Rescatar la política como el arte de hacer posible lo imposible.

Por Antonio Muñiz

Nos toca vivir épocas difíciles, encima con un sabor a “deja vu”, a ya haberlo vivido o si se quiere con esa sensación de “esta película ya la vi”. Marx decía en “El 18 de brumario” que la historia tiende a repetirse, primero como tragedia y luego como comedia.
Si hubiera conocido la historia argentina se corregiría, los fracasos para los argentinos siempre terminan en tragedia, sobre todo para el pueblo, que es quien pone el lomo y los muertos. No hay que ir muy lejos, basta recordar 1976 o mas cercano el 2001.
Que nos pasa a los argentinos? Porque no podemos desarrollarnos como una sociedad mas o menos normal? Porque no podemos aprovechar las condiciones externas e internas que hoy nos favorecen.
Nos pasamos la vida, desde el pensamiento peronista y siguiendo el análisis de Raúl Prebich y la Cepal, explicando que el problema de este país era el deterioro de los términos de intercambio. Es decir que los precios de lo que nosotros producíamos ( materias primas) disminuían mientras los artículos que demandábamos aumentaban (ej. tractores) y que esto originaba en el mediano plazo una crisis crónica en la balanza de pagos. Que este era nuestro cuello de botella, la razón por lo que sufrimos todas las crisis económicas y políticas desde 1930 hasta la fecha.
Hoy esta tendencia se revirtió y parecería que por muchos años por delante , las materias primas que producimos son muy demandadas y con un precio internacional muy alto. Con un dólar a tres pesos permite generar excedentes del comercio exterior muy importantes. Que permitieron, primero, salir de la gran crisis del 2001, pero también crecer a tasas del 8 % anual en los últimos años.
Si tenemos todos los planetas alineados en beneficio nuestro, porque no podemos aprovechar la coyuntura internacional favorable.

La situación del Gobierno de Cristina Fernández.

Néstor Kirchner ganó las elecciones con el 22 % de los votos y desde allí construyó un poder con tenacidad y obstinación. Estábamos saliendo de la crisis del 2001 y hacia falta un liderazgo fuerte. En cuanto a resultados económicos fue tal vez uno de los gobiernos mas exitoso de la historia argentina.
Cristina Fernández gana con el 46 % de los votos cosechando el rédito político, económico y social del mandato de su marido y antecesor. Se presentó como la continuidad pero también como la superación, como una etapa nueva, una etapa de cambios y de profundización del modelo. Tal vez el primer gran error del gobierno haya sido confirmar el gabinete de ministros del gobierno anterior. Un gabinete desgastado por los cinco años de gobierno pero además con muy poca capacidad de gestión en muchas áreas. Así en el imaginario colectivo, Cristina nunca comenzó su gestión, fue una mera continuación de la anterior.

El bloque oligárquico-imperialista o el regreso del modelo neoliberal.

La dictadura militar de 1976 y sobre todo la política económica encarnada en Martínez de Hoz, no pasó en vano. Rediseñaron un país a sangre y fuego, a gusto de las oligarquías financieras, el capital trasnacional y la oligarquía rentística- pastoril.
Seria largo contar toda esa etapa y las que la siguieron entusiastas en esa tarea, pero básicamente consistió en la destrucción del Estado, la desaparición de las pymes industriales de capital nacional, la apropiación de la renta financiera por la banca extranjera, el desguace de las empresas públicas y su apropiación a precio vil por parte de esa nueva oligarquía, la monopolización y oligopolización de vastos sectores productivos, mucha s veces en manos de capital extranjero.
Como resultado de esa política económica fue la precarización de las condiciones de trabajo con su secuela de desocupación masiva y los mas altos índices de pobreza que registra nuestra historia. Ese y no otro es el modelo neoliberal que imperó hasta el 2001. En ese año implosionó el modelo en medio de una crisis casi terminal para nuestra patria.
Este gobierno no supo, no pudo o no quiso modificar esta realidad. Es más en muchos caso pacto con él. Tal vez el ejemplo mas patético es el grupo Clarín que creció hasta alcanzar el monopolio de los medios de comunicación gracias a los beneficios de los gobiernos de turno, Kirchner incluido, con su ahora locuaz ex presidente del CONFER , don Julio Bárbaro.

Este bloque tiene claro sus intereses, económicos y de clase.
Este bloque hoy está intacto, agazapado, esperando.

Estos enemigos de siempre -el bloque oligárquico imperialista- realizó un ensayo general.. Aprovechó errores, debilidades y torpezas del gobierno nacional, y midió sus fuerzas. Fue apenas un globo de ensayo. Las retenciones móviles, medida justa, pero inoportuna y mal explicada, fue apenas la excusa.
La crisis está, no vale de nada negarla. Es probable que en el corto plazo el conflicto por las retenciones móviles se supere.
Pero estamos en esas situaciones de suma cero. En este conflicto, como está planteado, nadie gana, todos pierden. Pero el gobierno tiene mas para perder.

La pelea de fondo: La lucha es por el modelo de país.

Lo que debe quedar claro es que la pelea de fondo va a continuar.
La lucha es por el modelo de país.
Como construimos una nación, con inclusión social, con desarrollo agropecuario pero también industrial, con justicia social, democracia y soberanía política.
El modelo neoliberal de los últimos treinta años está ahí, esperando nuestro fracaso.
Ante este enemigo no se puede seguir haciendo la plancha, ni negar los problemas, no tiene sentido negar la realidad que todos vemos.
Los problemas están y hay que enfrentarlos y buscarle solución.
Hay que consolidar lo que tenemos, y empujar hacia adelante. No hay otra.
Ha quedado demostrado, que no se puede avanzar solamente desde arriba. Sin política. Sin ensanchar la base de sustentación de nuestro bloque. Sin explicitar el rumbo con claridad ante el pueblo. Sin convocarlo a la gesta.
Por ahora, contamos en el haber, con la decisión política y capacidad de comunicación de la presidenta, poco, casi nada de apoyo de los medios de comunicación, apenas algún comunicador aislado, un sistema de cuadros y dirigentes bastante pobre, raleado, que menosprecia la importancia de hacer apolítica de base, militante, acostumbrado a cierto estilo punteril, y que no acaba de comprender el poder formidable del poder oligárquico imperialista al que enfrentamos..
La mayoría del pueblo argentino, ha aguardado en tensa calma durante esta pulseada. Expectante. Preocupado. Paciente. Pero no ha sido protagonista, como en otras jornadas históricas. Con paciencia, ha sido bombardeado y desinformado por una especie de cadena nacional golpista, sin parangón en la historia nacional. Con paciencia, ha visto volar los precios de los comestibles, desaparecer la carne, el pollo, la leche, los combustibles .... .

Rescatar la política como herramienta para cambiar la realidad. Hacia un nuevo proyecto nacional.

El pueblo argentino ha demostrado en muchas ocasiones su voluntad de pelea. Su capacidad de sacrificio y su heroísmo patriótico.
No lo subestimemos. Convoquémoslo a la participación.
Si la divisa es clara, si se logra plasmar un programa político económico y social que abreve en nuestra historia, pero que mire al futuro y planifique un modelo para las próximas décadas, el pueblo saldrá de nuevo, como en aquel 17..
Desde las fabricas, desde los ranchos, desde el barro y desde el fondo de la historia.

El pueblo acompañara un proyecto nacional que lo enamore, que lo sume como sujeto histórico de esta etapa.

La batalla es difícil.. Pero se puede ganar. Pero para ganar hay sumar al pueblo, a la gente común, al laburante, al estudiante, al ama de casa, a doña Rosa que hoy la mira por TV. Están allí. Son nuestros vecinos. Es nuestro compañero de trabajo, de deportes, nuestro familiar cercano. Hay que ganarlo. Hay que sumarlo. No mañana ni pasado: Hoy es el tiempo de la lucha.

Recordemos lo que ha dicho Octavio Paz: “quién conoció la esperanza ya no la olvida"

"La Patria Existe, y triunfara".

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