“Productores contra las cuerdas: la otra cara de la crisis”

La reciente maniobra de las exportadoras con las “retenciones cero” expuso, una vez más, cómo el modelo económico vigente favorece a los grandes jugadores de la renta financiera y a las compañías exportadoras, mientras los pequeños y medianos productores quedan atrapados en un esquema que los empuja a la pérdida. Un sector clave de la economía nacional convertido en víctima de políticas que priorizan el negocio financiero,  la minería y la energía por sobre la agroindustria.

por Antonio Muñiz


Un sector golpeado por un modelo económico

El campo argentino atraviesa una crisis estructural que combina viejos problemas con nuevas tensiones. Sequías, altos costos de insumos, presión tributaria, alquileres dolarizados y un tipo de cambio que recorta la competitividad conforman un escenario adverso para los productores.

En este contexto, el episodio de las retenciones cero reveló el sesgo del actual modelo económico: mientras los productores no lograron capitalizar el beneficio, las grandes agroexportadoras acumularon en apenas tres días más de 1.500 millones de dólares en ganancias extraordinarias, gracias a un mecanismo que permitió registrar declaraciones de ventas al exterior (DJVE) sin respaldo físico suficiente. El resultado fue claro: el alivio fiscal terminó en las cuentas de las exportadoras, no en las del productor primario.

Un productor de 200 hectáreas realiza 270 trámites anuales - Infobae

Del productor al rentista

La transformación de la estructura agraria argentina no es reciente, pero se profundizó en los últimos años.  En las ultimas décadas , en especial durante los 90 se produjo un fenómeno de extranjerización y concentración de la propiedad de la tierra.  Según estimaciones oficiales, en la campaña 2023/2024 el 70 % de la superficie cultivada estuvo en manos de arrendatarios. Es decir, la mayoría de quienes trabajan la tierra no son sus dueños, sino productores que deben enfrentar contratos dolarizados cada vez más onerosos.

En provincias como Córdoba, los valores de arrendamiento para la campaña 2024/2025 se ubican entre 4 y 14 quintales de soja por hectárea, con un promedio de 10 qq/ha, cifras que presionan sobre la rentabilidad. En las zonas núcleo, donde la tierra es más fértil, los valores trepan al máximo, lo que vuelve inviable la actividad para los pequeños y medianos productores.

Mientras tanto, quienes poseen la tierra pero no la trabajan logran sostener su renta, ajenos al riesgo productivo. La figura del propietario rentista se consolida como actor dominante, en detrimento del productor familiar y del chacarero que históricamente sostuvo la estructura rural.

Sociedades por acciones simplificadas: "Un buen instrumento para pequeños y medianos productores"

Presión fiscal y dólar planchado

A los costos de producción se suma una carga fiscal agobiante. De acuerdo con el último informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), en junio de 2025 los productores destinaron en promedio 63,6 % de su renta bruta a impuestos, la mayoría de carácter nacional y no coparticipables.

A esto se agrega la política cambiaria: la apreciación relativa del peso frente al dólar y la volatilidad de los mercados hacen que cada tonelada exportada rinda menos en términos reales. Así, la ecuación económica se vuelve cada vez más desfavorable para el productor.

Un modelo que margina a la agroindustria

La crisis del agro no puede entenderse de manera aislada. Forma parte de un modelo económico que desplaza recursos hacia la renta financiera, la minería y la energía, relegando a la agroindustria a un rol secundario pese a su peso histórico en la generación de divisas.

En este esquema, el productor queda atrapado entre dos fuerzas: el Estado, que absorbe gran parte de la renta mediante impuestos, y los grandes exportadores, que se apropian de beneficios fiscales y ventajas comerciales. En el medio, los pequeños y medianos productores pierden capacidad de inversión y muchos terminan fuera del sistema.

Quiénes son los 15 mayores empresarios del agro en Argentina - El Cronista

 

La paradoja es evidente: producir alimentos en Argentina se ha vuelto un negocio cada vez más riesgoso y menos rentable, mientras que alquilar tierras sigue siendo altamente lucrativo. El país que históricamente fue “el granero del mundo” ve cómo su estructura agraria se transforma en un campo fértil para rentistas y especuladores, no para quienes siembran y cosechan.

Revertir esta situación exige un debate profundo sobre las políticas agrarias y el modelo de desarrollo. Sin medidas que protejan a los pequeños y medianos productores, se modifique el regimen de arrendamientos, se transparenten las operaciones de las exportadoras y reduzcan el peso de la carga fiscal a los productores chicos, la Argentina corre el riesgo de consolidar un agro sin productores: un negocio financiero más dentro de un esquema extractivo que prioriza ganancias inmediatas sobre el desarrollo productivo de largo plazo.

No hay comentarios:

Foro en defensa del Proyecto Nacional y Popular

El Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, fue el invitado especial del primer Foro en Defensa del Proyecto Nacional y Popular, que contó con más de 250 militantes.