Una burguesía fallida.. Deuda y fuga..

 Antonio Muñiz.

 El modelo neoliberal que gobierna hoy la Argentina nos ha llevado nuevamente en una de esas crisis periódicas de la economía, como la de 1976, 81/82, la del 1989/91 o la del 2001.

El modelo necesita   reducir fuertemente el déficit fiscal y alcanzar un tipo de cambio competitivo, dolarizar el precio de los servicios y los combustibles (1),  imponer un salario bajo en dólares, que lo haga competitivo internacionalmente  pero q también deprima el consumo de los sectores populares, domesticar a los sindicatos así como todas las  organizaciones sociales: El objetivo es cambiar la relación y así relanzar un nuevo proceso de acumulación.

No obstante la inconsistencia del programa de ajuste, la política económica ha logrado algunos objetivos: quita de retenciones y subsidios, deterioro de las condiciones laborales, salarios en baja, poner tope a las paritarias, baja de aranceles para bienes de capital, reducción de aportes patronales y de cargas impositivas, simplificación de trámites para importar, aumentos de reintegros, apertura de nuevos mercados, acompañada por un aumento de la políticas represivas.

Pero también encontró resistencias en cuanto a la profundización del modelo,


Las jornadas del 14 y 18 de diciembre con sus  movilizaciones masivas contra la reforma previsional, fuerte represión, violencia en las calles, sumado a las denuncias de corrupción que golpean al presidente y a casi todos sus ministros  golpearon en el centro del relato macrista.

 Las encuestas registran una caída de la imagen presidencial y sobre todo de la capacidad de gestión del equipo de gobierno; esta caída continúo y se acrecentó con el salvaje ajuste a las tarifas en el primer cuatrimestre de 2018.

Un poco de historia reciente:


El proceso político vivido en las últimas dos décadas muestra la descomposición del sistema de partidos  como lo conociéramos durante todo el XX.

La UCR desgastada por el fracaso del gobierno de De La Rúa , termino aislada y tomada su conducción por la dirigencia más conservadora, sobre todo del interior.  La falta de liderazgos y de políticas los llevo a ser furgón de cola de la Cambiemos y formar parte del Alianza gobernante. El alfonsinismo o lo poco que quedaba de ello termina jugando con Unidad Ciudadana.

En tanto que el peronismo está hoy en un verdadero laberinto, operado desde adentro y desde afuera para romperlo  y vaciarlo ideológicamente,  sin un liderazgo que sirva de paraguas para todos los sectores, y sobre todo sin un programa que pueda servir de base para construir un sistema de alianzas que le permita  ganar la elección y sobre todo gobernar.

Igualmente  en el proceso de reorganización del peronismo  se corre el riesgo y es lo que busca el establishment, que la recomposición y la unidad  terminen generando un PJ más moderado y a la derecha del Kirchnerismo.

Lo novedoso de este ciclo histórico fue el surgimiento del PRO, que a partir de una gestión exitosa en la CABA alentó a  las clases dominantes a asumir en forma directa el poder político de la Nación y la administración del Estado. Y la otra variante nueva es que esa clase llega al poder a través del voto popular, cuando siempre lo había hecho utilizando el partido militar y los golpes de estado.

Es indudable que para que un proyecto político de esta clase sea “exitoso” es porque había una gran crisis política de representación que no fue vista. Una, el espacio vacante en lo electoral que deja la UCR, las clases medias porteña y las clases medias del interior, un voto de centro derecha, conservador y sobre todo antiperonista.

También hay que evaluar hubo  una situación política en toda Latinoamérica y en los países centrales de un avance de la derecha,  que se caracteriza por ser neo liberal en lo económico y autoritaria en lo político.

Es indudable también que  mucho tuvieron que ver los cambios producidos en la estructura productiva, cultural, ideológica y legal que comenzaron durante el proceso militar  y que continuaron en los noventa. El kirchnerismo no pudo o no supo desmontar estas nuevas estructuras que fueron cambiando el perfil de la sociedad argentina.

Sobre todo, en los últimos veinte años, se produjo un regreso de la renta de la tierra como factor decisivo de acumulación hacia los sectores propietarios,  la consolidación de un sector monopólico exportador agro –sojero, a partir de la elevación del precio internacionales de los “commodity”, el alza de los servicios, la hegemonía del sector financiero, la decadencia de la industria, entre otras cosas por la falta de una burguesía nacional industrialista y no menos importante un cambio de  clima de época a nivel internacional, que tuvo y tiene implicancias en  el comportamiento político de los sujetos sociales.

Ya se venía viendo ese cambio en el comportamiento electoral en las elecciones de medio término de 2009, 2013 y 2017 y en las generales del 2015. La única excepción fue la elección general de 2011, donde CFK logra un triunfo contundente por el 54% de los votos. Tal vez la amplitud de este triunfo no permitió ver que estaba pasando algo en el seno de la sociedad, había un rio subterráneo de cambio que en algún momento iba a expresarse.


Macri y un nuevo (viejo) proyecto político neoconservador.

Macri y la alianza hoy hegemónica sueña con restaurar la vieja argentina agro exportadora, una Argentina Pre peronista.

Es cierto que,  con cierta flexibilidad ideológica y pragmatismo,  le permite moverse en el amplio espacio de la política, trata de consolidar el bloque de poder casi hegemónico que comenzó en 1976; siendo la conducción del mismo, el sector financiero internacional y el sector agro exportador. Basta leer los discursos de Martínez de Hoz en 1977 para ver con claridad a donde apunta el accionar último de este gobierno.

Si bien está claro que es un gobierno de Ceos que provienen de empresas, consultoras, ONG’s o bancos y/o fondos de inversión, busca llevar adelante, no sin contradicciones, los intereses del conjunto de la grandes corporaciones económicas.

A pesar de esta subordinación  hacia los sectores más concentrados de la economía el discurso macrista ha podido penetrar en sectores de las clases medias, también en sectores bajos, en el sentido de que el país debe volver a ser una sociedad más ordenada, con respeto a las jerarquías y la meritocracia. Revaloriza lo individual sobre lo colectivo, el esfuerzo personal y el emprendedorismo. Un liberalismo a ultranza, donde no existe los colectivo, lo social, donde no existe la historia, Por eso, y no es menor, el sacar a los próceres de los billetes y reemplazarlos por animales autóctonos. Quizás lo novedoso del discurso macrista es que a diferencia de otros presidentes  le habla directamente al individuo, al argentino medio, ya no hay colectivo, el discurso no está dirigido al pueblo, sino a cada uno de nosotros.

Hacia dónde van….

Es evidente  que Cambiemos busca consolidarse como una alternativa política que perdure en el tiempo,  Consolidarse con un triunfo en el 2019 y así llenar el vacío de representatividad política abierto y constituirse como fuerza política hegemónica.

Para ello buscaran modificar las estructuras legales y políticas para desmontar la argentina peronista, avanzar sobre los derechos laborales, políticos y sociales de los individuos.  Detrás del pragmatismo y el gradualismo hay una clara intención de consolidar una sociedad pre peronista.

El proyecto político  y económico de largo plazo pretende al igual que el programa de Martínez de Hoz generar una nueva estructura económica sustentada en la mayor productividad, libertad individual como fuente de progreso, el mercado como único asignador de recursos, libre movimiento de capitales, rebaja de la carga impositiva a las empresas y aumento de la carga a las personas físicas, salarios en baja,  “competitivos” en término de dólares, desregulaciones de la economía, reducción de la intervención estatal, incentivar la inversión extranjera directa, etc.

Pretende que la producción se base en la inversión y el crecimiento de  la agro/industria y la minería -ambas orientadas a la exportación; la construcción, los servicios –especialmente los financieros y los basados en el conocimiento- y ciertas cadenas industriales concentradas,  ligadas a los recursos naturales. Es claro que es un modelo extrativista, de desindustrialización y  primarizador de la economía.

Tropezar siempre con la misma piedra.

Pero el modelo enfrenta serias dificultades en la coyuntura, tanto por los límites estructurales,  como por la resistencia social y las inconsistencias propias del modelo. Pero además hay en Argentina una incapacidad de la burguesía de comandar un proceso de acumulación y reproducción capitalista a largo plazo. 

Hay contradicciones inter bloque , debidas a conflictos de intereses, negocios, grados de inserción internacional, etc, pero sobre todo por una característica que tiene la burguesía argentina, es una burguesía parasitaria, saqueadora, que crece y se reproduce a partir de drenar las arcas del  estado.

Los procesos neoliberales post 76 se caracterizan por un fenómeno nuevo,  el endeudamiento externo y su socia la fuga de capitales hacia paraísos fiscales o centros financieros internacionales

A partir del fin del modelo de sustitución de importaciones  comienza un proceso de valoración financiera, donde predomina lo financiero sobre lo productivo.  Una de las manifestaciones de la valorización financiera consiste en la notable importancia relativa que adquieren los activos financieros respecto de los activos físicos en las grandes firmas, especialmente en aquellas que son oligopólicas o monopólicas.

Así cada intento neo liberal se vio interrumpido por una crisis de la balanza de pagos, una gran deuda externa,  fuga de divisas, hiperinflación,  devaluación y nuevo equilibrio de precios relativos. Esta nueva situación nos deja una economía más concentrada, desmantelamiento de las pymes, desocupación  y pobreza extrema. No por nada se calcula que hay más de 500 mil millones de dólares de capitales argentinos en el exterior, un PBI completo fugado en los últimos 40 años.

La crisis de estos días no es más que una lucha inter bloque  por la apropiación de los excedentes y su posterior fuga, en un contexto internacional complejo, que juega en contra de los objetivos del gobierno.

Un gran déficit del macrismo ha sido  la incomprensión de las variables inter nacionales que están en juego y que pesan en lo interno.

Ha habido en estos días cambios importantes, pero que ya se preveían desde la asunción de Trump. (2)

El gobierno ha ignorado todas las señales,  el fortalecimiento internacional del dólar,  la economía estadounidense como aspiradora de capitales, la guerra comercial en las economías centrales,  las políticas proteccionistas de EEUU que afectan a los mercados latinoamericanos, los conflicto bélicos en Medio Oriente, etc.

La salida de la corrida cambiaria que sufre el gobierno, producto de “fuego amigo” dependerá de la “muñeca política” del gobierno para manejar la crisis. Tiene las herramientas políticas y financieras para hacerlo, pero hasta  el momento se  ha manejado de bastante ineficiencia. Por ahora es complejo  afirmar las razones detrás de un manejo de la crisis tan precario casi amateur.

Por ahora el gobierno de Macri sólo puede ofrecer, para superar la situación, un ajuste más brutal  y  negocios al capital más concentrado que le permitan ganar tiempo y perdurar hasta 2019.

Igualmente el escenario es muy complejo, Por ejemplo un plan Bonex que licue las lebac , puede ser una salida pero generaría una situación de caos y de rechazo en los amigos institucionales que son la mayoría de los tenedores de Lebac; un aumento en la tasa de las Lebac a un 40% o más puede parar la corrida pero paralizara la actividad económica y acelerara la inflación.

Cabe aclarar que todavía queda una de las joyas de la abuela más preciada, los fondos del Anses.  Hacia allí apuntan los cañones. El proyectado mercado de capitales, que permitirá la securitizacion de los créditos hipotecarios, es una herramienta a medida para apropiarse de esos recursos. Colocarle al Anses “bonos basura”, porque a la larga van a ser incobrables y llevarse los fondos de sustentabilidad. Gran negocio financiero para bancos y fondos de inversión y una pésima noticia para los futuros jubilados. Una vez más, desde Ongania para acá,  la burguesía se apropia de los recursos de los trabajadores y jubilados.

En ese marco no pueden existir proyectos de inversión productiva porque se prioriza lo financiero merced de un mercado interno que se achica, se concentra y se extranjeriza.  Una burguesía que no solo no invierte en el país y prefiere dejar sus excedentes en el exterior, sino que continúa con su vieja costumbre de endeudar el país y apropiarse  de esos dólares para fugar divisas.  En los últimos sesenta días se fugaron 8000 millones de dólares, dólares que entraron como préstamos y que forman parte de la deuda externa.

Una vez más la burguesía argentina muestra su angurria y  sus limitaciones como clase dirigente, nos condenan  con su avaricia a crisis periódica que golpean a toda la población, que termina pagando  la fiesta de unos pocos, a través del pago de la deuda externa con pobreza y desocupación.



Antonio Muñiz. 3 de mayo de 2018


(1)   Un ejemplo más de esta burguesía saqueadora es el fuerte aumento en las tarifas de los servicios públicos y los combustibles que con el pretexto de reducir los subsidios se los aumento en un porcentaje  totalmente desproporcionado. No solo eso, sino que también, ato las tarifas al valor dólar. Produciendo un tarifazo enorme, impagables para la mayoría de la población. Estos tarifazos son una brutal transferencia de recursos de los sectores asalariados y medios hacia las empresas de servicios. O casualidad los dueños de esas empresas son los amigos y socios del presidente: Midlin , Lewis, Caputo, Calacaterra, etc. Un capitalismo de amigos, que pretende quedarse con todo el mercado termoeléctrico. Para completar el círculo van por la compra a precio vil del  30 % de las acciones del Estado en Transener, empresa de transporte eléctrico. Con lo cual se quedan con un negocio casi monopólico.



(2)   EL Articulo de la revista Forbes en cuanto aconseja  a los capitales salir rápidamente de Argentina en un misil a la línea de flotación de las políticas de gobierno macrista. Ya que preanuncia el cierre de los mercados financieros para Argentina, pero además le pone fin al sueño de una lluvia de inversiones en el mediano plazo. En realidad esta lluvia de inversiones no existió nunca, formo parte del “relato” macrista de anunciar un porvenir venturoso.
 La fragilidad de la economía Argentina también fue la nota principal de la página web del Financial Times de Londres, que destacaba el desplome del peso.





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