El primer año de Javier Milei al frente del gobierno argentino ha dejado en evidencia una profunda contradicción entre sus promesas de campaña y los resultados obtenidos. El líder que prometió que el ajuste recaería sobre la «casta política» terminó descargándolo sobre los sectores más vulnerables y estratégicos de la economía, desmintiendo así su discurso central.
Impacto económico: ajuste brutal y desempleo creciente
Según el informe del CEPA, de cada $100 ajustados en 2024, solo una fracción mínima afectó a los privilegios políticos. En cambio, el grueso recayó sobre jubilaciones (24,2%), obra pública (23,6%), prestaciones sociales (12,8%) y subsidios (12,7%). Estos recortes profundizaron la crisis al reducir el consumo interno y paralizar obras de infraestructura vitales para el desarrollo del país.
El sector privado también sufrió graves consecuencias. Durante el primer año de gestión, cerraron 16.500 pymes, responsables del 90% del empleo registrado. A esto se suma la pérdida de más de 260.000 puestos de trabajo, situando a la Argentina entre los países con peores perspectivas laborales para 2025, según Manpower Group.
El costo social del ajuste
El ajuste también golpeó a los sectores más vulnerables. Los recortes a jubilaciones y programas sociales, como los subsidios a medicamentos gratuitos, evidenciaron un claro incumplimiento de las promesas de campaña. En paralelo, los despidos masivos en el sector público, justificados como “optimización administrativa”, desmantelaron áreas clave del aparato estatal.
Modelo extractivista: riqueza para pocos
La política económica de Milei privilegió al sector energético con un enfoque extractivista que no generó beneficios tangibles para la mayoría. Mientras se facilitaban exportaciones de recursos naturales, las pymes enfrentaban un tipo de cambio desfavorable y una presión impositiva asfixiante, profundizando su crisis.
Incluso economistas ortodoxos, como Carlos Rodríguez, cuestionaron la viabilidad de este modelo. El plan de Milei no solo consolidó desigualdades, sino que demostró ser insostenible incluso para sus propios aliados ideológicos.
Narrativa oficial vs. realidad
El gobierno intentó instalar un discurso de éxito basado en metas fiscales. Sin embargo, los resultados desmienten esta narrativa. En lugar de ser una herramienta para el crecimiento, el ajuste debilitó las bases productivas y sociales del país, aumentando la desigualdad y la exclusión.
Un futuro incierto
Argentina enfrenta un desafío monumental. Las promesas de liberalización y «dinamitación del Estado» han demostrado ser insostenibles. El país necesita un modelo que combine estabilidad macroeconómica con políticas que fomenten el desarrollo productivo y la inclusión social.
El balance del primer año de Javier Milei es contundente: lejos de cumplir sus promesas, su gestión consolidó un modelo que incrementa la desigualdad y debilita las perspectivas de desarrollo. El camino tomado no solo es ajeno al prometido, sino que pone en riesgo el futuro económico y social de la nación.
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