Por Carlos Benítez, Editorial de revista Digital Zoom
Una mayoría más que circunstancial que junta a Giustiniani, Menem, Morales, Reutemann, Juez y Cabanchik aprovechó esta semana sí su superioridad numérica para controlar el Senado.
El oficialismo es la primera minoría en esta Cámara, y también en Diputados, donde una jugada similar lo pone en desventaja en las comisiones.
Ante un Congreso "opositor", que extrema su antagonismo con el Ejecutivo sin proyecto alternativo que lo sustente, la gobernabilidad será todo un desafío. El obstruccionismo será retrucado con vetos en un camino pendular que no parece tener salida.
Si el arco opositor solo posee el denominador común de su antikirchnerismo y su ambición de poder de cara a 2011, a más de su triste sintonía con los poderes concentrados, la opción corporaciones versus política se evidencia aun más.
Los Kirchner han demostrado ya su enjundia para salir de situaciones difíciles. No será el primer gobierno ni el último que gobierna sin controlar el parlamento. Sin embargo, parece hacer falta una voluntad política de reconstruir alianzas para volver a desequilibrar el tablero de manera favorable.
¿Hay espacio aun? ¿Con quiénes?
En estas respuestas se juega gran parte del destino de una gobernabilidad que la voracidad irresponsable del poder económico y sus títeres legisladores arrinconan casi al punto de una crisis institucional.
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