Carta a la Compañera Presidenta Cristina Fernández de Kirchner

Querida Compañera:
Sería una necedad negar la tristeza que nos produjo el rechazo en el Senado de la Nación, de la resolución 125. Tristeza porque por primera vez en mucho tiempo reaparecieron con poder de decisión los que realizaron y/o apoyaron el desguace del Estado, los que indultaron a los genocidas, los que dejaron sin trabajo a la gente y sin instituciones al país.
Pero al mismo tiempo vimos con esperanza y felicidad como en estos últimos cinco años comenzó un proceso de reconstrucción del poder del Estado, puesto al servicio de políticas redistributivas es decir, políticas entendidas como una acción planificada para luchar contra la injusticia y contra la desigualdad. Este gobierno afronta uno de los procesos de distribución de la riqueza más importante que se tenga memoria en nuestro país. Tan grande y tan determinante es este proceso que en medio de muchas pérdidas, de muchas defecciones pero también de luchas y resistencias, todavía es posible hablar de una identidad del campo popular, constituido por aquellos que la votaron masivamente y a quienes debemos lealtad en primer término. Como sabemos, las luchas por la igualdad y la justicia no se realizan simplemente con discursos. La lucha por la distribución de la riqueza requiere de voluntad política, claridad ideológica y doctrinaria y organización popular para sostenerla. Para distribuir la riqueza, precisamos un Estado con una firme decisión de intervenir a favor de los más débiles y una sociedad capaz de responsabilizarse solidariamente con los otros. De hecho estas decisiones que tocan los intereses de los más poderosos tienen altos costos y algunos ya se han pagado. Pero también tenemos que reconocer que estos largos cuatro meses y esta batalla perdida tuvieron efectos muy positivos; primero asistimos a un debate político en el más amplio sentido de la palabra, donde se discutieron cuestiones propias del bien común, temáticas públicas como soberanía alimentaria y derechos sociales en virtud de los cuales es legítimo limitar la voracidad de las corporaciones. En segundo lugar, vimos con claridad la fuerza del poder económico y sus tácticas para defender los intereses particulares por sobre los intereses generales. El poder económico más descarnado representado en los medios de comunicación, que actuaron y actúan como agentes políticos a favor de esos intereses particulares volviendo al discurso único, anticipándose tal vez, a una pelea próxima: la de la Ley de Radiodifusión. En tercer lugar, sucedió algo muy interesante; la política volvió a expresarse en las calles, en los espacios públicos, en las plazas de donde nunca debió haber salido y fue expresada en multiplicidad de voces. Eso que asusta o molesta a tanta gente bien pensante, es un ejercicio de responsabilidad ciudadana que fortalece a la democracia. Y ese proceso se dio porque el gobierno colocó a la política por encima de la economía y llamó a los ciudadanos a expresarse. Nada en el espacio público político volverá a ser igual. Ahora nos conocemos mejor, sabemos la fuerza de los adversarios y la mezquindad de sus reivindicaciones, pero también sabemos que somos muchos los que entendemos la política como herramienta de lucha a favor de los más pobres y que ésos muchos estamos representados por un gobierno que con aciertos y errores está dispuesto a realizar una pelea cotidiana a favor de una sociedad más justa e igualitaria. Esa clarificación, esa puesta al día de quiénes somos y qué pensamos en relación a temas centrales de la convivencia democrática, era imprescindible para seguir andando.

Y andar, significa profundizar este modelo, luchar contra la injusticia social y trabajar por la igualdad. Pues efectivamente, hay una oportunidad histórica de crear un país para todos, con inclusión social, con niños en las escuelas y hombres y mujeres con trabajo digno. Para eso la votamos y para eso le manifestamos nuestro compromiso y nuestra responsabilidad, convencidos de que estamos en el buen camino.

Daniel Gurzi -Causa Popular. Publicado el 14/8/2008

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