Por Bernardo Tirelli
Si sólo se está discutiendo una tasa aduanera o intereses de sector, el prolongado conflicto con las entidades empresarias del agro no vale la pena.
Esta sensación es generalizada, así como también la idea de que, en realidad, más implícita que explícitamente, se discuten otras cosas. Si el conflicto, o los que le sigan de cualquier sector, significa el debate de los temas de fondo que el conjunto del país aún se debe, entonces que sea bienvenido. Cuanto más movilizado mejor, porque el resultado será una aceleración de la política, en términos que últimamente no suelen darse en situaciones electorales, y que resulta clave para obtener los consensos del país que queremos.
La discusión sobre modelo merece una aclaración fundamental. La confusión literaria permanente es la de hablar de modelo económico y no de modelo político o modelo de país. No cabe duda de que a un determinado concepto sobre Proyecto Nacional le corresponde un modelo económico que lo haga posible y que éste no es intangible ya que cualquier medida económica se debe ajustar a las condiciones o etapas de construcción política de dicho proyecto.
La dictadura de Videla-Martínez de Hoz no fue un modelo económico, fue más que eso, fue un Proyecto Antinacional, un proyecto de país excluyente, para pocos, y que principalmente colocaba el centro de decisiones fuera de las fronteras nacionales.
La matriz de construcción era de patrones extraños, por eso la Doctrina de la Seguridad Nacional, que se argumentó para exterminar a una generación de líderes políticos y sociales, tenía como eje disminuir la Soberanía. La pérdida de Soberanía, que es la pérdida de las capacidades políticas, sociales y económicas para tomar decisiones propias, es la consecuencia nefasta de la dictadura y de los gobiernos democráticos demoliberales que la sucedieron.
Retenciones, compensación de retenciones a pequeños productores o restablecimiento de una Junta Nacional de Granos, no aclaran, por sí solas, para qué proyecto de país se aplican. En la década infame del 30 la JNG fue creada para soporte y defensa de la elite agroexportadora que se complementó con el pacto de subordinación, conocido como Roca-Runciman, que establecía la venta de todos los productos agropecuarios y la compra de todas las manufacturas a Inglaterra.
Ese mismo instrumento, la JNG, en la década del 50 sirvió para aportar al mayor porcentaje de participación histórica de los trabajadores en la distribución del ingreso. Eso son los instrumentos, o sea elementos funcionales a los objetivos políticos perseguidos.
El espíritu de mayo
Los 25 de mayo tienen la virtud de provocar la reflexión sobre la gesta patriótica que dio origen a nuestra nacionalidad. La caricatura rosa, de la vieja historia oficial con las negritas vendiendo empanadas, los vecinos bajo paraguas en un día lluvioso y los bonachones de French y Beruti repartiendo cintitas a los curiosos, dio lugar hoy al destaque de roles, no sólo más épicos, sino más comprometidos. French y Beruti, no eran repartidores de cintas, eran jefes de las milicias, que tenían origen en la expulsión de los ingleses invasores, y que debían garantizar el hecho revolucionario del día 25. Junto a Moreno, Belgrano y otros el contraste ayuda a entender la vocación de transformación y la firme decisión de constituir una Nación independiente. Hecho demostrado por Belgrano en 1812 cuando crea dos batallones en la ciudad de Rosario a los que llama Libertad e Independencia, les da uniforme y bandera. Claro, la junta de gobierno de Buenos Aires no lo felicita, envía una patrulla para detenerlo y enviarlo a prisión. No lo encuentran porque Belgrano ya estaba rumbo al norte, de abogado a militar conductor de batallas, educador y promotor de industrias, participa de la Asamblea del año 13 y sus delegados junto a los de San Martín pierden la votación para que se declare la independencia. La historia siempre nos destaca la declaración de independencia de 1816 pero no los entredichos y pujas que hicieron que se demorara seis años desde la gesta de mayo. No hay duda de que la historia de mayo está presente hoy, por eso detrás de los que enarbolan los símbolos patrios hay que separar a los que quieren reconstruir un país soberano de los que no lo quieren. Esto abarca a todo el arco que va desde los que se escudan detrás de conflictos hasta los que no dudan en tener una relación oportunista con el gobierno.
Es también el punto clave para superar los desacuerdos y establecer acuerdos que superen coyunturas.
Industria y soberanía
Para bajar de los conceptos y definiciones y visualizar cómo las ideas son vinculantes a la acción o, viceversa, como la falta de aplicación de las ideas deja inerme la reconstrucción soberana veamos un caso cercano. La industria textil fue una de las más perjudicadas por las políticas de apertura irrestricta de mercado.
El 1 a 1 de los 90 facilitó la adquisición moderna de maquinaria, así los campos del Chaco están con modernas desmotadoras pero produciendo soja en vez de algodón.
Las medidas económicas de estos años, en particular la tasa de cambio, estimularon la sustitución de importaciones, el sector textil agotó su capacidad ociosa y al no haber nuevas inversiones aumentaron las importaciones. Como excepción, en estos días se inauguró una planta textil para la fabricación de denim (tela para vaquero) en Puerto Tirol, Chaco.
Hasta aquí la noticia es buena, es una nueva inversión industrial, colabora con la sustitución de importaciones y está radicada en la zona geográfica de menor PBI. Argentina importa denim de Brasil donde tres grupos son los que dominan el mercado, uno de ellos, Santana, decidió hace dos años radicarse aquí para producir el denim que se importa desde Brasil, decisión que no es ajena a la puja de mercado con sus dos competidores.
La repuesta no se hizo esperar: Camargo Correa, uno de los otros dos jugadores compró Alpargatas de Argentina, el tercero interviene en Grafa. Santana, cuando incursiona en el 2006, intenta establecer relación con el gobierno nacional buscando condiciones para su instalación. No obtiene nada -no hay políticas nacionales de promoción- y termina negociando con los gobiernos de Formosa y Chaco optando por este último que le ofrece tierras, beneficios fiscales, créditos blandos, las instalaciones y subsidios a la provisión eléctrica, todo en el marco del Convenio de Promoción Industrial que firma el 19/09/06 y que fue autorizado por Decreto N° 1.587 del mismo año.
En definitiva, la toma de decisiones de inversión fue ajena a nuestros intereses y hoy la producción de denim está en manos no argentinas, continuando el proceso de extranjerización y de concentración económica. Pero aquí no termina. El ciclo de compras de empresas comenzó en 2002, cuando Petrobras se quedó con PeCom; desde la devaluación a la fecha, las empresas brasileñas llevan invertidos unos US$ 8000 millones en el país entre tomas de control de compañías y ampliaciones de plantas. Junto con Camargo Correa, AmBev, el Banco Itaú (presente desde los '90), JBS Friboi y Marfrig llegaron otros pesos pesado como Vale, Votorantim y Odebrecht, que si bien ya participan de negocios hoy buscan oportunidades más agresivamente.
La cerveza de nombre de indios calchaquíes habla portugués al igual que las hamburguesas, ya que llegaron también a la industria frigorífica con importantes adquisiciones. Y en un nivel inferior operan varias decenas de empresas grandes con suficiente escala como para pensar en adquisiciones complementarias. Estas adquisiciones están facilitadas por el acceso al financiamiento a través del mercado de capitales en la Bolsa de San Pablo o en el exterior, apoyo del Banco Nacional de Desarrollo Social (BNDES), que sólo en 2007 concedió créditos por 64.900 millones de reales. A contra pelo de esto y para seguir con el ejemplo textil, si hoy seguimos en una ecuación de déficit comercial ya que importamos telas y prendas, pero a su vez carecemos de políticas de fomento y desarrollo propio, no debe extrañar que ese lugar rápidamente lo ocupen otros. La reconstrucción nacional es recuperación de soberanía perdida. Este es el punto de partida para discutir modelo de país. Es orientador de las medidas económicas, de la política energética -siguiendo el ejemplo de Mosconi-, del desarrollo autónomo en ciencia y tecnología, del desarrollo industrial equilibrado, de la recuperación de industrias estratégicas que son madre de industrias y de la integración latinoamericana. El espíritu de mayo es propicio para que la movilización política, los encuentros para los acuerdos y los debates de ideas afirmen la participación popular eje de cualquier construcción soberana.
Publicado en Buenos Aires Económico el 28 de mayo 2008
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