"Argentina es la misma historia una y otra vez”.

Los bancos, las empresas, las patronales agrarias y los sectores políticos que apoyan a este gobierno están inquietos por el rumbo económico, en lo que algunos analistas vaticinan como el fin de la luna de miel de Milei y los “mercados.

El mismo Wall Street muestra preocupación por la situación.  "Diferente líder. Mismo error…" señaló el reconocido Robin Brooks en relación con la evolución del tipo de cambio.  

Brooks, de Goldman Sachs, afirmó  desde una visión liberal afín al mileismo, que "Argentina devaluó en diciembre, pero cualquier posible impulso a las exportaciones se ha desperdiciado. Esto se debe a que el tipo de cambio real (negro) ha vuelto al nivel que tenía antes de la devaluación".

"Argentina es la misma historia una y otra vez. Diferente líder. Mismo error…", añadió el economista.

Luego de la aprobación de la Ley Bases, el gobierno entró en un tembladeral. Su triunfo en la aprobación de una ley que el mileismo y los grupos económicos consideraba prioritaria, se convirtió en un hecho casi intrascendente, frente a la mala praxis política y económica.

Las inconsistencias del gobierno mileista, los errores no forzados, las internas despiadadas, la falta de cuadros  técnicos en puestos claves y una ceguera ideológica  extrema están llevando a este proceso a un callejón sin salida. Al final del túnel no hay luz, solo un paredón donde chocaremos inexorablemente.

Esta realidad esta generando  miedo en los mercados, ya el sector empresario empieza a estar preocupados por el rumbo, o por la falta de rumbo del gobierno. Mas allá de lo ideológico, cuando la crisis empieza a sentirse en los bolsillos propios, comienzan las dudas y cuando no se ve la salida, se convierte en miedo. La crisis no solo afecta a los sectores populares y medios, sino que  también esta afectando los negocios de las grandes empresas.

La política exterior, por ejemplo, es un sucesión de errores, incapacidad y estupidez ideológica.

El conflicto permanente con países históricamente aliados por cuestiones personales o ideológicas, no solo perjudica la imagen y la inserción de Argentina en el mundo, sino también los negocios.

Los conflictos con España, totalmente provocada por la incontinencia verbal del presidente y su afán de protagonismo, afecta las relaciones con un país que es el mayor inversor externo, ademas de generar turbulencias con toda Europa.

El distanciamiento con China, por cuestiones ideológicas e ignorancia total de la situación geo política global, esta también perjudicando el comercio. China esta dejando de comprar granos y carne argentina y buscando otros mercados alternativos. La paralización  de las inversiones chinas en sectores estratégicos como infra estructuras  y energía, van provocando un daño que ira creciendo con el correr con el tiempo.

Para completar el cuadro de desorientación en relaciones exteriores, la continuidad de los ataque  personales hacia el presidente brasileño han metido un ruido innecesario en  una relación política y comercial fructífera entre ambos países desde los acuerdos de Alfonsin -  Sarney en 1985.

En estos días el conflicto pasó a mayores, porque  Milei pegó el faltazo a la cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) en Paraguay, y mientras tanto participó  de la ultraderechista Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) que se realiza en el balneario de Camboriú, donde se encontró con Bolsonaro,  en una evidente provocación al presidente brasileño.

Lula amenaza con tomar represalias diplomáticas y por la bajo sugiere que Brasil podría romper  el acuerdo de complementación automotriz. De avanzarse en esa idea, significaria la desaparición de toda la industria automotriz local y un daño irreparable en todo el sistema industrial argentino.

Por cierto que el Mercosur “no despierta interés” para  Milei, no solo por su conflicto con Lula, si no que en su anarquismo no cree en el acuerdo comerciales entre estados. En su pensamiento primitivo cree que el comercio  debe ser entre privados, sin injerencia del “monstruo” estatal.

También debe tenerse en cuenta que, mas allá de la personalidad y características síquicas del presidente, responde también a los intereses de EEUU, en cuanto a romper las alianzas regionales, abonando a una balcanización de América del Sur.

La ruptura inicial con los BRICS en el comienzo de la gestión y la parálisis de la relación con China, también obedecen a las políticas del Departamento de Estado yanki en cuanto a frenar la penetración china en la region.

El papelón en la OEA

La abogada Úrsula Basset, virtual “Ministra” de relaciones exteriores, empoderada por Karina Milei, es conocida por sus posturas de ultra derecha, con una mirada retrógrada contra la educación sexual integral (ESI) en las escuelas, contra la Ley de IVE y el matrimonio igualitario, sostiene posiciones contrarias a la Agenda 2030 de la ONU, aprobadas por la mayoría de los países que conforman la Naciones Unidas.

 Esta abogada, con un discurso reaccionario explicó “las posturas argentinas” ante la comunidad latinoamericana, en la  54ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, en Asunción, Paraguay.

La delegación oficial argentina que propuso cambios retrógrados en las resoluciones sobre derechos humanos, con especial énfasis en borrar toda referencia sobre derechos sexuales y reproductivos, ambientales y los relacionados con la diversidad, objetando. términos como «población LGBTI», «género», “tolerancia” y “cambio climático”.

Solo Paraguay  apoyo las ridículas posiciones de la delegación argentina y recibió críticas de Estados Unidos, Canadá y México –entre otros- . Este  papelón llamo mucho la atención de las delegaciones participantes, por la tozudez e irracionalidad  de las posturas  ultra conservadoras en materia de política exterior  de un país como Argentina que siempre estuvo a la vanguardia en cuanto a derechos humanos, sociales y  ambientales.

Como decíamos mas arriba sobre la alineación acrítica del gobierno argentino a los intereses de EEUU,  el sitio estadounidense de análisis político, económico y militar “The National Interest” señala que «El presidente Javier Milei ha virado la política exterior Argentina en una dirección pro americana, pro OTAN».

Para el Gobierno de EEUU la posición argentina  es funcional a sus intereses en la región, ya que opera como un ariete de peso frente a los gobiernos de izquierda, en especial de Venezuela y de Nicaragua. Detrás de la misiones argentinas, está la agenda ideológica y programática de la ultra derecha  global.

En este orden de sumisión y cipayismo puede entenderse la posición complaciente en cuanto a la presencia de las tropas de la OTAN en la ocupación de las Islas Malvinas.  

El anuncio del Reino Unido sobre el saqueo de 500 millones de barriles de petróleo dentro del  territorio argentino en el Atlántico Sur no ha merecido ni siquiera una nota de repudio por parte de la Cancillería.

De concretarse la operación, los grandes ganadores serian además, de Inglaterra, Israel y Estados Unidos, precisó medio británico The Telegraph.

La economía, el dolar y los mercados:

Terminado el primer semestre la gestión económica muestra signos preocupantes. Los números  reales son muy malos, muestran la inviabilidad de todo este proceso “libertario”.

Los resultados del ajuste iniciado en diciembre, tan brutal como innecesario, solo generó una recesión  económica que tuvo como secuela un  aumento de la desocupación , cierre de fabricas y comercios, aumento de la pobreza e indigencia, caídas en la recaudación, cesación de pagos y comienza a vislumbrarse un posible default.  

Esta situación de crisis profunda puede verse en casi todos los sectores productivos, salvo el campo y el sector financiero. La caída de la actividad industrial ha sido brutal, llegando a niveles mas bajo que durante la pandemia.

La dirigencia empresarial calla y apoya como siempre ante gobiernos neo liberales, por debajo las bases estan cada vez mas complicados ante la caída de las ventas y las perdidas constantes. Cada día que pasa aleja cada vez mas la esperanza de un repunte.

Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, expresó días pasados la situación de su sector: «La parálisis de la obra pública produce un daño enorme. Existen 3.500 obras públicas nacionales paralizadas, muchas no han recibido ningún pago de noviembre pasado y no tienen perspectiva de solución ni eventual reinicio», dijo  El mismo gobierno reconoció que  recibió una cartera de 6.600 obras,  el 40% estaban finalizadas, pero decidieron paralizarlas igual. Para cuantificar aun mas el daño infligido, en el sector hay  mas 100 mil desocupados.

En la macro economía los números tampoco dan.

Los dólares paralelos volvieron a subir, el riesgo país se mantiene por cercano a  los 1500 y la brecha cambiaría supera el 55%, el máximo en la era Milei. ”.

El FMI, los economistas neo liberales y un sector del empresariado, sobre todo el sector agro exportador, exigen una devaluación, una salida del cepo, profundizar las reformas estructurales,   terminar con el dolar blend y  tasas de interés reales positivas.

La respuesta de Luis Caputo, Ministro de Economía,  en una conferencia de prensa  fue que no va a devaluar y puso la salida del cepo cambiario en un futuro incierto.  Ademas continua con una devaluación mensual del dólar oficial (crawling peg) del 2%, mucho menor a la suba de la inflación. Esto esta provocando, en la consideración de los grandes capitalistas exportadores, un atraso cambiario y por eso presionan por una devaluación.

El tema central del problema es que no hay dolares, lo que hace imposible una salida del cepo y una devaluación, sin desatar una corrida cambiaría y un golpe inflacionario, que desbarataría completamente el relato “exitoso” del gobierno libertario, sepultando el único logro que puede mostrar, la baja del indice inflacionario.

Este escenario podría continuar dado que no se vislumbra donde podría el gobierno conseguir los dólares necesarios. El FMI se niega a financiar una posible fuga de capitales, como ya sucedió en el gobierno macrista, y supedita su ayuda a cambios en el rumbo. Tampoco el agro exportador parece dispuesto a vender los granos , exigiendo una devaluación y esperando mejores precios internacionales para su producción en el año próximo.

Milei se aferra a Caputo para sostener el rumbo actual, tal vez convencido que seguir los consejos de un sector del mercado y sus voceros puede ser suicida para su gobierno. Sin embargo los mercados descuentan que es cuestión de tiempo una salida de Caputo y la llegada  de un economista mas afín al FMI. El ingreso al gabinete de Federico Sturzenegger  abona esta tesis.

Cualquiera sea el desenlace de  esta crisis, sus resultados van a ser muy traumáticos para el propio gobierno, pero mas para el resto de la sociedad.