Antonio Muñiz
El gobierno bonaerense de María
Eugenia Vidal está avanzando en una serie de ajustes sobre la educación
bonaerense, ahora plantea modificaciones
importantes sobre la curricula de
las escuelas técnicas.
La intención de la reforma está
confirmada, Ya el portal ABC publicó una nota
sobre “Los nuevos desafíos de la Educación Técnica”, “pretendiendo generar un
espacio de diálogo para satisfacer inquietudes.”
Si bien se ha bajado a las
escuelas una ronda de consultas a los docentes y directivos, es un hecho la decisión del gobierno de Vidal
de avanzar en la reforma y ajuste de la educación técnica, más allá de
maquillarla con consultas a la comunidad.
No es nuevo este ataque, ya en
los noventa el gobierno de Carlos Menem, cerró el Consejo Nacional de Educación
técnica (CONET), provincializó a las escuelas y desfinancio el sistema,
siguiendo las sugerencias del Banco Mundial.
En indudable que la lógica neoliberal de ajustar y desfinanciar el
sistema educativo tienen que ver con el modelo de país que se está construyendo.
La educación como tantas otras áreas es considerada un gasto y por lo tanto
debe ser ajustada, deben cerrar los números en una plantilla exxel.
En ese marco debe entenderse el
cierre por decreto de la paritaria docente, dando un 19 % de aumento contra una
inflación proyectada cercana al 50%, junto al cierre de escuelas, cierre de
bachilleratos de adultos, el cierre de las escuelas técnicas que dependía de
Vialidad Nacional, cierre de programas de apoyo como conectar igualdad, quita de subsidios directos como el progresar y
de los Equipos de Orientación Escolar, para nombrar solo algunos.
Detrás de una supuesta “Modernización, actualización de diseños
curriculares, incremento en la matrícula, mejoramiento de los niveles de
empleabilidad de los estudiantes”, se
esconde una reforma que atacara de base el sentido de la formación técnica.
Según los primeros números las
modificaciones a la curricula tendrían
como consecuencia el recorte de casi
1500 horas reloj en toda la formación.
La
reforma prevé la eliminación de materias generales como Historia, Literatura, Geografía,
Arte, Política y Ciudadanía, Construcción de la Ciudadanía, que hacen a la
formación humanista pero también se afecta la formación técnica ya que se
recortan materias específicas del ciclo superior, poniendo en peligro los
alcances de su título profesional.
Es indudable que este proyecto no
solo recorta horas docentes, sino que
más graves aún, disminuye el alcance de los procesos de
enseñanza - aprendizaje respecto de la cultura general y humanista de los
estudiantes, disminuyendo también la
formación técnica especifica.
Es claro que además, estos cambios, atentan fuertemente contra la formación
integral, el desarrollo de la creatividad y el pensamiento crítico de los
alumnos.
Todo en un marco de fuerte
deterioro edilicio, de infraestructura general, bajas condiciones de trabajo,
pauperización laboral del docente y un franco deterioro de todo el sistema
educativo. .
¿Quién puede suponer, ingenuamente, que estos cambios son
inocentes?
También debe verse este ataque
dentro de la lógica de desindustrializar el país, llevada adelante claramente
por el programa económico del FMI.
Un país sin industrias, basado en
lo agropecuario y los servicios, no le
hacen falta técnicos, ni ciudadanos activos y críticos. Solo necesitas mano de
obra calificada, súper flexible y en muchos casos “emprendedores” y “cuenta
propistas “orientados a oficios y servicios.
La educación técnica, creada durante
el primer gobierno de Perón a partir de las escuelas fábricas y las escuelas de
oficios busco y acompaño el proceso de industrialización de la Argentina. El
objetico era formar los técnicos altamente capacitados que requería el proceso
de industrialización por sustitución de importaciones.
Significo también el ingreso a la
educación secundaria a muchos jóvenes de origen popular que vieron en las
escuelas técnicas un acceso al mundo del trabajo y un medio de ascenso social.
Más tarde también la escuela técnica fue un primer paso hacia el acceso a la
universidad, sobre todo hacia las ingenierías y carrera tecnológicas.
También debe verse esto dentro de
la lógica perversa de la gobernadora Vidal de que los pobres no acceden a la
universidad, así también buscan construir una escuela técnica de segunda, de
bajo nivel, y que sus egresados no puedan acceder a la universidad.
Es indudable que la escuela
técnica requiere cambios, pero estos deben hacerse pensando en una Argentina
moderna e inclusiva. Debe ser la comunidad toda la que debata el perfil de la
educación futura. Es un tema demasiado delicado para dejárselo a burócratas,
que solo adaptan el libreto del Banco
Mundial.
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