durante estos últimos 5 años y medio que van desde el 2003 a la fecha. Pero además hicimos algo que no se había hecho durante muchísimo tiempo en la Argentina, casi nunca, Administrar los Recursos Públicos basados en 2 principios básicos, lo que denominamos los superávit gemelos: Manejo de los Recursos Fiscales y al crecer y ser fuertemente agresivos en la generación de un sesgo exportador en nuestras industrias, en nuestros commodities, etcétera, lograr el Superávit Comercial. Pivoteando sobre una administración racional de los recursos, lo recuerdo muy bien en el 1º mensaje del Presidente Kirchner en la Asamblea General de Naciones Unidas, allá por el año 2003, planteábamos al mundo: Déjennos crecer, déjennos con este Modelo que estamos seguros que vamos a poder hacer frente a las deudas. Porque los muertos no pagan, era imposible comprometerse a pagar algo que no se podía pagar y además hacerlo como se había hecho siempre en la Argentina, prometiendo shocks y ajustes a los Argentinos, algo que no había tenido viabilidad Institucional y finalmente había eclosionado en la crisis del 2001. Esto fue generando un proceso virtuoso que permitió hacer descender, como señalaba Susan, la tasa de desocupación a un dígito, 7,8 %. La última medición del 1º mes del último trimestre es la más baja desde hace décadas en la Argentina. Nos permitió también acumular reservas en un Banco Central, que allá por el 2003 no llegaba a los U$A 9.000 millones, lo cual le dio una solidez a todo el sistema financiero en la República Argentina, que nos permitió en algún momento, cuando siempre desde algún lugar quieren apostar contra el Gobierno, tener la fortaleza suficiente para en esos intentos de corridas financieras hacerles perder dólares a aquellos que intentaban también correr a través del tipo de cambio. Pero además fuimos desarrollando igualmente actividades que tienen que ver con agregar mucho valor, que este es el eje central de la Economía real que plantea la Argentina, agregar valor a nuestros recursos. No solamente limitarnos al modelo que tuvo la Argentina a principios del siglo XX, Uds. saben que la Argentina ocupó en algún momento el 8º lugar de Economía en el mundo, antes del crack del ‘30, como exportadora de materias primas. Es cierto que había una gran acumulación de reservas pero es cierto también que había un Pueblo, una Sociedad que vivía en condiciones absolutamente miserables. Alguna vez, allí lo veo a Jorge Castañeda, tendremos que analizar el porqué del surgimiento del partido en el cual milito desde hace mucho tiempo, el Peronismo. El Peronismo es hijo de un modelo que planteaba que la mayoría debía vivir casi miserablemente, mientras un pequeño grupo dominante podía gozar de las mieles de la riqueza. Finalmente la historia siempre se mide por acciones y reacciones, si uno observara todos y cada uno de los productos políticos podría reconocer también las causas de esos fenómenos políticos. Pero no quiero apartarme de la Economía, que en realidad tampoco es una ciencia exacta, yo también creo que la Economía es una ciencia profundamente Social. Esto fue permitiendo un crecimiento virtuoso que también fue generando algunos inconvenientes, por ej en materia energética, claro, en la Argentina, productora de servicios, donde no había industrias o donde estas habían cerrado sus puertas, no se habían hecho inversiones en materia energética, por varias razones, la 1ª porque al estar dolarizadas las tarifas era un pingües negocio la exportación de divisas que se hacían a partir de tarifas dolarizadas; la 2ª cuestión, y creo que la fundamental, que tampoco había necesidad de invertir en energía, porque la energía se necesita cuando hay empresarios que la puedan consumir, se necesitan empresas que produzcan, que generen bienes, que generen servicios, y esto también nos exigió plantear un proyecto, un modelo, un plan energético que nos ha permitido crecer en materia de generación de trasporte y ahora de distribución de energía. Recuerdo que uno de los problemas que teníamos en esa Argentina del año 2003-2004, cuando vine a ver a Susan por 1ª vez, era que en la Argentina todos gritaban y todos reclamaban algo, la gente trabajo, desesperadamente, los empresarios reclamaban las tarifas, en fin, había siempre reclamos sobre todo. Nosotros hablamos, en una actitud gradual, que no significara un shock para la Sociedad ni tampoco desbalanceara, porque luego de lo que se había vivido en el 2001 y 2002 había quedado una Argentina muy fragmentada, la necesidad de ir progresivamente trabajando en todas las variables de la Economía de manera tal de que fuéramos acomodando las cargas y de esa manera poder volver a crecer. Y hemos crecido, como decía Susan, a tasas superiores al 8 %, todo esto con un escenario nacional minoritario que decía que todo era un veranito y también con un escenario internacional donde de las grandes calificadoras de riesgos y desde los grandes bancos de inversión nos criticaban duramente y decían que el Modelo Argentino era inviable. Tasas de crecimiento importantes, acumulación de reservas, crecimiento de la participación de los Trabajadores en el PBI, cuando asumió el Presidente Kirchner la participación de los trabajadores en el PBI era aproximadamente de un 30 o 31%, hoy está en el orden del 43%; los salarios de los Trabajadores de la República Argentina, tanto el mínimo como el medio, son los más altos de toda América Latina, porque creemos también fuertemente, no solamente por convicción en cuanto a la Equidad Social, sino también por convicción en cuanto a Políticas Económicas, en la necesidad de tener un mercado interno fuerte, que retroalimente la capacidad de sus Trabajadores para seguir agregando más y mejor valor, y seguir también con una fuerte incentivación a todo lo que hace la exportación, que por cierto ha crecido fuertemente, casi exponencialmente. ¿Cómo estamos hoy? Días antes de que yo viniera aquí a EE UU, había anunciado la renegociación y el pago finalmente de la deuda con el Club de París, una deuda que data su fecha de corte del 10 de diciembre de 1.983, la fecha de corte de la deuda con el Club de París tiene la misma edad de la Democracia Argentina, el 10 de diciembre de 1983 asumía el 1º Gobierno Constitucional luego de la Dictadura, y la última reestructuración se había producido en los años `91 y `92, deuda que también había sido defaulteada durante el año 2001. También en el curso del desarrollo de este Modelo se pagó la totalidad de la deuda al Fondo Monetario Internacional. Y esta semana, en otro consejo, no en el de las Américas pero sí en el de las Relaciones Exteriores de este País, el más prestigioso foro de política exterior, anunciamos que 3 bancos muy importantes habían hecho una propuesta en representación de bonistas que no habían ingresado al canje del año 2005, y que además lo habían hecho en condiciones aún más favorables para el País que en aquella oportunidad. Así mismos estos 3 importantes bancos habían decidido formar parte de una estrategia de manejos de pasivos de la República Argentina que nos aseguraba el completo financiamiento para nuestros vencimientos del 2009 y 2010. Éste es el escenario Nacional de una Economía que sigue creciendo, con una muy buena capacidad instalada, ayer me mandaban los nº de la Argentina de la capacidad instalada en todas sus industrias, con un fuerte crecimiento en todo lo que es tecnología. Susan hablaba de que durante mi gestión decidimos conformar el Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación Productiva, porque hubo durante mucho tiempo en mi País una suerte de disociación entre el conocimiento científico y la producción, se abordaba el conocimiento científico desde una perspectiva únicamente académica. Yo creo que una de las claves de la grandeza de los Países desarrollados, de este País específicamente, ha sido asociar precisamente el conocimiento y la ciencia al modelo productivo. En nuestro País esto no sucedía, pese a que somos el único País Latinoamericano que tenemos 3 premios Nobel en materia científica, Houssey, Leloir, Milstein, son Argentinos y son los únicos 3 premios Nobel de toda Latinoamérica en el campo de lo científico. Decidimos apostar fuertemente a esto, tuve el orgullo y la alergia de estar el día lunes en el Nasdaq y ver a importantes Empresas Argentinas, una de ellas que se fundó en el año 2003, exPresidente, cuando Ud. empezó, y nos decían que hoy tienen mil empleados y están dando servicios a todo el mundo y cotizan aquí en Nasdaq junto a otras empresas. Esto no es solamente mérito de un Gobierno ni de una gestión, no podría ser tan soberbia, es mérito de los Argentinos, de su increíble capacitación, de la calidad de nuestros recursos técnicos, producto de una historia de Universidad Pública y gratuita, de Escuela Primaria y ahora Secundaria Obligatoria, y también de la dedicación que este Gobierno ha puesto nuevamente en la Educación. Me tocó como Senadora votar una ley donde vamos a destinar el 6% del PBI a Educación, ya vamos por el 5 y pico, el 6 es la meta del año 2010, donde allí tenemos que tener un 6% dedicado a la Educación. Además el diseño desde nuestra política de becas en materia educativa y de ciencias de la tecnología, donde todo está orientado fundamentalmente a aquellas carreras duras en las cuales necesitamos mayor cantidad de recursos humanos. Hoy tenemos 120 mil alumnos diseminados en 50 Universidades Argentinas en la carrera de software, y todavía nos va a faltar gente para poder hacer frente a una demanda y a una oferta que hace la Argentina en materia de informática, sustancialmente diferente a la que tiene la República de la India, por ejemplo, que es una producción de carácter masivo ¿Cuáles son las ventajas y las características de la industria de la informática en la Argentina? Que somos capaces de diseñar programas a medida de la demanda y de cada cliente, puede parecer una distinción menor, pero es nuestro rasgo distintivo frente a otros países productores de este tipo de servicios. Ni que hablar en materia de valor agregado a todo lo que sea commodities, y que tenemos que seguir trabajando, porque hemos adquirido un grado de desarrollo tecnológico en la producción de commodities agrícolas, a los que si agregamos aún mayor valor en lo que se denomina agroindustria, vamos todavía a adquirir mayor competitividad de la que ya tenemos en este sector que como Uds. saben, junto a energía, ya constituyen los 2 desafíos más grandes que tiene el mundo en el siglo XXI. También hemos profundizado fuertemente la integración en el MERCOSUR. Uds. saben que Argentina se había ido de la Región, recuerdo a algún Ministro que decía que era mejor ser amigo de los ricos que de los pobres, y entonces habíamos abandonado nuestra Región, nuestro lugar, la América del Sur, en donde la integración es uno de los factores más importantes de desarrollo. Y por 1ª vez, como un testimonio muy fuerte de esta integración, con quien alguna vez por elites dirigenciales hace algunas décadas fue visto como un enemigo nuestro, hoy como nunca se ha profundizado la relación entre la República Argentina y la República Federativa del Brasil, donde además del intercambio comercial más importante que tiene la Argentina, también se ha firmado por 1ª vez el llamado para el estudio ejecutivo de un emprendimiento de carácter hidroeléctrico-energético, por 1ª vez Argentina y Brasil piensan conjuntamente en generar energía. Yo también les hablaba, y permítanme contarles, del desarrollo que hemos tenido en materia energética, y del que vamos a tener aún en materia de trasporte, de generación, estamos superando los 20 mil megavats de generación, hemos aumentado en un 22% la capacidad de trasporte de la línea de 500, saben lo importante que es esto para la producción. Me tocó inaugurar como Presidenta la línea de 500 que ya llega al sur de la Patagonia, en Pico Truncado, y firmar el otro día el contrato que va a permitir llegar hasta el final del continente, Río Gallegos, con la línea de alta tensión de 500, porque aunque parezca mentira, en la República Argentina, la Patagonia que ha dado y sigue dando energía, no solamente a mi País sino al mundo, no estaba contemplada dentro del Sistema Interconectado Eléctrico. También me tocó inaugurar la 3ª línea de 500 de Yacyretá y firmar el contrato de la línea NEA-NOA. Acá quiero, a los empresarios dedicados al sector energético y todos aquellos que tengan una actividad vinculada con energía, decirles que la firma del contrato de la línea NEA-NOA, que es aproximadamente de 1.900 km de extensión, significa un salto cualitativo, porque va a atravesar por 1ª vez la República Argentina no pasando por Bs As, todo en la Argentina se ha organizado así desde 1.810, todo empezaba y terminaba en la Ciudad Puerto, hemos decidido que pueden empezar pero que deben también terminar en otro lado; hoy vamos a cruzar todo el NOA y NEA Argentino con una línea de 500, y además nos ponemos delante de demanda, o sea, va a haber oferta energética para aquellos que quieran instalar allí cualquier tipo de emprendimiento que demande esa energía, en lo que va a constituir regionalmente el corazón del MERCOSUR, y que también constituye un corazón en materia de producción agrícola, textil, ganadera. Hoy nos acompañan 3 importantes Gobernadores de esa Región, el Gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, el Cdor. Jorge Capitanich, y también Mario Das Neves, es un Gobernador de la Patagonia. Con esto quiero decirles que el salto cualitativo que significa en una Argentina donde siempre fuimos corriendo atrás de las necesidades, poder hoy hacer una oferta que ya no va atrás de las necesidades sino que va a incentivar la instalación de nuevas industrias. Estimamos que en el año 2010 vamos a estar mostrando un crecimiento de un 69% en todo el sistema de transporte de línea de 500, lo que además nos da una certeza de anillado, como verán me he convertido en experta en muchas cosas, hasta en energía, sobre todo porque en mi País algunos vienen pronosticando un blackout, que nos íbamos a quedar sin energía antes de cada invierno. Lo cierto es que con la inauguración de última línea de 500 pudimos, cuando hubo un problema en la línea del Chocón hasta Henderson, evitar el blakcout, porque precisamente al haber mayores líneas de 500 estamos anillando el sistema y dándole mayor certeza y seguridad energética a quienes necesitan de eso para producir y generar riqueza. Creo que esta Argentina actual, esta Argentina que parecía mentira en aquel 2004 que hoy pudiera exhibir estas tasas de crecimiento, que de seguir este año va a completar el círculo económico virtuoso más importante de nuestra historia, ya el año pasado con los 5 años de crecimiento consecutivo, a tasas superiores al 8%, teníamos el período más importante de crecimiento económico en los últimos 100 años. De repetir igual perfomance este año estaremos frente al período de crecimiento económico más importante que haya tenido la República Argentina en sus 200 años de vida, que vamos a cumplimentar ahora en el 2010. Junto a esto también se desarrolló, y no inventamos nada nuevo, lo habíamos dicho durante toda la campaña, yo me acuerdo que lo contaba con Susan aquí, un Plan de Infraestructura Económica y Social muy importante. Nosotros sosteníamos que en épocas de depresión, en épocas de caída de la actividad, la obra pública, la infraestructura, cubre y cumple un rol dinamizador formidable, no lo inventamos nosotros, se lo habíamos copiado a Uds., a New Deal después del 30, cuando ese gran Presidente que fue Roosevelt lanza el New Deal y utiliza el instrumento de la obra pública como un gran reactivante de la economía. Lo repetíamos aquí en algunos círculos y nos miraban escépticos, alguna vez alguien muy importante me dijo que en realidad no había sido el New Deal lo que había hecho grande a EU UU, que lo que había hecho grande a EE UU era la guerra, y yo le dije que no creía que fuera así. Como tampoco creo que lo que está sucediendo hoy aquí en EE UU sea el fin del capitalismo, se tienen que quedar todos tranquilo, creo que sí va a venir otro capitalismo, basado esencialmente en la Economía real que hizo grande a este País, y que siempre nosotros hemos sostenido, el Modelo Argentino es un modelo basado en el desarrollo de las potencialidades reales de su población, productor de bienes y servicios, esto es lo que hizo grande a EE UU ¿Por qué digo esto? En este escenario internacional que hoy da temor, incertidumbre, inseguridad, durante las últimas décadas, se rompió la lógica del capitalismo ¿Cuál ha sido la lógica del capitalismo? Ganar dinero a través de la producción de bienes, de servicios o de conocimiento, pero el dinero se gana, no se produce. Me parece que esta es la lógica que se ha roto desde el sistema financiero, creyeron que podían sustituir a lo que constituye el eje mismo del capitalismo, que es producir bienes y servicios, y reproducir al dinero independientemente de los circuitos de bienes, conocimientos y servicios. Tampoco significa que desaparezca el sistema financiero, sino que al contrario, vuelva a repensarse y ocupe el verdadero rol motor que se le asignó doctrinariamente y que es el de ser el gran financiador, el gran sostenedor, a través del crédito, de la producción y generación de la riqueza y del consumo. Me parece que son épocas donde van a cambiar los paradigmas, donde vamos a tener que revisar, conceptos, no para rasgarnos las vestiduras ni decir yo tenía razón, no se trata de quién tiene razón, sino se trata de identificar cuáles son las causas de esta situación que estamos viviendo, e identificadas esas causas, removerlas, cambiarlas y empezar a hacer una cosa diferente. Estoy absolutamente convencida de que este País ocupó su lugar, su preeminencia, en base a la Economía real, y tal vez, creyendo que la intervención del Estado o la presencia del Estado incomodaba, tiene las dificultades de hoy, porque también, buenos es decirlo, hubo un severísimo control de todos los bancos centrales, a través de las normas de Basilea, pero paralelamente en sistemas financieros absolutamente controlados, surgieron también fondos de inversión, sistemas de inversión sin ningún tipo de control ni regulación, que permitieron y posibilitaron esto que estamos viviendo hoy. Reitero, no es para poner el rol de fiscal con dedo admonitorio, al contrario, simplemente comprender por qué suceden las cosas y a partir de eso diseñar nuevos instrumentos que vuelvan a la Economía real. En este sentido quiero decirles que cuando comienza la Economía real, que no tengan dudas, es la etapa que viene, que ya está, la Argentina es un lugar más que bueno para invertir, porque su diversidad, la calidad de sus recursos naturales y humanos, el grado de capacitación de quienes vivimos allí, nuestra natural creatividad, por momentos la creatividad Argentina se convierte casi en un problema, pero cuando se la aplica adecuada y orientadamente a la actividad económica, somos capaces de producir transformaciones que ni nosotros mismos somos capaces de imaginar. Yo siempre cuando me encuentro con otros Argentinos en algún lugar que no sea nuestra Patria, le pregunto si imaginaban, viendo aquella Argentina del año 2001, 2002, esta otra Argentina que vemos hoy en cuanto a su desarrollo económico y su actitud además de retorno al mundo, con esta decisión que se ha adoptado en materia de normalización de las relaciones con sus acreedores, y me dicen que no, que era impensable. Pero esto me revela una riqueza y una calidad por parte de nosotros, que muchos de los que están aquí la conocen porque son fuertes inversores y siguieron apostando y confiando en la Argentina, pese a las cosas que nos sucedían. Yo creo sinceramente que estamos en un momento muy especial del mundo, de la Región, me refiero a América del Sur y a nuestro País, la República Argentina, y creo sinceramente que en materia de desarrollo tecnológico, en materia de desarrollo turístico, en materia de desarrollo energético, en materia de agroalimentación, en materia de todo lo sea los ejes que constituyen la Economía real, Argentina tiene un rol que cumplir y tiene un excelente oportunidad y menú de negocios. Con la confianza y el optimismo que tenemos que tener, no porque como digan algunos tuvimos suerte o viento de cola, sino porque creíamos en lo que decíamos y en lo que hacíamos, que es esencial para revertir y transformar cualquier realidad adversa, realmente estábamos convencidos que éste era el camino. Hoy, aquí en Nueva York, me siento no conforme porque en definitiva nunca nadie está conforme, uno siempre quiere ir por más, lograr más y mejores cosas, pero sí en condiciones de decir que de aquel 2004 en el cual veníamos a contar a Uds. las cosas que queríamos hacer con la Argentina, muchas de ellas las estamos logrando, faltan obviamente. Hemos encontrado en un tema que siempre desvelaba a los empresarios de cualquier parte del mundo un abordaje de la cuestión tarifaria diferente, que nos ha permitido segmentar por ej las tarifas en los servicios, y poder de esta manera atender a la rentabilidad de las empresas sin tampoco lesionar el tema social, a través de atender las necesidades de los sectores más vulnerables. Estamos también llevando a cabo un ambicioso plan gas plus, y estamos también en el trabajo de la normativa del plus petróleo, que creo que va a ser tan exitoso como se está desarrollando en el ámbito del gas, y que va a permitir a los inversores tener una rentabilidad acorde con el grado de inversión que todos sabemos requiere la explotación y la exploración en materia de hidrocarburos. Por eso con resultados que en definitiva es lo que importa en política, en economía y en la vida también, es para mí muy grato estar aquí hoy junto a Uds., con este breve panorama de lo que es mi País, la República Argentina, y agradecerle a sus Susan Segal la deferencia que siempre ha tenido con nosotros y con nuestro País, es una amiga nuestra y de la Argentina, de recibirnos una vez más y permitirnos, junto a todo Uds., intercambiar opiniones y reflexionar acerca de estas cuestiones y de este distinto escenario nacional e internacional que teníamos desde aquel 2004, lo cual nos exige a todos una gran humildad a la hora de evaluar, diagnosticar y juzgar, y también una gran apertura mental por los desafíos que trae la época. Grandes desafíos, se derrumban viejos paradigmas y es necesario reconstruir los nuevos para seguir caminando, seguir produciendo y, en definitiva, seguir viviendo. Muchas gracias.

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, EN LA APERTURA DE LA ASAMBLEA DE LAS NACIONES UNIDAS.

Señores jefes y jefas de Estado, jefes y jefas de Delegación; señor presidente de esta Asamblea: en mi carácter de primera mandataria mujer electa en la historia de mi país, me dirijo a esta Honorable Asamblea abordando como primer tema de mi intervención la cuestión de los derechos humanos.
Saben ustedes que para mi país la política de respeto irrestricto y vigencia de los derechos humanos es una de las políticas de Estado. Precisamente en este marco es que quiero instar a los miembros de esta Asamblea para que el Tratado sobre la desaparición forzosa de personas, que fuera impulsado fervientemente por mi país y que me tocó signar, como Primera Dama de la República Argentina, en París el año pasado junto a otras 73 delegaciones, sea ratificado por la totalidad de los países que lo han signado. Hasta ahora solamente lo hemos ratificado 4 países: Argentina, Albania, México y Honduras. Sé que está a punto de hacerlo la República de Francia pero es imprescindible que todos nos comprometamos fuertemente en que las personas y su inviolabilidad sean definitivamente uno de los principios liminares en la gestión de todos los Estados.
En este sentido también quiero presentar hoy frente a ustedes la iniciativa latinoamericana para identificación de desaparecidos. Quiero comentarles que con la Fundación Guatemalteca de Antropología Forense, el Equipo Argentino de Antropología Forense y el Equipo Peruano de Antropología Forense, estamos impulsando esta iniciativa que es la de instalar bancos de identidad genética para precisamente dar cuenta de las violaciones a los Derechos Humanos y poder identificar adecuadamente a las víctimas.
Para nosotros el testimonio invalorable de mujeres que nos acompañan hoy en esta Asamblea, las Abuelas de Plaza de Mayo, que fueron las que idearon la constitución de este banco genético, han recuperado, arrebatados al olvido y a la desaparición, a 95 nietos de los 500 desaparecidos, hijos de detenidos políticos desaparecidos durante la última dictadura argentina.
La labor de estas mujeres es el testimonio viviente de cómo se puede aún en la adversidad y contra todo lo que ha significado el terrorismo de Estado, no solamente en mi país sino en otras repúblicas, sobreponerse a la muerte y luchar por la vida. La recuperación de estos chicos atestigua la posibilidad y la necesidad de apoyar este tipo de iniciativas, así como también la labor que se ha cumplido precisamente en la identificación de las víctimas de la guerra de los Balcanes y también de las víctimas del atentado del 11 de septiembre al World Trade Center.
En esta lucha contra la impunidad, que es una política de Estado en la República Argentina, no podemos dejar de mencionar una cuestión que para nosotros constituye, sin lugar a dudas, otro hito en esta lucha inclaudicable. Mi país, la República Argentina sufrió durante los años ´92 y ´94 dos atentados, uno la voladura de la Embajada de Israel en 1992 y el segundo la voladura de la AMIA. En esta misma Asamblea el año pasado el ex presidente Kirchner solicitó a la INTERPOL que ratificara los pedidos de captura que la Justicia de mi país había formulado sobre ciudadanos iraníes acusados por la Justicia de participar en aquel hecho, el de la AMIA. Días después fue ratificada por la INTERPOL y fue liberada precisamente la orden de captura internacional. Yo pido aquí, a la República Islámica de Irán que por favor, en cumplimiento de normas del derecho internacional, acceda a que la Justicia argentina pueda juzgar en juicios públicos, transparentes y con las garantías que da un sistema democrático, a aquellos ciudadanos que han sido acusados.
Quiero dar aquí, en el seno de esta Asamblea que agrupa a todos los países, con la convicción que siempre he tenido por el respeto a la inocencia hasta que no sea condenado alguien por juez competente y sentencia firme, de que en mi país esos ciudadanos tendrán un juicio justo, público y oral con todas las garantías que el ordenamiento vigente de la República Argentina y también el contralor de la comunidad internacional, inevitable y muy bueno además por la gravedad de los hechos, garantizan a la República Islámica de Irán que va a haber equidad, justicia y verdad en el juicio.
Por eso en cumplimiento del derecho internacional y esencialmente porque actitudes para poder acceder a la Justicia son las que verdaderamente testimonian nuestro respeto por la verdad, por la justicia y por las libertades, es que insto una vez más a acatar este pedido de la Justicia argentina, que fuera además aceptado por INTERPOL y que sin lugar a dudas contribuirá a dar verdad para todos, no solamente para los argentinos sino para toda la comunidad internacional, en tiempos donde la verdad y la justicia resultan valores esquivos en materia internacional.
Quiero también en este ámbito, y tal cual lo venimos haciendo desde el año 2003, formular un reclamo para la reformulación de los organismos multilaterales, este que nos comprende a todos, Naciones Unidas, y también los organismos multilaterales de crédito.
Este, el que nos comprende a todos, que es necesario para poder volver a reconstruir una multilateralidad que se ha perdido y que ha tornado al mundo mucho más inseguro. Reformular este organismo ya no es una cuestión únicamente de posiciones dogmáticas frente al mundo sino de necesidad concreta y real que todos los estados tenemos para poderle dar funcionalidad, operatividad y esencialmente resultados a las intervenciones que realice este organismo.
En este sentido quiero rescatar humildemente de nuestra región, la América del Sur, que hemos podido dar testimonio en este último tiempo de cómo se reconstruye una multilateralidad a pesar de las diferencias de enfoque y de visión que podemos tener los distintos gobiernos de la región. Desde aquí diviso al señor presidente de la hermana República de Bolivia, Evo Morales, presidente legítimo de la República de Bolivia. Quiero decir que hace unos días estuvimos la UNASUR, que es una entidad que agrupa a las naciones de la América del Sur, apoyando la legitimidad democrática de ese país, en un ejercicio de multilateralidad concreta donde jefes y jefas de Estado, que no siempre tenemos la misma visión ni los mismos intereses a la hora de tomar decisiones, pudimos construir por unanimidad una resolución y un curso de acción que ayudara precisamente a la hermana República de Bolivia azotada por quienes no respetan esencialmente la voluntad democrática de los pueblos expresada libre y sin proscripciones en las urnas.
No fue la única experiencia de multilateralidad que hemos tenido, también antes el Grupo de Río en República Dominicana, cuando se produce el episodio entre la hermana República de Ecuador y la hermana República de Colombia, también intervinimos los distintos jefes y jefas de Estado y logramos encauzar una conflictividad que en otro momento hubiera derivado, a la luz de las experiencias históricas, seguramente en un hecho armado entre dos naciones hermanas.
Quiero decir con esto entonces que el ejercicio de la multilateralidad no es para nosotros un discurso de ocasión, es una profunda convicción y además es una construcción política concreta y objetiva que tiene resultados allí, en lo que normalmente se denomina las regiones emergentes, que somos capaces de dar ejemplos de construcción multilateral para la superación de los conflictos.
La otra reforma que siempre hemos impulsado es la de los organismos multilaterales de crédito, pero fundamentalmente la de un modelo económico que centró en la economía de ficción y en el mundo de las finanzas el centro de la generación de riqueza. Los días que corren testimonian que aquellas cuestiones, aquellas posiciones, no eran producto de un sesgo ideológico o de cerrados dogmas, sino de la observación puntual y objetiva sobre las cosas que estaban sucediendo.
Hoy ya no pueden hablar del efecto caipirinha o del efecto tequila, del efecto arroz, o del efecto que siempre denotaba que la crisis venía de los países emergentes hacia el centro. Hoy, si tuviéramos que ponerle un nombre, deberíamos decir tal vez el efecto jazz, el efecto que va desde el centro de la primera economía del mundo y se expande hacia todo el mundo. No nos pone contentos ni alegres esta situación, por el contrario, la consideramos también una oportunidad histórica para poder revisar comportamientos y políticas, porque se nos dijo a los países de la región de la América del Sur, durante la vigencia del Consenso de Washington, que el mercado todo lo solucionaba, que el Estado no era necesario, que el intervencionismo estatal era nostalgias de grupos que no habían comprendido cómo había evolucionado la economía. Sin embargo, señoras y señores jefes de Estado, y jefes y jefas de delegación, se produce la intervención estatal más formidable de la que se tenga memoria precisamente desde el lugar donde nos habían dicho que el Estado no era necesario, en el marco además de un fenomenal déficit fiscal y comercial.
Mi país, la República Argentina, que de seguir creciendo a las tasas que lo ha venido haciendo desde el año 2003, este año cumpliría el ciclo de crecimiento económico más importante de sus casi 200 años de historia, ha sostenido siempre la necesidad de la presencia de un Estado, fundamentalmente porque el mercado no asigna recursos a los sectores más vulnerables y porque concebimos al Estado como un articulador entre los intereses de la sociedad y, precisamente, los intereses del mercado.
Desde el año 2003 una Argentina que estaba endeudada en el 160 por ciento de su PBI hoy ha reducido su deuda a casi el 50 por ciento del PBI; hemos pagado íntegramente la deuda al Fondo Monetario Internacional; he anunciado hace aproximadamente 15 días que vamos a saldar definitivamente la deuda con el Club de París, con quien sosteníamos esta deuda con fecha de corte desde el 10 de diciembre de 1983, el mismo año que asumió el primer presidente democrático luego de la dictadura. Y ayer aquí en Nueva York, en el Consejo de Relaciones Exteriores, he anunciado que la Argentina ha recibido una propuesta de tres importantísimos bancos que representan a tenedores de bonos que no ingresaron al canje del año 2005, y que además proponen hacerlo en condiciones más favorables para mi país, la Argentina, que aquel canje.
No solamente creemos que entonces ha sido correcta la estrategia, sino que esencialmente se hace imprescindible la revisación por parte de todos nosotros, con mucho ejercicio de humildad intelectual, de lo que está pasando fundamentalmente hoy en los mercados, y cuáles son las soluciones para superar esta situación. Contamos con una gran ventaja, con la que no contamos los países emergentes, no va a venir ninguna calificadora de riesgos, tampoco va a venir el Fondo Monetario Internacional a decir lo que tiene que hacer este gran país que ha crecido históricamente a raíz de la economía real, y que realmente hoy tiene problemas a partir de una economía de casino o de ficción, donde se ha creído que el capitalismo solamente puede producir dinero. Yo siempre digo que el capitalismo, señoras y señores, ha sido imaginado para ganar dinero, pero a partir de la producción de bienes, de servicios y de conocimientos, el dinero solo no produce más dinero, necesariamente tiene que pasar por el circuito de la producción, del trabajo, del conocimiento, de los servicios, de los bienes, para que entonces en un círculo virtuoso pueda además generar bienestar a toda la sociedad.
Finalmente, señoras y señores, quiero hacer mención a una cuestión que atañe no sólo a mi país, más allá de su ubicación puntual geográfica, sino que atañe a esta Asamblea y también a la necesidad de encarar el siglo XXI sin enclaves coloniales. Me refiero puntualmente a la cuestión de nuestras Islas Malvinas, donde a pesar de las resoluciones de este honorable cuerpo, donde a pesar de todas las instancias que se han tomado en este ámbito para que el Reino Unido acceda, en virtud de lo que dispone el artículo 33 de la Carta Orgánica de las Naciones Unidas, a negociar en paz entre las partes, se niega terminantemente a abordar con la República Argentina la discusión sobre el tema Islas Malvinas. Yo creo señoras y señores que quien integra el Consejo de Seguridad, quien es una de las principales naciones del mundo en la defensa de la libertad, de los derechos humanos y de la democracia, debe dar testimonio concreto de que no solamente es un discurso sino que está convencido de que es necesario terminar con esta vergüenza que significa, en pleno siglo XXI, un enclave colonial. Yo quiero pedir una vez más, como lo han hecho los distintos presidentes que me precedieron, porque Malvinas es para los argentinos también una política de Estado, la colaboración, como siempre lo ha hecho este honorable cuerpo, para instar una vez más al Reino Unido a que acceda a cumplir con las normativas del derecho internacional y esencialmente a dar testimonio de que en serio se quiere construir un mundo y una ciudadanía diferente.
Finalmente quiero dirigirme a todos los hombres y mujeres que tienen responsabilidades institucionales gubernamentales, en cualquiera de los poderes del Estado de sus respectivos países, para abogar una vez más por la transformación de una política a nivel internacional que tenga en esta casa su expresión más cabal. La reforma de los instrumentos que solicitamos no es solamente una cuestión de maquillaje o de fórmulas y cambios apenas para disimular que todo siga igual, la situación actual, la complejidad del mundo que viene en materia de alimentos, en materia de energía, exige por parte de todos revisar comportamientos, revisar paradigmas y aceptar con humildad que es necesario construir un mundo diferente al que hemos tenido hasta ahora, donde el respeto a los derechos humanos, a la voluntad de los pueblos, el respeto a los que son diferentes, a los que no piensan igual que nosotros o que rezan a otro Dios, no solamente es un catalogo de buenas intenciones en la carta de Naciones Unidas sino una realidad que puede comenzar a vivirse un poco más todos los días.
Muchas gracias y muy buenos días.

La caída del Muro de Wall Street

Por Alfredo Zaiat
Cuando alemanes orientales comenzaron de madrugada a derrumbar a fuerza de mazazos el Muro de Berlín también se terminaba de desmoronar un sistema económico, político y social. El 9 de noviembre de 1989 fue el día que cayó el muro de unos 50 kilómetros de largo y 4 de alto que durante 28 años había dividido a Berlín Occidental de la República Democrática Alemana. Fue el acontecimiento simbólico del fin de una época y el comienzo del proceso de desaparición de la poderosa Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Políticos, intelectuales y militantes del Partido Comunista en el mundo se quedaron sin referencia, sin el faro que orientara su accionar cotidiano. En las dos décadas previas a la debacle final, ya había comenzado un persistente cuestionamiento a ese modo de organización burocrática y represiva que bajaba del Kremlin. Pero muchos no podían romper con esos lazos de lealtad a la caricatura que se había convertido lo que fue la extraordinaria revolución bolchevique. Implicaba un profundo conflicto existencial, imposible de resolver, respecto de todo lo que habían cultivado, creído e interpretado a lo largo de su vida. Lo que vino después para esas sociedades fue mejor en el aspecto de las libertades individuales, pero no lo fue tanto en cuanto a condiciones materiales para las mayorías, salvo para una elite que se apropió del control de las riquezas de esos países. Esta semana el mundo ha empezado a vivir un acontecimiento histórico similar a partir de la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers y la compañía de seguros AIG: la caída del Muro de Wall Street.
Los golpes que van destrozando cada uno de esos ladrillos son el símbolo del fin de una época y el comienzo de una era hoy desconocida. Fueron casi 40 años de mercados financieros cada vez más desregulados, con entes de control públicos colonizados por los banqueros, libre movimiento de capitales especulativos y desarrollo de sofisticados instrumentos financieros que intensificaron el frenesí del casino global. Los gobiernos perdieron el control del sector financiero de la economía. Los dueños de las entidades, ejecutivos, analistas y operadores de esos mercados percibían ingresos obscenos, constituyéndose en una casta privilegiada durante estos años de dominio del mundo financiero sobre la economía real. Semejante poder terminó condicionando a las autoridades democráticas definiendo la lógica de funcionamiento general de las potencias, como en Gran Bretaña, donde la “industria financiera” representa el 30 por ciento de su economía. En la década pasada ya habían empezado a emerger síntomas de esta crisis: el crac bursátil de 1987, la ruina de Long Term Capital Management, el estallido de la burbuja de las puntocom y la quiebra de Enron, entre otros. Como los mismos fanáticos de la nomenclatura soviética, políticos, banqueros centrales, economistas de la city e inversores sofisticados no admitían cuestionamiento a la concepción del libre mercado y el predominio de las finanzas.
La caída del Muro de Wall Street provocará un perturbador conflicto existencial a esos protagonistas parecido al vivido por los militantes comunistas con el hundimiento de la URSS. Ese mundo del dinero fácil, ideas del liberalismo mágico, estilo de vida, teorías y postulados se ha pulverizado. Se han quedado sin un faro en la vida. Serán patrullas perdidas del sistema capitalista con predominio de las finanzas que está acabado. El riesgo para Argentina, que está bastante blindada de coletazos de la crisis internacional, es la existencia en el país de un contingente numeroso de esos milicianos que, aún alienados de un fanatismo conmovedor por el ideario que ha fracasado, ha empezado a deambular por gran parte de los medios exponiendo su propia mediocridad. Se sabe que no es fácil para los seres humanos admitir su propia decadencia. Sus ideas presentadas como verdades absolutas durante décadas en relación con la concepción celestial del mercado libre, de la administración del riesgo, de la dispersión del capital y eficiencia de la actividad financiera son un fiasco a nivel global. Hasta se quedaron sin el argumento final de su fundamentalismo acerca de que eran los agentes sociales (políticos, sindicatos) argentinos la razón de la debilidad permanente de la economía. El estallido se ha producido en el corazón del capitalismo financiero y la respuesta desesperada del líder extremista del laisser faire fue una intervención impresionante del Estado.
El origen de esta crisis terminal no se encuentra solamente en la irresponsabilidad de un grupo de banqueros ambiciosos en el manejo de créditos hipotecarios de baja calidad. Su raíz se remonta a comienzos de la década del setenta. El mundo de las finanzas internacionales comenzó a cambiar a partir del 15 de agosto de 1971. Ese día el presidente republicano Richard Nixon ordenó suspender la compraventa de oro decretando la inconvertibilidad del dólar con ese metal precioso, con el objetivo de poder emitir sin restricciones para cubrir sus desequilibrios externos, al tiempo de intentar la defensa del dólar como moneda internacional, como explicó Susanne de Brunhoff en su didáctico libro La política monetaria, publicado en 1973. Ese fue el inicio del final del sistema que desde la Segunda Guerra Mundial los países desarrollados habían utilizado para administrar las finanzas y el comercio global (Bretton Woods). Uno de los aspectos fundamentales de ese esquema era que la relación entre las paridades cambiarias de esas naciones estaba fija en dólares, y que el valor del dólar estaba respaldado por el oro a una cotización –garantizada por el Tesoro de Estados Unidos– de 35 dólares la onza. Esto provocó el descalabro del mercado de cambios y luego de intentar sin exito volver a definir tipos de cambio fijos, en julio de 1972 se permitió que la libra esterlina flotara contra el dólar y luego le siguieron Japón con el yen y el resto de las potencias europeas con sus respectivas monedas. Antes de esa medida de Nixon, el tipo de cambio fijo estaba defendido por fuertes controles del flujo de capital entre países, y también estaban muy controlados los mercados financieros domésticos.
La inconvertibilidad del dólar fue la puerta que se abrió para desregular los flujos internacionales de capital debido a la necesidad que tenían las empresas y bancos de cubrirse por las fluctuaciones de las tasas de cambio de las monedas. Fue el mordisco a la manzana del pecado. Las firmas que negociaban en los mercados extranjeros presionaban para poder diversificar su cartera de activos para reducir riesgos. La idea era que tenían que operar en divisas y activos financieros en transacciones inmediatas y a futuro en función de la percepción del riesgo que implicaba la fluctuación de los tipos de cambio. Desde entonces se empezó a desarrollar en forma vertiginosa la “industria financiera”, con la creación de instrumentos sofisticados que requerían una cada vez mayor desregulación de los mercados, apertura de los sistemas bancarios y liberación al movimiento de capitales. Se fue construyendo así el casino global donde la administración del riesgo fue transferida desde el Estado al sector privado. Esa liberalización internacional ha exacerbado la volatilidad del mercado y aumentado enormemente el peligro de contagio. Es lo que se vivió en la región durante la década del noventa y, por fortuna, mal que le pese a la secta de brujos nativos, el tránsito a contramano del Consenso de Washington les permite a esos países tener mejores defensas para enfrentar el actual crac de Estados Unidos y Europa.
Ese orden financiero global ha estallado con la burbuja inmobiliaria y los créditos subprime en Estados Unidos, activos que alcanzaron el estadio final de la sofisticación de instrumentos financieros desregulados. Ya nada será igual, aunque todavía no se vislumbra el modelo que lo sustituirá. Otra forma de regulación del sistema capitalista emergerá luego de la caída del Muro de Wall Street, lo que no significa que vaya a surgir rápidamente teniendo en cuenta la disputa que se precipitará dentro de Estados Unidos, pero fundamentalmente porque el eje del poder hegemónico global pasará a estar compartido con nuevas potencias en crecimiento.
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TRES PAREDES


Por Martín García

Primera Pared.
Para los que hemos nacido durante los primeros 10 años de gobierno de Juan Domingo Perón, toda la vida hemos estado signados por su gesta y su protagonismo.
Leíamos los libros donde nos decían que Evita nos amaba y ella sonreía coloreada con su rodete color oro.
La gente tenía casas y jardines; licuadora, heladera y tocadiscos combinado.
Había coches argentinos, cine argentino extraordinario y clubes de barrio donde todo el mundo practicaba algún deporte o bailaba con la familia con orquestas.
Ramón Carrillo había resuelto el tema de la salud, y los abuelos tenían jubilación.
La mujer votaba por primera vez, los chicos iban de vacaciones al mar y los padres también.
Vivimos el antiperonismo de cerca y el peronismo por cercanía.
En el barrio éramos de clase media, pero en la esquina comenzaba la villa miseria de donde venían las señoras a limpiar y cocinar.
Allí eran todos peronistas.
Hasta en la pensión de al lado del Almacén de Don Andrés Lires, los Terán, que eran mas negritos que morochos, eran peronistas.
Yo le dije un día -al que tenía mi edad –Hay que decir que somos peronistas y el me contestó: -Y si nosotros “somos” peronistas.
Recibíamos regalos de reyes en las oficinas del Correo argentino, como un mensaje claro de que estábamos incluidos en esa sociedad.
Había universidades obreras, y estudiar y recibirse era gratuito igual que la escuela y el secundario.
Siempre estaban la bandera y los héroes como el Tambor de Tacuarí, que nos enseñaban a ser patriotas y hasta dar la vida por la Patria.
Después vimos volar los aviones que atacaron la Casa de Gobierno y la Plaza de Mayo y aun recordamos la humareda que se veía desde Ramos Mejía y como se escuchaba el estruendo de las bombas que tiraban.
Escuchamos por la radio –“Por cada uno de nosotros que caiga, caerán cinco de ellos” y “A los enemigos, ni justicia”.
Perón renunció para que no hubiera mas muertes y ellos asumieron entre sonrisas y vítores de la clase media.
Después ellos mataron a los nuestros y a unos cuantos que quisieron reponer al gobierno constitucional los fusilaron en Campo de Mayo, en la cárcel de Las Heras; en los basurales de José León Suárez (algunos eran padres de amigos míos).
Militamos en la universidad, en la izquierda, pero cada vez estábamos más cerca del peronismo.
Perón era el líder prohibido y lo prohibido recibía la pátina natural de lo deseado.
Si habíamos de rebelarnos contra todo nada mejor que canalizar nuestra rebeldía hacia el peronismo.
No había algo más desprestigiado en la clase media y ni que decir en las ligas mayores.
Eso los iba a reventar de bronca.
Además, si el pueblo era peronista. ¿quienes éramos nosotros para sentirnos por encima de ése deseo popular?
Crecimos sin poder votar, si no era un golpe militar era otro, subían presidentes de opereta y luego caían cuando se veían obligados a hacer lo que decían, es decir a practicar la Democracia.
Y en Democracia siempre ganaban los peronistas y había otro golpe para no entregarles el poder.
Se habían robado el cadáver de Evita, no dejaban que Perón volviera y acá todo era un desastre.
Los trabajadores iban perdiendo sus derechos y el país iba siendo sometido por el FMI, las cadenas norteamericanas de TV, y todo lo que sabemos de las corporaciones extranjeras.
Por eso cuando logramos que Perón volviera al país con Marilina Ross, con el Tano Piero, con tanta gente querida por nosotros, supimos que habíamos reparado ¡Por Fin! una injusticia de los poderosos y los yanquis y ahora si que iban a ver lo que era la Argentina.
Cuando éramos pibes éramos los únicos privilegiados y pagamos luego nuestra deuda de amor siendo la juventud maravillosa que lo volvió a traer al general al País.
Después de la primavera peronista del 73/74 Perón murió y todo se cayó, nos masacraron, y Argentina se convirtió en una zaga de terror, muerte y perversión.
Pero ya nuestra vida estaba teñida definitivamente por el peronismo, por Perón y Evita de punta a punta.
Cada vez que mirábamos hacia atrás veíamos a Perón y Evita.
Una sociedad nueva que había necesitado de una nueva Constitución en 1949 para darle esa jerarquía al Nuevo Proyecto Nacional de la Justicia Social.
Veíamos una sociedad feliz de los pobres, que ya no lo eran, ahora eran trabajadores y trabajadoras, chicos estudiando y abuelos cobrando por tantos años de trabajar.
Veíamos a ELMA, Aerolíneas Argentinas, los Ferrocarriles Argentinos surcando el territorio, el IAPI, el INTA, la energía atómica, el acero, el avión Pulqui, el coche justicialista, la locomotora justicialista, el trabajo, la producción, la grandeza de la Patria.
La justicia social, la independencia económica, y la soberanía política.
La tercera posición, el tercer Mundo junto a China y la India, la Argentina potencia.
Esa memoria se deslumbra con el ABC de Argentina, Chile y Brasil como forma actualizada de la integración americana que soñaban Bolívar y San Martín.
De hecho, la pared que elije Perón es San Martín. Y recogiendo la herencia de los primeros habitantes de la tierra, sus parientes (de Perón y de San Martín) que establecían que los hombres llevaban el Poder político y las mujeres el Poder religioso, nombra a Eva Perón, la Evita del Pueblo como “Jefa Espiritual de la Nación” como señalan el historiador “Francisco “Pancho” Pestanha y Graciela Maturo.
Y no solo eso, también recoge aquello que marcaba Rodolfo Kush de la cultura andina, que “solo es verdad aquello que da felicidad” tan diferente a la congruencia europea.
Mucha cosa como para no enamorarse.
Toda una cultura.
Un universo.
“Los días más felices, fueron y serán peronistas”

Segunda Pared.
Muchos de nosotros creímos, después de la derrota de Luder-Bittel ante Alfonsín, que cuando volviéramos al gobierno, después de la “negra noche de la Dictadura del Proceso”, volveríamos a estar como con Perón.
Solo había que elegir un líder que lo emulara.
Ese fue Menem.
Algunos creíamos que iba a ser Antonio Cafiero pero no se dio.
Menem era el caudillo federal de las Provincias del Norte, el impresentable, el transgresor que había anunciado en un discurso de la renovación - en Plaza Once – “Hay que romper relaciones diplomáticas con los EE.UU.”
Menem hizo todo lo opuesto de lo que hizo Perón.
Privatizó todo lo que Perón estatizó, por ejemplo.
Liberó la economía del control estatal para que la manejaran las Corporaciones internacionales.
Mientras que Perón decía lo contrario “La economía nunca ha sido libre: o la controla el Estado en beneficio del Pueblo o lo hacen los grandes consorcios en perjuicio de éste”.
Menem aprovechó que las sucesivas capas arqueológicas de los diferentes gobiernos seudo democráticos y dictatoriales habían ido formando un estado gordo y poco eficiente para acusarlo de ineficiente “per sé” y tercerizar y privatizar todo, con la promesa de que la empresa privada, eficiente de por sí, lo iba a administrar, mejor.
¡Que fiasco!
Mientras las corporaciones hacían su negocio y la Patria se quedaba sin patrimonio, las mercaderías extranjeras entraban al país como “Pancho por su casa” y las industrias cerraban porque no podían competir con ellos, en estas condiciones.
Nos quedamos sin recursos propios para encarar nada, con el pueblo empobrecido como nunca jamás después de Perón, y con la miseria, la prostitución y la droga destruyendo los hogares más marginados de la economía y la sociedad del consumo.
Y por si fuera poco la corrupción política y empresaria instalada en los niveles de “control”, se instaló la ideología privatista, de defensa irrestricta de la utilidad patronal comiéndole el “coco” a muchos de nuestros jóvenes universitarios. Menem puso un “manto” de olvido a los atroces crímenes de la Dictadura del Proceso, se dedicó a manipular y corromper el aparato político del PJ y a revolear comida a lo bruto en las Villas miseria como parte del sistema de compensación ante el desfalco institucionalizado.
El ponía el voto de los “negros” para que las Corporaciones hicieron lo suyo sin necesidad de que apelara la violencia militarizada.
Le comió la cabeza a la Clase Media con los viajes a Miami y a Disneylandia como antes Martínez de Hoz lo había hecho con los viajes a Europa y las camisas francesas a 10 dólares.
Menem planteó la era del consumismo (A contrapelo de Perón que dice que el arma del enemigo es el “Despilfarro”), le devolvió la estabilidad económica a la población (lo que le permite “planificar” su pobreza ya que la hiper de Alfonsín le robaba cada día de su propio bolsillo en base a la imprevisibilidad) y el crédito ( ya que aun antes de la inflación galopante la población debía ahorrar y licitar durante 36 meses para comprarse un mísero televisor).
Como una mala copia de Perón, Menem refuerza el Mercosur iniciado por Alfonsín, lejos de la Patria Grande, como una Suramérica de las Corporaciones al servicio de estas, (en lugar de estar al servicio de nuestros pueblos).
Como una calesita muy linda pero a la que no logramos subir los pibes del barrio.
Menem instaura una etapa tan cortante con la historia que inició el peronismo que necesito, a su vez, de una nueva Constitución nacional para definir en esa jerarquía el Proyecto de sumisión incondicional de Argentina al Norte Imperial.
Con los resultados a la vista, la sociedad lo despreció y lo venció en las elecciones del 2003, en la segunda vuelta “virtual” del post 19 y 20 de diciembre del 2001, fecha histórica donde De La Rua también sepultó al radicalismo con sus crímenes de la Plaza de Mayo y su asociación ilícito-política con Cavallo y el poder financiero internacional.
Despues del 19 y 20 de diciembre del 2001, consolidada la estafa de Menem y De la Rua al Pueblo argentino, toda una nueva generación, cada vez que miraba al peronismo, chocaba contra la pared del menemismo.
Para los jóvenes de 35, 30, 25, 20, 16 años, el peronismo era el menemismo, era lo que ellos habían visto y lo demás que le contaban sus padres era una cuestión de otra época imposible de corroborar.
Algunos estaban de acuerdo con sus procederes neoliberales, pero la mayoría, abominó del menemismo.
Para ellos era visualizable el Che Guevara como icono de lucha, rebeldía y coherencia revolucionaria contra el “sistema”, pero Perón y aún Evita eran algo antiguo que recibían del boca a boca de los familiares más grandes de la casa, como algo histórico que ya había pasado de tiempo.

Tercera Pared.
La elección de 2003 corporiza el anhelo del 19 y 20 de diciembre del 2001. Argentina da para más y necesita un cambio.
Los trágicos sucesos de la Plaza de Mayo y la burda estafa de Cavallo y los Bancos hacen caer a la Alianza. El primer recuerdo desagradable era el de De la Rua, el Chacho Álvarez y Cavallo, cada uno por sus propios méritos y en conjunto.
Una pared desagradable con la cual chocar, que generaba un fuerte desengaño a aquellos que los habían votado.
El peronismo –que no los había votado - podía intentar saltar esa pared, pero se encontraría con otro fuerte desengaño: Carlos Menem.
La traición tiene un componente extra que genera vergüenza por lo tonto que es uno al comprar una mentira.
Por dejarse engañar así.
Menos mal que muchos compañeros lo tuvieron claro.
Pero la mayoría de los gobiernos peronistas, municipales y provinciales cayeron en la misma volteada y fueron co-responsables de casi todo lo que sucedió durante los años del menemismo.
Definitivamente la pantalla que muestra a Carlos Menem, su Ferrari Testa Rosa, su avispa” que lo picó, sus “chicas” preferidas María Julia y Adelina D´Alessio de Viola, sus Amiras, su golfito con George Bush padre, mientras se entregaban las empresas públicas a precio vil, es un espejo que devuelve una imagen insoportable.
Para el gobierno de Néstor Kirchner su propio componente peronista le planteaba un fuerte desafío: ¿Cómo explicarle a toda una nueva generación que el peronismo eran Perón y Evita y no Menem y Zulemita?
¿Cómo desembarazarse de la pared menemista del peronismo?
¿Cómo decir de una manera entendible a miles de millares de jóvenes, que el peronismo era todo lo contrario del menemismo, cuando el menemismo había utilizado toda la liturgia peronista?
El bombo de Tula, la marcha peronista, las fotos de Perón y Evita, los dichos del General, en sus expresiones públicas, etc. (aunque para los peronistas su abrazo con Isaac Rojas y su “sociedad” con Alvaro Alsogaray eran todo un símbolo de “entrega” y del cambio respecto al neoliberalismo).
La sociedad de Kirchner con Duhalde solo le daba un “matiz” dentro de la simbología peronista.
Kirchner debía alejarse rápidamente de Menem y todo lo que el menemismo, Cavallo y la Alianza significaron para la sociedad argentina a partir del 19 y 20 de diciembre del 2001.
De movida la gente de Kirchner genero la idea de la “transversalidad”.
La transversalidad era, con Perón, una línea natural del “peronismo” de Perón ya que el “peronismo” o el “justicialismo” no existían antes de Perón y Perón incorporó a todo tipo de intelectuales y militantes, del Partido Comunista, del Socialismo, de los sindicatos “rojos”; del anarquismo, del nacionalismo católico, del conservadurismo popular, del radicalismo, etc.).
Sin embargo, el peronismo tradicional desconfió de la “transversalidad” y le sonó (razonablemente ) a una negación del origen peronista del presidente que se refugió en el “Frente para la Victoria” como un sustituto más “mostrable” que el Partido justicialista. Kirchner sumó también, a la manera de Chávez, a sectores de la izquierda marxista y peronista que estaban políticamente en busca de su zona de crecimiento.
Algunos ligados a Patria Libre, históricos de la izquierda combativa; otros los movimientos piqueteros surgentes como el FTV de D´Elía, el MST, Malón, etc.
Es que necesitaba alguna tropa “propia” para ganar un lugar en la calle, antes de negociar con los caudillos territoriales y los dirigentes sindicales del peronismo, ambos sectores con una gran capacidad de movilización.
Entonces, estableció una clara “pared” que lo diferencio netamente del menemismo: La generación peronista que luchó contra la Dictadura del Proceso, y fue víctima de su violencia genocida y su perversión.
La demostración de esa referencia fue la clara lucha institucional por los Derechos Humanos: El “Juicio y castigo a los culpables”.
Ahora este peronismo no hacía referencia directa a Perón y Evita, ya que millones de argentinos jóvenes no habían tenido una experiencia directa con su gobierno y su legendaria gesta.
La pared del menemismo la había hecho poco creíble ,ya que, en nombre suyo, se había perpetrado el mayor saqueo al estado nacional y el peor atentado al trabajo de los argentinos, herramientas principales y otrora paradigmas del justicialismo.
Tampoco aceptaba ni recibía el rebote de la pared menemista, rechazada por millares de miles de argentinos que se persignaban ante su sola mención.
La referencia a la defensa de los derechos humanos y la dignificación de los compañeros peronistas de los ´70 establecieron una “nueva pared referencial” para las generaciones más jóvenes.
La Noche de los Lápices, el apagón de Ledesma; la Noche de las corbatas, (del mundo judicial); la Esma, la masacre de Margarita Belén; H.I.J.O.S.; las Abuelas de Plaza de Mayo, las Madres de Plaza de Mayo, “Familiares”, los cuadros de DD.HH. de los sindicatos, el homenaje de los Colegios, los clubes de barrio, las universidades, los colegios profesionales a sus caídos, a sus desaparecidos, comenzaron a desfilar ante los ojos de millones y millones de jóvenes que lo hicieron suyo.
Cada nueva generación de jóvenes es un canto a la libertad por lo que la idea de la represión, la tortura, la muerte y la desaparición de personas se constituyeron en la peor referencia que un sector podía darle a la juventud.
Ser combatidos hasta ese punto del horror, por sus ideas y sus luchas por la justicia social, fue algo rechazado de manera lapidaria y militantemente por millares y millares de jóvenes en todo el país.
La consecuencia de la política de DD. HH. del gobierno de Kirchner con la causa de las victimas de las Dictaduras la convirtió en su paradigma.
La clase media que se había identificado con aquel autoadhesivo de “Los argentinos somos derechos y humanos”, que comentaba el “Por algo habrá sido…” referido a porque se “llevaban” a los jóvenes peronistas revolucionarios en los años de plomo y que había sido protagonista principal del “Déme dos” (primero de Martínez de Hoz y después del gobierno de Menem, Cavallo y De la Rua), callaron.
Finalmente ellos también habían partícipes del 19 y 20 de diciembre del 2001, ya que fueron saqueados por el “corralito” y habían adquirido el conocimiento “anti establishment” que aquel inusitado robo masivo de los bancos le había causado a sus ahorros y a su credibilidad en la seguridad del “sistema” bancario y del “sistema” en sí mismo.
Después, tendrían la oportunidad de volver a la palestra como lo habían hecho con López Murphy y Lilita Carrió con el “campo”, es decir, con el “antiperonismo”.
El espacio que en los años 50 había ganado Evita como “Jefa espiritual de los argentinos” en la versión de Perón, lo ocuparon ahora las Madres de la Plaza, y aún las “Abuelas” en la versión de Kirchner. Más cerca, con Cristina Fernández Presidenta, las “Madres” irían ocupando el lugar de la “Fundación Evita” al aceptar vehiculizar 400.000 viviendas con fondos estatales, además de la Universidad y otros diversos emprendimientos sociales para los más pobres de la sociedad convirtiéndose en una herramienta “informal” de la conducción.
El “viejo” peronismo desconfió del peronismo de los 70 que –naturalmente-protagonizaba esta nueva “pared” referencial y lo acusó de “montonero”.
La muerte de José Ignacio Rucci, supuestamente a mano de la organización Montoneros establecía un enfrentamiento no solo entre los sectores sindicales y las agrupaciones armadas sino también respecto el mismo Perón.
Para Perón y su gobierno el asesinato de Rucci fue un duro golpe, insalvable si se lo aprecia históricamente en perspectiva.
Todos saben que tanto las huestes de López Rega, los militares peronistas, los militares antiperonistas de esa época, y las organizaciones armadas del peronismo y del ERP estaban infiltrados por agentes de la CIA por lo que, aún las decisiones más propias, tomadas en privado en los diferentes ámbitos pertenecientes a estos sectores, deben reconocerse como acciones “manipuladas” contra Perón y el peronismo como movimiento de liberación nacional antiimperialista.
De hecho, si uno observa quienes fueron los perjudicados y quienes los beneficiados con estos enfrentamientos puede ver con claridad que los más perjudicados fueron los peronistas de todo tipo, matiz y pertenencia “chica” y los beneficiados están afuera de esa realidad y sonríen desde Washington aunque algunos también lo hagan desde San Isidro o Puerto Madero.
De todas maneras, sectores ligados a las organizaciones armadas del peronismo de los 70, como Carlos Kunkel, se hicieron cargo de la “culpa” de la muerte de Rucci y pidieron públicamente perdón en la mismísima CGT, ante las autoridades y representantes de los sindicatos adheridos siendo beneficiados por su comprensión en un claro ejemplo de la madurez y mandato de unidad que los peronistas tienen desde Perón, ahora que pasaron los tiempos turbulentos.
Tiempos “turbulentos” producidos no solo por los hechos locales de la misma dinámica política de los argentinos sino que, como hemos visto en la caída de Salvador Allende en Chile y los “golpes” que se intentan contra Evo Morales en Bolivia, Fernando Lugo en Paraguay y consumado y vencido ya el que se perpetró contra Hugo Chávez en Venezuela, son producidos por la activa “inteligencia” de los servicios de espionaje norteamericanos en consonancia con la acción sobre la opinión pública que disparan las corporaciones mediáticas dirigidas políticamente por las embajadas norteamericanas, verdaderas sede virreinales, en nuestros países.
Cuando uno dice “viejo” peronismo sabe también que se disfrazan de “tales” los peronistas del “menemismo” pero lo de ellos no cuenta.
Han perdido autoridad sobre el “peronismo” de Perón y Evita.
Su acción actual en defensa del “viejo” peronismo esconde la simple disputa de estos sectores remanentes del menemismo contra los sectores que lideran el gobierno de los Kirchner y el partido justicialista.
Es también una disputa ideológica ya que su aporte mayor, aún con un “tinte” folclórico del peronismo de los ´50, deviene del neoliberalismo y del “fin de la historia” de Fukuyama, hoy, claramente “demodée”.
De hecho los “viejos” peronistas como Andrés Framini, Sebastián Borro, Avelino Fernández, Oscar Bidegain, Ricardo Obregón Cano, se identificaron con los “jóvenes” rebeldes de los 60/70 y así se lo hicieron saber a las nuevas generaciones que los conocieron.
Otros como Antonio Cafiero, a pesar de su procedencia sindical, aunque mas moderados, fueron visualizados en épocas de la “Renovación peronista” como liderando a muchos sectores ligados a los movimientos de los jóvenes combativos de los ´70.
Pero, poco a poco, en lo político, el kirchnerismo fue incorporando la liturgia peronista, es decir su identidad “de origen”.
Es así que el Comandante en jefe del Estado Mayor Conjunto de las FF.AA. construye un monolito en homenaje a los militares fusilados en Campo de Mayo durante la Revolución del general Juan José Valle; pone una placa en homenaje a los granaderos caídos en el ataque a la Casa Rosada y la Plaza de Mayo de junio de 1955 (al conmemorarse el 50 aniversario de nuestro Guernica); inaugura una estatua de Valle en el cementerio de Olivos y su Jefe del Estado Mayor conjunto representa al Estado en las tribunas de homenaje a los peronistas fusilados en José León Suárez, y a los muertos del bombardeo a la Plaza de Mayo.
El mismo gobierno se va incorporando a la conmemoración de las efemérides peronistas y los actos se suceden en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno e incluso en los jardines de la Plaza Colón (la contraparte de la Plaza de Mayo) con el Monumento a los caídos por los bombardeos a la Plaza de Mayo.
Es en esta vía de los caídos por las dictaduras sostenidas por el gobierno de turno de los EE.UU. que el kirchnerismo va llegando al peronismo de Perón y Evita y guiando (como un guía turístico) a las nuevas generaciones hacia su identidad peronista, ya sea que fuera por una decisión estratégica o por su intuición política, por decisión propia o movido por las circunstancias.
Son los sectores más ligados al marxismo y su propia historia de luchas que reniega de ese camino ya que su ilusión era teñir al gobierno de su propia epopeya.
Estos sectores de la izquierda se sumaron al kirchnerismo con la mira puesta en la construcción de Hugo Chavez en Venezuela, que hizo “pie” en el marxismo local para armar las organizaciones de base por fuera del ejército.
En los Estados Unidos nunca hicieron “diferencia” entre el comunismo y el peronismo.
Nosotros sí tenemos nuestras diferencias, pero para el caso que nos ocupa no es relevante tácticamente.
Pero queda claro que en Venezuela no había pasado el peronismo y Chávez estaba haciendo lo que Perón ya había hecho en 1946 y de allí en más. Es aquí donde no se podía empezar de cero.
El aporte de los sectores marxistas y “progresistas”, en los primeros años de Néstor Kirchner a cargo del ejecutivo, lograron que los “desaparecidos” no tuvieran filiación política.
Quedaban como “desaparecidos”, es decir se definían por su desaparición, muerte y tortura pero no por las razones que llevaron a su detención por parte de las dictaduras.
En realidad, los desaparecidos –en su gran mayoría- eran militantes peronistas.
Hubo muchos militantes perseguidos por la Dictadura del Proceso, una minoría, que pertenecían a otras organizaciones combativas como el PRT y su brazo armado el ERP, las FAR, etc.
Pero, como todos saben, la amplia mayoría de ellos era peronista, de clase obrera o de clase media, aunque el mayor porcentaje de los detenidos-desaparecidos fueron dirigentes sindicales. Entre la asunción, por parte de Néstor Kirchner de la Presidencia del Partido Justicialista y el conflicto con “El Campo” es cuando los Kirchner * se vuelcan –cada vez más decididamente- hacia su propia identidad política y cultural: El peronismo.
De hecho, su mayor organización de bases, (liderada por un ex dirigente montonero que también perteneciera a la organización Quebracho, Emilio Pérsico), lleva el nombre el “Movimiento Evita” y se expande por todo el país.
Tanto el retorno de Evita como la imagen del “Che” muestran la “pureza” de su pasión revolucionaria y su compromiso militante por la vida y la dignidad de los pueblos, pero también “tapan” la mayor realidad revolucionaria que es que los jefes de la revolución social fueron Juan Domingo Perón y Fidel Castro Ruz.
En relación a Perón, la política económica del gobierno actual atiende una de sus premisas esenciales: “Aquella nación que pierde el control de su economía, pierde su soberanía” y como dijimos, también a esta otra: “La economía nunca ha sido libre: o la controla el Estado en beneficio del Pueblo o lo hacen los grandes consorcios en perjuicio de éste”.
Los 50 mil millones de ahorros públicos depositados en una bolsa de monedas en la banca de Basilea, con libre disponibilidad, le han permitido al gobierno de los Kirchner, fruto de 5 años de crecimiento sostenido en un grado inédito para Argentina, despegarse de la “caída libre” de la economía de los EE.UU. sin pagar su costo -como lo habían hecho otros gobiernos- de corte neoliberal.
Pero el mayor déficit peronista de esta etapa es la distribución de la riqueza acumulada hacia los sectores más sumergidos de la ciudadanía por los gobiernos cipayos.
Los avances porcentuales en esa materia no logran impactar en cuestiones esenciales para el peronismo como es la construcción de viviendas para albergar a las familias cuya destrucción se procuró en las últimas dos décadas, y un mayor vigor gubernamental en el salvataje a la ultima frontera social.
Por otro lado de aquel “50% y 50%” de Perón en el 55 y en el 74 para compartir entre los trabajadores y el capital empresario de la “torta” producida por el trabajo de todos, es decir en el PBI, en la actualidad y después de unos años de gobierno del Frente para la Victoria, el porcentaje de los asalariados alcanza recién al 21%.
En este sentido los estragos culturales causados por los organismos mundiales y otros entes socialdemócratas para-gubernamentales en los cuadros técnicos de la política social del kirchnerismo son muy inferiores a los que acompañaban a Evita y Perón de los 50, mucho más eficaces e inspirados.
Menos clientelistas y más revolucionarios.
En esa área, específicamente, resulta mucho más atinente -desde el punto de vista estrictamente peronista- la notable gestión social de la provincia de San Luis, cuyo gobierno, de extracción justicialista, es opositor al gobierno nacional.
Sin embargo, la mayor identificación peronista del gobierno de Néstor y Cristina Kirchner lo da su política para Suramérica.
Es en la firmeza y hermandad militada por ambos presidentes argentinos, Nestor Kirchner y Cristina Fernández junto a Lula Da Silva, Hugo Chávez Rafael Correa y Evo Morales, donde José de San Martín y por ende, Juan Domingo Perón, encuentran su mayor regocijo.
La negativa al ALCA de Mar del Plata en las mismas barbas de Bush, fue una situación muy similar al NO de Perón al hermano del Presidente Eisenhower en oportunidad de su visita al país (que tan bien describe Leonardo Favio en su “Perón Sinfonía de un Sentimiento”) cuando vino a proponerle a la Argentina justicialista sumarse a la Liga de países anticomunistas en la Cumbre suramericana donde EE.UU. fracasó, ya que todos los gobiernos del continente –exceptuando a Colombia, encabezado por un presidente “títere” y cuyo líder popular, Eliecer Gaitán, acababa de ser asesinado por los servicios de espionaje norteamericanos, le dio el NO al gobierno del héroe de la 2ª Guera Mundial, Ike Eisenhower, en apoyo a la posición argentina lo que sello la suerte de Perón ante el imperio.
También es probable que los Kirchner, desde entonces, estén en la “lista negra” del imperio.
La construcción del UNASUR en detrimento y reemplazo de la OEA y los sucesivos pasos dados en defensa de los países suramericanos amenazados por los habituales “golpes de su inteligencia” de los EE.UU. consolidan un bloque aún superior al soñado “eje” del ABC (Argentina, Brasil-Chile) de Perón.
Perón ya había dicho en Panamá “Hacer la revolución es fácil, nosotros lo demostramos, lo difícil es mantenerse. Solos no es posible hacerlo. Para eso es indispensable la unidad latinoamericana”.
La constitución del Banco del Sur, la coordinación de las Fuerzas Armadas de los países del UNASUR y el reemplazo del dólar en el intercambio Brasil-Argentina deben tomarse como hitos de la integración suramericana soñados y por la cual lucharon Bolivar y San Martín, y también Juan Domingo Perón, en su deseada sociedad con el presidente brasileño Getulio Vargas y con el Presidente Ibañez del Campo de Chile.
En este “imaginario” se criaron los peronistas desde San Martín y los Revolucionarios de Mayo de 1810, relatados por Perón en los ´50 y desde Perón mismo, por lo que no puede haber política más peronista que la política de la Patria Grande del matrimonio Kirchner. (*)
Epilogo.
Es mucho más sensato que la generación que trajo a Perón, de vuelta al país, fuera liderada por Néstor Kirchner y por Cristina Fernández ya que resultan a la vista, mucho más representativos que otros que lo intentaron como el Pilo Bordón y el Chacho Alvarez en 1995.
Así lo demuestran sus actuaciones públicas.
Aunque Néstor y Cristina no fueran más que militantes comunes en los ´70.
Si bien hubo mas “personas” y más “razones” para que Perón volviera a la Argentina en 1973 (Como las “hubo” también para que Nelson Mandela que estaba en la cárcel desde hacía más de 30 años, fuera “desempolvado” para ir a convertirse en el Presidente de Sudáfrica) fueron la clase obrera organizada y la “juventud maravillosa” que lograron su “retorno” definitivo al país. En 1964 la Resistencia peronista y el movimiento obrero organizado, no lo lograron.
Es con la juventud peronista, con las organizaciones armadas juveniles (desde las FAP de Envar El Kadri hasta Montoneros pasando por Guardia de Hierro y las demás agrupaciones combativas ) con las juventudes trabajadoras y sindicales y el sindicalismo peronista y aún las juventudes religiosas( como los Sacerdotes del Tercer Mundo), unidos en un objetivo común: el retorno de Perón a la Argentina, que, en 1973, el general aterriza para siempre en el país al que sirvió, patrióticamente y ante el pueblo que amó con sus actos.
Las cuestiones internas dentro del movimiento nacional justicialista deben resolverse dentro del peronismo.
Son los NO peronistas los que siempre muestran el mayor interés en marcar si un gobierno es peronista o no lo es tanto.
También es cierto que es histórico que el imperio del norte siempre ha actuado sobre las diferencias internas del movimiento nacional.
Así lo ha hecho enfrentando a “Kollas” y “Cambas” en Bolivia, lo que ha logrado este movimiento “secesionista-racista” que ocupa los diarios en estos días y que ha provocado la expulsión del embajador de los EE.UU. por parte del gobierno boliviano de Evo Morales.(Verdadera vergüenza para la diplomacia norteamericana, que no estaba acostumbrada a estos desplantes).
Durante el gobierno de De la Rua, hubo un hecho lateral, verdaderamente histórico en el peronismo, que fue ninguneado por la prensa en ese momento y desconocido luego.
Los viejos dirigentes de las diversas corrientes peronistas como Guardia de Hierro, Lealtad; la Jotaperra; Montoneros, Comando de Organización; “Encuadramiento”; “Comandos tecnológicos”, etc. se reunieron en el Centro Asturiano de la calle Solís y en una cena de gran camaradería firmaron un documento conjunto con miras al futuro, deponiendo cualquier enfrentamiento pasado en pos de la unidad final de los combatientes por la Patria.
Allí los dirigentes “remanentes” de estas agrupaciones, verdaderas organizaciones nacionales de masas en los ´70, demostraron, con su lectura de un pasado violento que los enfrento incluso a los tiros entre ellos, con muertos y heridos, que en su estado natural el peronismo es un movimiento de liberación que no se agota en el internismo enfermizo y que, más allá y más acá de los aportes ideológicos que cada uno suma al del General Perón, el amor por la Patria y en particular por la Patria Grande los une para siempre.
La memoria de los pueblos significa mucho para la vida de sus integrantes.
Nada nace de la nada.
La masa de la identidad se va amasando con lo propio y lo adquirido.
Con el ADN y con lo sucedido. Todo proceso de construcción humano necesita de una pared adonde apoyarse y desde donde imaginarse, referenciarse.
Aunque una pared por sí no sea igual al edificio que la contiene.
Para construir una obra entera, se necesita un Proyecto nacional que comprometa hasta el último habitante y un mensaje claro que le diga a todos y cada uno : “Sos mas que importante, sos imprescindible para la Argentina y para la Patria Grande”.
Seguramente cuando construyamos ese Proyecto Nacional, que nos contenga a todos, incluso históricamente, los argentinos, en tanto suramericanos y latinoamericanos, como si fuéramos un Perón, un San Martín y una Evita y un Che “colectivos”, deberemos plantearnos –en esta etapa - una nueva Constitución Nacional que consagre los principales aportes a esa decisión soberana y actual de nuestra comunidad.
Y quizás esta identidad que rescatemos y re simbolicemos con nuestro compromiso y amor sea la cuarta “pared” que las próximas generaciones utilicen para avanzar.
La identidad de los pueblos oprimidos es un bien secreto.
Masivamente secreto. Y es la semilla de su liberación y su grandeza.
En el futuro, nada será como era antes, pero podemos irnos tranquilos.
Los viejos guerreros del movimiento de liberación nacional ya han puesto sus güevos y las nuevas generaciones han tomado la posta.
MG/

Foro en defensa del Proyecto Nacional y Popular

El Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, fue el invitado especial del primer Foro en Defensa del Proyecto Nacional y Popular, que contó con más de 250 militantes.