Por Enrique Oliva
La Reserva Federal con sus banqueros y el Pentágono junto al lobby de
los fabricantes de armas, consolidan un poder mundial presionando sobre
la Casa Blanca y sus cumbres
El 25 de marzo difundimos una nota titulada G 20: en Berlín ya se
decidió qué resolver en Londres - Las grandes potencias occidentales
son mayoría en ese grupo y están empeñadas en salvar la continuidad del
capitalismo salvaje con maquillados cambios para que todo siga igual.
Como lo adelantamos, decíamos que el domingo 22 de marzo pasado se había
reunido un reducido grupo de jerarcas europeos en Berlín, integrado por
la dueña de casa Ángela Merkel, la canciller de Alemania (rango similar
al de primer ministro en otros países, o sea con funciones de jefa de
gobierno), el premier inglés Gordon Brown, y el presidente francés
Nicolás Sarkozy. El objeto de la convocatoria consistió en discutir un
proyecto o borrador del acta final de la Cumbre del G 20 a realizarse
pocos días después en Londres, entre el 2 y 3 de abril, documento que ya
contaba con la aprobación del mandatario norteamericano Barack Obama. En
Berlín se aprobó con ligeras sugerencias el borrador redactado en
Washington. Y en Londres, sin discusión, se hizo historia. No nos
habíamos equivocado.
La prensa globalizada ponderó casi unánimemente el éxito del encuentro
en la capital británica y pareció no ser necesario informar dando el
texto completo de la declaración final. Ante la circulación de varias
versiones diferentes del documento de Londres, al fin debidos elegir
para el comentario el publicado por el sitio de internet del diario El
País de Madrid, aunque no lo reprodujera totalmente en el matutino papel.
La Cumbre de Londres fue convocada por el G 20 a raíz de una
convocatoria del presidente George Bush en Washington el 15 de noviembre
pasado, donde se repitieron las bases de soluciones a la crisis
mundial tendientes a salvar al desacreditado capitalismo salvaje como
dijera el Papa Juan Pablo II. A ese sistema de la especulación
financiera, improductiva y avara, durante la Gran Depresión iniciada en
1929, el presidente Franklin Delano Roosevelt calificó a los banqueros
como bancgsters.
Poco después de la Cumbre de Londres, pudimos acceder al documento
surgido en aquel evento y no nos sorprendió que, en lo fundamental, o
sea en el objetivo estratégico fijado para salir de la crisis,
ratificaba los conceptos de un liberalismo a ultranza de las anteriores
cumbres del G 20 realizadas todas en Washington.
Lamentable orientación del G 20
Luego del preámbulo el documento fija los objetivos de la cumbre.
Aclaramos que los conceptos entre paréntesis son nuestros comentarios.
?Por tanto ?dice ? nos hemos comprometido a hacer lo que sea necesario
para restablecer la confianza, el crecimiento y el empleo; reparar el
sistema financiero para restaurar el crédito; reforzar la regulación
financiera para reconstruir la confianza; financiar y reforzar nuestras
instituciones financieras internacionales para superar esta crisis y
evitar crisis futuras; fomentar el comercio y la inversión globales y
rechazar el proteccionismo para apuntalar la prosperidad; y construir
una recuperación inclusiva, ecológica y sostenible?. (Como se ve,
reconoce la pérdida de confianza por los sistemas mafiosos de
especulación, pero en vez de castigo se le acuerdan enormes sumas de
dinero líquido).
El resto de la Declaración Final no tiene sorpresas. Instituciones como
el tan desprestigiado Fondo Monetario Internacional (FMI) que ha visto
más que triplicado su capital. Citado expresamente 18 veces y otro tanto
como institución financiera internacional, es ponderado en extremo,
acordándosele el manejo de otros caudales enormes de dineros y
facultades de policía financiero mundial por medio de reguladores para
controlar la disciplina monetaria de los gobiernos. Es prácticamente
entregar la conducción de los pueblos a un poder planetario, con
autoridad de aplicar sanciones a los rebeldes. Lo peor es que el FMI,
cuando en algún momento reconoció haber cometido errores, ahora culpa a
los países perjudicados de no haber cumplido a rajatabla los consejos
recibidos. Lo cierto es que todos los gobiernos obedientes declarados
por el FMI como alumnos modelos a imitar, terminaron en los peores
fracasos. El último fue Islandia, país donde EEUU tiene una poderosa
base apuntando al Norte de Rusia y su desastre financiero ha permitido
tomar el poder a la izquierda. Así es como los estados aliados son
castigados en las urnas por su accionar irresponsable.
La soberbia de los liberales técnicos del FMI les hace repetir la
receta de siempre: reducción del gasto público (eliminar obras de
infraestructuras para la industrialización, ni costear instrucciones con
fines sociales); nada de proteccionismo (cuando EEUU y los países
europeos lo practicaron siempre y lo han aumentado ahora, en plena
crisis, encabezados por Washington); cumplir con las deudas externas
contraídas. Dice la declaración:No nos refugiaremos en el
proteccionismo financiero y especialmente en medidas que limiten el
movimiento de capitales especialmente en los países en vías de
desarrollo. (Una verdadera desfachatez cuando no se detienen los
salvatajes a los bancos que es cosa de todos los días en EEUU y sus
aliados europeos).
El colonialismo de las multinacionales
El colonialismo ni se mencionó, cuando sesionaron en un país con una
independencia atada al imperio. Ni siquiera se tuvo en cuenta que la
iniciación de la Cumbre ¡qué casualidad! se realizó el 2 de abril, en un
aniversario de la recuperación de las Malvinas por los argentinos y el
sangriento usurpador ganó esa batalla por la ayuda del presidente yanqui
Ronald Reagan. Este, además, fue quien forzó a la OEA, una especia de
oficina del Departamento de Estado, a no aplicar el TIAR, el tratado que
comprometía a la solidaridad en defensa de ataque del exterior a un país
americano.
¿Cómo nadie advirtió que el Caribe y las Antillas son un enjambre de
pequeñas colonias europeas con paraísos fiscales y un estado asociado
norteamericano: Puerto Rico?
Los halcones yanquis en estos momentos, como si fuera poca su cosecha de
odios por las usurpaciones, recuerdan los espacios y beneficios de las
dos grandes guerras mundiales, dos record de muertos y mutilados en la
historia universal, de las cuales el único ganador fue Estados Unidos.
Ahora el Pentágono, abusando de su influencia en la OTAN, no para de
hacerle provocaciones a Rusia, cuando por otro lado Obama negocia con
Moscú un desarme atómico. ¿Quién ejerce la comandancia en jefe?
La imposición del nombre de la Cumbre de Londres ya anuncia su color:
Una crisis global exige una solución global. Es decir, un gobierno
universal. ¿O no?
Si alguien supone que lo proyectado por la Reserva Federal, concentrando
más poder con el inhumano liberalismo, debe interpretarse como un plan
de hacer un gobierno mundial con sede en Washington y sucursales a cargo
de europeos. Parecerá una locura, pero no se equivoca.
El día de la asunción de Barack Obama, su jefe de gabinete Rahm Emmanuel
dijo ante periodistas: seguiremos siendo la nación más próspera y
poderosa de la tierra?. Momentos después, escucharíamos al presidente
decir: somos una potencia mundial líder y lo seguiremos siendo.
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